lunes, 21 de diciembre de 2015
Apuesta al desarrollo local
Por Javier Suazo
El programa de ajuste estructural ejecutado en el gobierno del presidente Callejas Romero (1990-1993), no solo sirvió para poner en práctica políticas de corte neoliberal en lo económico (devaluación, aumento de impuestos y eliminación de aranceles), sino también fortalecer los derechos de propiedad privada sobre la tierra y enterrar la reforma agraria como estrategia de desarrollo. Igualmente, destacan las reformas institucionales para “modernizar” el Estado y privatizar la entrega de bienes y servicios públicos a la población.
Sobre esto último, la aprobación de una Ley de Municipalidades y la reactivación de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON) se considera es un logro del gobierno, en el entendido que según la predica neoliberal la descentralización es el primer paso para privatizar y achicar el Estado central. Desde esa fecha, la experiencia demuestra que más que fortalecer a los gobiernos locales con el traslado de recursos, competencias y funciones, los intentos realizados fueron modalidades impuras de descentralización como la desconcentración, delegación, subrogación y contratos de cogestión, donde el gobierno central sigue ejerciendo el poder de decisión, pudiendo incluso privatizar servicios prestados por el Estado y gobiernos locales como ejemplo los acueductos de agua potable y saneamiento básico.
Después del golpe de Estado, igual como sucedió a inicios de la década del 2000 con la aprobación de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) que permitió la asignación de recursos a programas locales coordinados por gobiernos municipales y ONGS, se observa un mayor interés por el desarrollo local. En primer lugar es de destacar el interés de las agencias cooperantes y organismos multilaterales por ejecutar programas y proyectos donde uno de sus componentes es el desarrollo económico local territorial. En segundo lugar se evidencia la vigencia de la estrategia de desarrollo de cadenas de valor liderada por actores privados con la participación de gobiernos locales en el tema de la regulación y creación de incentivos fiscales. Hay también un compromiso de gobiernos locales en mancomunidad por utilizar estrategias de desarrollo local de mayor alcance que los tradicionales planes de desarrollo municipal o de ordenamiento territorial.
Pero también la preocupación en lo local tiene justificación en las políticas públicas de apoyo a las microempresas y emprendimientos productivos y comerciales, considerado uno de los sectores más dinámicos en la generación de ingresos y empleos para amplios sectores poblacionales. Recién también se habla de la construcción de agendas de competitividad regional que alimente la estrategia nacional de competitividad en aspectos básicos como educación, salud, mercado, innovación e institucionalidad. Ello complementado con un grupo de políticas publicas multisectoriales, que sirva de soporte a las acciones que ejecutan los actores locales y cooperantes en el municipio, departamento o región.
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) no se ha quedado atrás en este esfuerzo. Este año de 2015 abrió la carrera de desarrollo local, con una oportunidad para los jóvenes provenientes de colegios públicos de todo el país, que en su mayor parte manifiestan el interés de retornar a sus municipios y comunidades a aplicar los conocimientos adquiridos. Hay un compromiso de las autoridades académicas que la carrera combinará la cátedra con el trabajo práctico en las distintas municipalidades del país; pero igual con los actores locales como patronatos, organizaciones gremiales, asociaciones de cooperativas, Mipymes, cajas de ahorro y crédito, juntas de agua, comités de protección ambiental y ONGs de derechos humanos. Se busca ejecutar procesos y metodologías de trabajo más endógenos donde se parta de lo local pero pensando en el país y la región centroamericana en primera instancia.
Los retos son grandes. Uno es poder romper con esta práctica de enfoque clientelar que priva en los gobiernos locales, donde es manifiesta la dependencia de los alcaldes de las dádivas del gobierno central y presidencia de la República; en tal sentido, se cree que los alcaldes exitosos son aquellos que están bien con el presidente de la República. Lo mismo puede decirse de los dirigentes comunitarios (patronatos y juntas de agua) que por encima de los intereses a los cuales se deben, sirven a la estructura partidaria de gobierno al convertirse en voceros y activistas políticos del partido de gobierno.
Otro reto es impulsar la descentralización de las competencias publicas, recursos y poder central con el concurso de una amplia gama de actores locales; ello como una estrategia de contrapeso al modelo de gestión pública corporativo que se promueve a través de las alianzas publico-privadas y las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDES). También integrar desde lo local y regional el sistema de planificación del desarrollo que se encuentra en acefalia por el debilitamiento de la institucionalidad creada para tales propósitos.
Es este esfuerzo la UNAH a través de la carrera de Desarrollo Local y las agencias cooperantes deben acordar una alianza estratégica para promover iniciativas de desarrollo y potenciar las buenas prácticas habidas, igual conformar el observatorio de desarrollo local y el repositorio nacional. A lo interno, fortalecer la currícula y contratar el recurso humano requerido para garantizar un proceso de enseñanza aprendizaje de alta calidad. El intercambio de experiencias con otros países y universidades es una modalidad de aprendizaje que debe potenciarse en el marco de las acciones que ejecuta FLACSO-Honduras.
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