jueves, 24 de noviembre de 2016
La impunidad en la UNA debe tener un alto
Por Sandra Rodríguez
Sin justificación alguna, en los próximos días 28 docentes serán separados de las aulas de clases de la Universidad Nacional de Agricultura, UNA, ubicada en la ciudad de Catacamas, departamento de Olancho, al este de Honduras.
Así lo ha denunciado parte de los docentes afectados, pues 21 de ellos son empleados permanentes, y se les dio un pre aviso notificándoles que a partir de diciembre, serán separados de la institución.
El profesor Carlos Alvarado, expresó que la excepción fue el aspirante a vice rector Roy Menjivar, pues su despido de manera directa y sin decirle el ¿Por qué?
universidad olancho1Con esta medida, según los docentes, los estudiantes de la UNA, serán los más afectados porque el retiro de catedráticos es a mitad de perdido. Es así que los alumnos se están organizando como muestra de la toma de conciencia en cuanto a la defensa de sus derechos.
Y mientras en la UNA se criminaliza a sus docentes, en el extranjero se premia la labor innovadora del profesor Orlando Murillo, cuando a finales de octubre, en la ciudad de Antigua, Guatemala, obtuvo un reconocimiento latinoamericano por un trabajo realizado en el centro educativo.
Al menos 5000 jóvenes estudian carreras afines a la agronomía, y el 75 por ciento de ellos son atendidos por los profesores de clases generales, y se sienten a la deriva con la medida arbitraria desde la rectoría.
Las carreras que se imparten en la UNA, son agronomía, recursos naturales, tecnología alimentaria, medicina veterinaria, administración de empresas agropecuaria y otra que tiene en convenio con la Universidad pedagogía Nacional “Francisco Morazán”.
En una inspección de parte del ministerio de Trabajo, que fue esta semana, el personal de la UNA no pudo justificar el despido, por lo que en honor a la dignidad de cada docente, demandaran a la institución, situación que lamentan porque finalmente la factura se le pasa al pueblo hondureño con el pago de prestaciones y salarios caídos, como sucedió en 2012, cuando hubo despidos y posteriormente reintegros, explicó Murillo.
El rector de la Universidad nacional Agrícola es Marlon Escoto, que a su vez también ministro de Educación, quien de forma ilegal continúa al frente de la UNA. Con ese cargo ha violentado los estatutos de la Universidad, porque para ser electo debe impartir clases los últimos tres años ahí, pero por atender su cargo gubernamental no lo ha hecho. Así mismo que la reelección se permite una vez, y él ya los ejerció. Y a estas acciones el grupo de docentes se opusieron, por lo que consideran que los despidos como persecución.
“Hay un grupo pequeño que controla el poder, los demás son como peones en el tablero del ajedrez de la política universitaria”, expresó Alvarado.
Un grupo de docentes dela UNA, ha interpuesto y documentado denuncias en el COFADEH, sobre violación al fuero sindical, a los derechos laborales y acoso laboral. Por ejemplo despidos injustificados, cubrir obligatoriamente horarios fuera del horario de trabajo en la noche o fines de semana sin retribución económica, coaccionamiento a sindicalistas para que se retiren de la organización.
Los profesores, aseguraron que “denunciamos porque creemos que la impunidad debe tener un alto, el rector actúa de esa forma porque cree que nada le va a pasar, y es que ya muchos fueron despedidos y no dijeron nada, pero esta vez será diferente porque el 90 por ciento de los despedidos no nos quedaremos callados”.
Además, manifestaron que hay un ambiente hostil en la UNA, porque se condena al que denuncia, al que exige respeto de la ley, por eso se les llama enemigos de la institución, enemigos del proyecto, enemigos de Marlon Escoto.
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