Se ha denominado acumulación por desposesión a la etapa más salvaje de acumulación de riquezas por parte de las elites locales y empresas transnacionales. Una acumulación que se sustenta en la privatización de empresas estatales, de los servicios públicos, en la privatización de montañas, ríos, acuíferos. La acumulación de riqueza en pocas manos, es la peste que amenaza todo el planeta en el presente siglo.
En Honduras venimos de una larga historia donde unos pocos acumulen riqueza a partir de quitar los recursos a las comunidades campesinas y a pueblos indígenas. Un primer despojo viene con el “enclave minero”, cientos de áreas de tierra despojadas para la explotación minera. La capital hondureña es testigo mudo y viviente de ese primer episodio de acumulación por desposesión.
Un segundo despojo se da en el siglo XXI con las concesiones de tierra a las transnacionales gringas para el cultivo de banano, tanto sometimiento y pérdida de soberanía significó ese bochornoso mote de República Bananera. El historiador hondureño Marvin Barahona, en su libro Honduras en el siglo XXI establece que solo entre los años 1912 y 1924 se concesionaron 87 mil hectáreas de tierra. Celebramos los cien años de independencia entregando el territorio y convertidos en República Bananera.
Comenzamos el siglo XXI con nuevo capítulo de acumulación por desposesión. En las primeras dos década del presente siglo las elites locales están en plena subasta del territorio hondureño. Para ello han diseñado y aprobado varias herramientas jurídicas: Ley general de aguas, Ley de minería, la Ley de Zonas Especiales de Desarrollo y Empleo, Ley de Promoción a la Generación de Energía Eléctrica con Recursos Renovables; y por supuesto, crearon COALIANZA como brazo ejecutor, amparado en el Ley de la Promoción de la Alianza Público-Privada.
En la actualidad hay varias regiones del país listas para convertirlas en “Ciudades Modelos”, se aprobaron 40 concesiones de proyectos hidroeléctricos sin estudios de factibilidad, la oficina de Catastro Minero tiene en sus haberes 950 títulos mineros, según estudio reciente del Equipo de reflexión, investigación y comunicación.
Estamos a escasos cinco años para celebrar el bicentenario de la independencia, y todo indica que la cúpula política y empresarial está empeñada en celebrar dicha fiesta con concesiones mineras, concesiones hidroeléctricas y las Ciudades Modelos. Ante ese escenario entreguista y malinchista de nuestros políticos y empresarios estamos obligados a buscar nuevos caminos de organización y lucha para celebrar el bicentenario defendiendo los territorios, y desde ahí construir un nuevo modelo de soberanía donde la gente esté por encima del capital.
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