lunes, 21 de noviembre de 2016

Minería, cáncer que sigue afectando a la Comunidad de Nueva Esperanza



Todos llegaron de Intibucá y Lempira, departamentos en el occidente hondureño abatidos por la guerra de Honduras y El Salvador en 1969 y por las malas administraciones públicas. Salieron en peregrinación familias enteras hacia Atlántida, alguien les dijo que allí la tierra era generosa y con oportunidades. Después de viajar tanto y de abrir caminos se instalaron entre las montañas de Yoro y Atlántida, en un lugar muy verde y hermoso al que llamaron “Nueva Esperanza” que para ellos significa “La tierra prometida”. Así describen sus habitantes el origen de la comunidad Nueva Esperanza en Tela, Atlántida. 

“No había nada y todo los construimos” dijo con orgullo  doña Tomasa Amaya fundadora de la aldea, quien nos contó detalladamente cómo ha ido creciendo la comunidad en población y servicios básicos gracias al aporte de todos y todas. “Primero hicimos la escuela y luego una iglesia para dar gracias a Dios”. Agregó con una sonrisa y que desapareció cuando le preguntamos cómo es la comunidad ahora. Doña Tomasa no pudo ocultar su dolor e indignación al ver cómo la minería les ha cambiado la vida. 

En la zona, la vida cambió a partir de 2011, cuando la Corporación Minerales Victoria, propiedad del empresario Lenir Pérez, yerno del empresario fallecido Miguel Facusse, manifestó su pretensión de explotar minas a cielo abierto, supuestamente para extraer óxido de hierro. Esta empresa tiene  una concesión de mil hectáreas, que cubre el área de 16 comunidades que basan su economía en la ganadería y agricultura; por tanto, perderían su fuente de sustento por el agotamiento y la contaminación de las fuentes de agua.

El Sector Florida está compuesto por alrededor de 16 comunidades, entre ellas, La Yusa, El Carmen, Las Minas, Buena Vista, El Socorro, Camagüey, Brisas de Lean, Las Mercedes, Alao, Concepción, Nombre de Dios, El Coco, El zapote N° 2, El Barro, y Nueva Esperanza.

Cuando comenzaron los trabajos mineros, la empresa desató un ambiente de intimidaciones, amenazas y agresiones, con el apoyo de miembros de la Policía Nacional y del alcalde de Tela en aquel momento, David Zaccaro. Varios líderes comunitarios huyeron y otros se quedaron a pesar de las amenazas a muerte. Entre las personas desplazadas forzosamente está el corresponsal de Radio Progreso Roberto García, quien abandonó sus bienes para salvar su vida y la de su familia.

Nueva Esperanza es una comunidad pequeña de 45 familias y apenas 900  habitantes. Entre las principales organizaciones de las fuerzas vivas están la Iglesia Católica y Evangélica, los patronatos comunitarios, las Juntas de Agua, los grupos juveniles vinculados a la Iglesia Católica, el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, entre otros.

Atlántida cuenta con más de 73 ríos y quebradas de escorrentía permanente, 42 cuerpos de agua protegidos jurídicamente. A pesar de esto, existen 43 concesiones mineras. El 30% (13 concesiones) se encuentran en la etapa de exploración y otro 30% en explotación, quedando 17 concesiones (40%) en solicitud, de las cuales 10 de ellas corresponden al municipio de Tela y son para la extracción de óxido de hierro.

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