sábado, 12 de noviembre de 2016
La reelección no es lo más importante, se lo aseguro
Por Hector Flores *
Si usted es de los que pierde la paz pensando en la reelección yo le invito a que se tranquilice. Créame nos vienen cosas más importantes en cuales invertir nuestras energías, acciones que se volverán necesarias y demandas que nos quitarán más tiempo e ideas que ninguna otra hasta ahora. La reelección es lo menos importante en este circo mediático en el que nos tienen. El país necesita de sus energías orientadas en lo que se debe y no en hacerle campaña a un sujeto en mención.
Fíjese usted si, en vez de pensar en la reelección, nos organizamos y planeamos como hacer frente a este modelo de sociedad que nos han impuesto, a la indiferencia ante tanta injusticia que manifestamos, a la incapacidad de reacción en la que nos hemos sumido pese a que nos tienen con el agua al cuello, tal vez le estaríamos aportando más a la libertad que pregonamos. La sociedad está diezmada, nos hemos deshumanizado y, me parece a mi, eso es más importante que la reelección. Volver sobre el humano, sobre el hombre y la mujer necesaria, sobre su capacidad de sentir a los demás en su dolor y sus alegrías; en su relación de amor con la naturaleza y a su convencimiento sobre la conservación para otros y otras de esto que llamamos naturaleza es, para mi, más importante que dedicarle tiempo a un sujeto que es, mientras sea, el tonto útil de un proyecto ambicioso de los saqueadores del planeta.
Deberíamos pensar en el Estado, en su configuración, en la definición de sus proyectos de largo plazo y en la conceptualización de la democracia como tal. Históricamente hemos tenido dictadura, sea que gobiernen rojos o azules en el fondo lo hacen para lo mismo, para la oligarquía zángana que tenemos a lo interno y para los consorcios internacionales. De manera que dar el salto por que un sujeto se plantee reelegirse es irrelevante cuando, de sobra sabemos, que en este país le cambian el rostro al perro pero la perrera es la misma. Se gobierna para los mismos y contra la mayoría. De hecho si tuviéramos un Estado firme y estrictamente regido por la ley la reelección no sería posible.
Deberíamos pensar en los bienes naturales, en la acelerada destrucción a la que se someten y en la indiferencia con que actuamos ante esos actos. Es imprescindible cambiar nuestra conciencia y visión de esos bienes y sobre todo la interpretación sobre su aprovechamiento. Si cada hondureño y hondureña se asumiera en la tarea de defender esos bienes, el paraíso natural, que es Honduras, no estaría en riesgo y las trasnacionales extractivistas se hubieran largado con su pacotilla lacayos nacionales hace mucho tiempo.
Antes de hablar de la reelección piense en la privatización. Ya no hay salud, educación, agua, energía, carreteras, áreas protegidas, bosques, ríos, playas y territorios ancestrales públicos. Todo eso esta en manos de concesionarios privados nacionales y extranjeros. Y usted preocupado por la reelección… preocúpese por que su país ya no es suyo, por que su ciudadanía y soberanía ya no es suya. Por que la tierra que le dijeron era su patria en realidad, ahora, es la finca privada de unos sujetos que lo ven a usted y a mi como parte del ganado que sacrifica. Total que la presidencia nunca fue suya o mía y tampoco lo será, a menos claro, que decida darle un giro a la historia y nos planteemos reconstruirnos en el país desde la soberanía misma pero sin ambiciones idolatradas, algo así como “cambiar el mundo pero sin tomar el poder”.
A usted le debería preocupar la impunidad que hay, la participación de los órganos del Estado en la criminalidad y el juego a conveniencia con el que actúan para definir quien es o no culpable según, claro está, los intereses que se ventilen. En este país se mata gente como si no importaran y se ensucian dignidades como si no estuvieran referidas a personas. Pero pocos hablan y cuestionan y muchos nos llamamos al silencio. Nos dejamos denigrar y que nos ultrajen por una institucionalidad desquebrajada y desleal. Preocúpese por que no defendemos el principio de igualdad que nos define como hondureños y hondureñas. Y pensamos que un sujeto que busca reelegirse es más importante y merece nuestra atención principal.
¿Le preocupa la reelección? Pues ¡qué bueno! pero debe preocuparle toda la reelección no solo la del presidente. Acá tenemos diputados y alcaldes que, pese a que dejaron en evidencia su incapacidad y corrupción, siguen siendo funcionarios en esos puestos. Y le preocupa el presidente, no amiga y amigo, preocúpese por esos diputados que son los que usa el presidente para legitimar sus acciones, preocúpese por esos alcaldes que le roban su localidad. La reelección debe ser ilegal en todo o en nada, pero no a medias. El presidente puede ser malo pero con un Congreso independiente nada podría hacer, así que cuestione usted y mire bien, que hay montonones hablando en contra de la reelección pero ellos también van a reelegirse. Ellos se han autonombrado eternos para representar el pueblo. Y es que ¿sabe qué? el sueldo del congreso puede comprar muchas conciencias.
Le preocupa la reelección, si su respuesta es sí yo le invito a que mejor no se preocupe por eso. En este país Juan Orlando será presidente hasta que la embajada gringa quiera. Usted y yo jamás hemos puesto un presidente por mucho que nos lleven a las elecciones y nos hagan ejercer el sufragio. Esa siempre ha sido una decisión del norte y si esos gringos ven a bien tener un tonto útil en la presidencia lo van a tener nos guste o no a usted y a mi.
Preocúpese mejor por que encontremos la manera de mandar al diablo a los gringos y su programas de genocidio ambiental y humano que llevan por todo el territorio mundial. Preocúpese por que podamos hacer nuestra patria sin esa asquerosa injerencia de la política internacional gringa, que con pretextos absurdos como el hambre, terrorismo y narcotráfico invaden, someten y manipulan las soberanías centroamericanas y del mundo.
* Pooeta y gestor cultural
Email hefrenf@hotmail.com
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