miércoles, 4 de diciembre de 2013

Reporte Preliminar de la Delegación de Honduras Solidarity Network Sobre Las Elecciones



Delegación de observadores del Honduras Solidarity Nework atestiguo graves iregularidades y no ratifica los resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral de Honduras

Este informe es un resumen preliminar de las observaciones basada en los reportes de la delegación de observación electoral patrocinado por la Red  de Solidaridad con Honduras [Honduras Solidarity Network] / Alianza para la Justicia Global [Alliance for Global Justice] con base en los Estados Unidos.. La delegación HSN / AGJ fue compuesto de 166 acompañantes internacionales acreditados y capacitados a través del Tribunal Supremo Electoral de Honduras. Nuestros delegados de observación electoral se organizaron en dos zonas, uno en Tegucigalpa y otro en el Norte con una presencia en Progreso, Copán, Colón, Ocotepeque, Lempira y Santa Bárbara. Esta es nuestra declaración pública inicial relacionada al trabajo en la zona norte, donde se observó al menos 100 mesas de votación (MER).

Nuestro meta fue el de acompañar al pueblo Hondureño en su proceso electoral en su búsqueda de la justicia social en su país. Nos ha quedado claro que nuestra limitada presencia –y la presencia de observadores electorales en general– no garantiza que una elección justa se celebraría. Las elecciones se llevaron a cabo dentro de un contexto dentro del cual los grupos internacionales y hondureños de derechos humanos han expresado su alarma por las condiciones que podrían impedir la posibilidad de elecciones justas y libres. Estamos preocupados por la violencia y el acoso contra la oposición política, los defensores de derechos humanos, campesinos y comunidades indígenas.

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Primero que nada, sin excepción, nuestros delegados observaron un gran número de hondureños presentarse a los comicios y participar de buena fe en el proceso electoral. En muchos centros de votación, los trabajadores de todos los partidos cooperaron en emisión de votos pacífica y ordenada. Fue reconfortante presenciar el nivel de compromiso a la elección como una expresión de la voluntad popular. Sin embargo, esta manifestación alentadora de posibilidades de Honduras se vio opacado por la violencia, la intimidación y el pleno fraude, todo lo cual quedó casi totalmente sin reportarse en los medios hondureños e internacionales. A pesar de la disponibilidad pública y temprana de esta información durante la jornada electoral, nos quedamos desconcertados por el silencio ensordecedor de ciertos grupos de observadores internacionales y de la Embajada de EE.UU. en cuanto a los siguientes hechos y sus consecuencias obvias sobre los resultados electorales anunciadas por el TSE:

1.- La compra de votos – Muchos de nuestros delegados fueron simplemente sorprendidos al ver representantes de los partidos abiertamente recompensando a los votantes hondureños con cantidades de efectivo entre L100-L500. Esta práctica se extendió tan ampliamente que hemos podido documentarlo en una media docena de formas. La forma más común, sin embargo, era de tomar una foto de la propia boleta de uno y, presumiblemente, de enviarlo, o mostrar al funcionario del partido correspondiente. Más de un par de votantes no lograron apagar sus luces de las cámaras y llamaron la atención indebida a sí mismos, mientras que permanecían en la cabina de votación.

2.- Hemos observado que las MER se formaban por personas de partidos distintos de los que representaban en las MER. En una ocasión, en la mesa # 15261, los miembros MER votaron para descalificar a otro miembro, ya que este anunció públicamente que iba a votar por un candidato diferente del partido al que representaba en la MER. A partir de la redacción de este informe, la Acta de la mesa # 15261 aún queda por ser ingresado en el conteo final del TSE.

3.- Actos Violentos y la intimidación

En la noche anterior de las elecciones, María Amparo Pineda Eduarte y Julio Ramón Araujo Maradiaga de Cantarranas, Francisco Morazán, fueron emboscados por hombres armados y encapuchados cuando regresaban de una capacitación de los trabajadores electorales. Ambos habían reportado a la policía que habían recibido repetidas amenazas de muerte, pero éstos fueron sistemáticamente desatendidas.
En la ciudad de Lempira , Departamento de Gracias a Dios, cinco personas fueron asesinadas, y los medios de comunicación dicen que es violencia relacionada al narcotráfico. Esta violencia ocurrió en la mañana del día de la elecciones, 24 de noviembre. Las autoridades cerraron el centro de votación, lo que altera en gran medida el acceso de las personas a votar.
Nuestros observadores recibieron el testimonio de dos trabajadores electorales fuera de un centro de votación en Santa Rosa, que fueron agredidos y sus credenciales de la MER fueron robados.
50 trabajadores MER estuvieron secuestrados por hombres armados y enmascarados en un hotel en Paraíso, Copán hasta las 9:00 am, aparentemente con el objetivo de evitar su integración en las MER. Nuestros observadores registraron entrevistas directamente con dos de estos trabajadores.  Durante la entrevista con nuestros observadores, los trabajadores recibieron una llamada anónima diciendo: “¿Todavía estás en la ciudad? Será mejor que salga”.
4.- Intimidación de Observadores Electorales / Acompañantes

Durante la semana antes de las elecciones, un grupo de nuestros observadores fue bloqueado temporalmente al visitar a un grupo de campesinos que han sido víctimas de la violencia política extrema y la represión en su oposición al Proyecto de Agua Zarca.  Un grupo de empleados de la Corporación DESA dijeron a nuestros observadores del HSN / AGJ en forma intimidante, que si pasaban el control de carretera, que “nunca dejarán” la zona. Sin detenerse frente a estas amenazas, los delegados continuaron, con nerviosismo, a pie hasta su destino, donde pasaron la noche.
Nuestras observadores en Progreso fueron sometidos a una redada por agentes de inmigración de Honduras a momentos de terminar una capacitación oficial de observación electoral por parte de representantes del Tribunal Supremo Electoral. Durante la redada, los observadores fueron intimidados y algunos fueron amenazados con la deportación. El ataque no sólo intimidó a los observadores, también retrasó nuestro horario de manera que nos vimos obligados a omitir aspectos importantes de nuestro programa de capacitación.
No éramos la única delegación que sufrió este tipo de acciones represivas. Grupos de Alemania, El Salvador, y Brasil también reportaron hostigamientos por parte de agentes de inmigración, a pesar de haber sido acreditados por el Tribunal Supremo Electoral, y tener sus papeles migratorios en orden.
Las observaciones formuladas por los delegados y delegadas de la Red de Solidaridad con Honduras fueron hechas de buena fe por personas que voluntariamente sirvieron como testigos durante todo el proceso electoral.  Debido a la extensa lista de amenazas y violencia antes y durante las elecciones, y debido a las revelaciones hora por hora de más discrepancias en los datos de los conteos de votos (actas), y teniendo en cuenta el hecho de que el 20% de los votos está en manos del Tribunal Supremo Electoral, el Red de Solidaridad con Honduras, en buena conciencia, no podemos ratificar los resultados oficiales, ya que han sido anunciados por el Tribunal Supremo Electoral.

Seguimos de pie con el pueblo hondureño en defensa de sus derechos humanos y de su lucha por construir una Honduras que proporciona una vida mejor para todos.

Tegucigalpa, Honduras, 26 de noviembre, 2013

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