viernes, 4 de noviembre de 2016
"Quieren volver a una de las épocas más oscuras en América Latina"
Por Abraham Istillarte *
Un poco de la biografía de Adolfo Pérez Esquivel.
Nació en Argentina en 1931. Es artista y luchador por la paz y los derechos humanos. En 1973 fundó el periódico Paz y Justicia, de fuerte influencia latinoamericana. En 1977, mientras hacía gestiones para renovar su pasaporte, fue detenido por la dictadura en Buenos Aires y encarcelado sin proceso judicial alguno. La presión internacional hizo que meses después, lo dejaran en libertad. En 1980 se le concedió el Premio Nobel de la Paz, por su actividad a favor de los pobres y de la no violencia. Años después fue designado miembro del comité ejecutivo de la asamblea permanente de las Naciones Unidas sobre derechos humanos. Realizó un trabajo de investigación sobre "los archivos del terror" del Operativo Cóndor encontrados en Paraguay y que demostraban, la implicación de las fuerzas armadas de distintos países en el secuestro, asesinato y desaparición de personas.
¿Usted comparte la tesis que han planteado varios presidentes de la región y algunos expertos señalando la puesta en marcha de un nuevo Plan Cóndor?
Creo que han sucedido hechos graves en estos años que no son casuales. No creo que el golpe de Estado violento intentado en Venezuela, la desestabilizaciones violentas de las policías de Bolivia y Ecuador, los golpes de Estado en Haití y Honduras, y los golpes parlamentarios de Paraguay y Brasil; puedan ser considerados hechos aislados porque todos apuntaron a implementar la misma agenda neoliberal y el fortalecimiento del vínculo con los Estados Unidos. El Plan Cóndor fue un plan para exterminar importantes dirigentes latinoamericanos. Hoy hay un plan diferente pero aún no sabemos qué nombre le han puesto desde el norte.
¿Quién estaría ejecutándolo? ¿Existe realmente una derecha latinoamericana y conectada con el imperialismo intentando acabar con los gobiernos progresistas y de izquierda en Latinoamérica, o por el contrario, las acciones de Mauricio Macri en Argentina, los ataques contra el gobierno de Venezuela, contra la presidenta Dilma Roussef, contra Rafael Correa, Evo Morales y otros líderes de la región son solo casualidades y marcan un cambio de época?
Sin duda. Las derechas latinoamericanas, las elites de nuestros países, han sido históricos aliados locales de Estados Unidos. El aplacamiento del período de crecimiento económico a nivel regional abre una buena oportunidad para intentar perjudicar a los gobiernos latinoamericanos que intentan aumentar los márgenes de soberanía y garantizar derechos básicos de nuestros pueblos. Sin embargo no todo lo malo puede ser atribuido a estas derechas ni a Estados Unidos, tenemos que reconocer nuestros errores y corregirlos sobre la marcha, no esperar una situación como la de Argentina, donde la derecha ganó por primera vez a través de los votos y no se lo esperaban ni ellos mismos. Hoy sufrimos un gobierno compuesto por gerentes de empresas multinacionales y ministros formados en Estados Unidos, que están revirtiendo las cosas buenas del gobierno anterior.
¿Cuál es el papel que están teniendo los monopolios mediáticos en toda América Latina que se manejan con un doble estándar de moralidad y alientan la mentira y la manipulación de la opinión pública para demonizar a todo lo que tenga que ver con logros sociales de los pueblos?
El papel de los medios de comunicación es central, y bien claro lo tenemos desde el golpe fallido a Venezuela en 2002. Los medios también se están articulando de maneras nuevas entre ellos, tampoco es casual que todos tengan los mismos límites para lo decible y lo pensable. Por suerte el papel de los medios como un actor político más está creciendo en nuestros pueblos. Hay tres cosas fundamentales para contrapesar su poder de fuego en esta batalla de ideas: - Fortalecer y reproducir grandes creaciones inéditas y maravillosas como Telesur. Que nos está uniendo como nunca, para mirarnos a través de nuestros propios ojos, y nos está poniendo en diálogo con otras partes del mundo. - Fortalecer los medios locales y alternativos. Y tener una estrategia comercial seria para que puedan sostenerse en el tiempo. - Rediscutir que significa el periodismo. No puede ser que los periodistas que hoy justifican una cosa y al día siguiente lo contrario, no sólo sean llamados periodistas, sino que además sean premiados.
¿Quiénes ejecutan este plan en América Latina, son los mismos que han sembrado la profunda desestabilización en el mundo árabe? varían los intereses?
Estados Unidos planifica a largo plazo, son pocos los países que hacen esto. Y tiene asignado un rol para cada región del mundo en función de sus intereses y trata de que esas regiones se adapten a esos roles. En medio oriente han tenido bastantes problemas, pero han logrado muchos de sus principales objetivos. Tengamos en cuenta que si para ellos la paz no es negocio suficiente optan por el camino bélico, y tratan de administrar el conflicto de manera que dure lo que a ellos más les conviene. No debemos pensar que Nuestra América está exenta de esos riesgos. Somos el continente del agua y esa es la próxima pelea que se viene. Debemos cuidarla, debemos cuidar toda nuestra casa común y evitar todo nuevo tipo de colonialismo como dice el Papa Francisco.
¿Sigue siendo vulnerable, es posible que se concreten los objetivos que se han planteado estos grupos? Cree que nuestras democracias no son lo suficientemente fuerte para no ser vulnerables ante esta arremetida?
He viajado y conocido todos los pueblos latinoamericanos y me consta que tenemos un poder de resistencia muy grande. Somos el continente de la esperanza. Pero debemos recordad que las democracias no se regalan, se construyen con respeto y una profunda voluntad de cambio para democratizarla cada día más.
¿Qué recuerda usted de lo que fue el Plan Cóndor y cómo le afectó de manera personal?
Todos fuimos víctimas del Plan Cóndor, es algo que no olvidamos ni perdonamos. Desde Argentina decimos nunca más y seguimos peleando por más memoria, verdad y justicia. Hubiese sido bueno que Obama pidiese perdón en nombre del Estado que preside pero no sucedió. Mientras tanto hace muy pocos días hemos tenido las primeras condenas de Latinoamérica a represores en la Causa abierta sobre el Plan Cóndor donde yo actué como testigo. Es muy importante que aprendamos de experiencias como la Argentina y que nos apoyemos mutuamente para fortalecer la memoria de vida de nuestros pueblos sin perder nunca la sonrisa.
* Abraham Istillarte. Periodista, Comunicador y conductor de Televisión
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