Los Juegos Olímpicos comenzaron un con eslogan elegido para “Rio 16” que han llamado “Un nuevo Mundo”. Sin embargo, para los habitantes que viven al otro lado de la Villa Olímpica en ese “Nuevo Mundo” no tienen cabida los pobres. Nos preguntamos por lo que hay de cierto en todo ello.
Los “Los Juegos Olímpicos Río 16” representan una etapa más de un “modelo de negocio de nuestro mundo globalizado” que atrae flujos financieros, una reestructuración de los circuitos de circulación y acumulación local. Es expresión de una etapa más del modelo formado por la alianza de intereses entre la clase política y los flujos de capital internacional.
Los “mega-eventos deportivos” (como las Olimpíadas o Campeonatos Mundiales…) se han ido transformando y convirtiendo en un nuevo “modelo de negocio en la era de la globalización”. Por una parte, tiene en cuenta el antecedente de Montreal que en 1976 fue sede pero trajo consigo el endeudamiento total de la ciudad, con una deuda a pagar en los siguientes treinta años. Por otra parte, se tiene en cuenta la experiencia de ser sede con las ciudades de Londres, Vancouver, Seúl, Atenas y Atlanta donde todo se comercializa.
El legado que dejará “Río 2016” es visto como negativo: traerá consigo el endeudamiento del Estado y de la Ciudad; debilitamiento del sistema educativo y de salud; transporte bastante deficiente. Y se da en medio de un “vacío de responsabilidad” porque nadie se hace responsable. Debe ser visto como un negocio local y global: una oportunidad para consolidar el poder de la élite carioca para los próximos cincuenta años.
Antes que comenzaran Los Juegos Olímpicos se realizó una “operación limpieza” denunciada por los activistas de derechos humanos afirmando que la proximidad de los Juegos trajo consigo un aumento alarmante del número de muertos por la policía carioca. Según “Amnistía Internacional” los policías se han dedicado a hacer una tarea de “limpieza” antes del evento que pondrá al capital fluminense bajo las luces y cámaras de todo el mundo en las próximas semanas.
En segundo lugar, se vivirá un “Nuevo Mundo” sin pobres. Y esto debido a que fueron desplazadas muchas familias que habitaban la antigua favela que fue destruida para edificar el Parque Olímpico, así como otras edificaciones. Se calcula que unas 77,000 personas. Ello fue posible mediante la intimidación. Pero todo ello confirma que los “pobres no tienen lugar en estos Juegos Olímpicos”.
En tercer lugar se destaca que uno de los mayores beneficiarios de Los Juegos Olímpicos, son los super ricos, denominados “brasilmillonarios”, que están detrás de los “escándalos olímpicos” y que controlan Río 16. Se vincula con las grandes familias dueñas de las empresas de construcción que protagonizan los actuales escándalos de corrupción y herederos de los beneficios que consiguieron desde el tiempo de la dictadura militar hasta el día de hoy. Tanto en la Copa del Mundo 2014 como en estos Los Juegos Olímpico se confirma que se trata de “premios o regalos políticos”.
¿Quién se beneficiará en las Olimpíadas? siempre hay ganadores y perdedores pero como en las competencias se destacan tres: primero, los grandes empresarios de la construcción; en segundo lugar, la especulación inmobiliaria y, en tercer lugar, la “clase política y la élite local” que consigue tejer una red de poder que tendrá vigencia para los próximos 50 años.
Los perdedores serán los jóvenes de las favelas: dicen que esperan que los Juegos terminen pronto porque lo único que dejarán es “represión, militarización y guerra”. Estos jóvenes señalan que en el día a día que viven viene acompañado de violencia, muerte a manos de la policía, de los traficantes; y negligencia y abandono del gobierno. Según las víctimas de los Los Juegos Olímpicos el legado para los pobres será un legado “de dolor, lágrimas y de sangre”.
Ante este panorama y siendo coherentes con nuestros principios nos unimos y solidarizamos con la nueva representación que hizo su desfile al inicio de los Los Juegos Olímpicos el Equipo de los Refugiados porque encarnan a las víctimas de todos los países y continentes y son semilla de Olimpiadas por encima y al margen del poder, de las inversiones económicas, políticos y mundo globalizado.
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