viernes, 5 de agosto de 2016

Saludamos el diálogo



El RIC y Radio Progreso saludamos el diálogo que se ha puesto en marcha en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, teniendo como protagonistas del mismo a las autoridades universitarias de un lado, y a la dirigencia del Movimiento Estudiantil Universitario de otro lado.

Felicitamos a ambas partes por la madurez con la que han asumido este compromiso histórico, y esa disposición y voluntad que han puesto es la garantía para asumir con responsabilidad y firmeza los grandes temas que han sido fuentes de conflictos y de desencuentros.

Sin duda, hay dos asuntos fundamentales que han de saber encarar las partes en este proceso de diálogo: el primero tiene que ver con la revisión de las normas académicas actualmente en vigencia; el segundo asunto es la participación real de los estudiantes en las estructuras de gobierno de la universidad.

Estos dos asuntos están íntimamente vinculados porque tienen que ver con la calidad académica y con la inclusión de todos los sectores involucrados en el proceso educativo universitario. Las autoridades tienen el enorme desafío de abrirse a esta revisión de las normas y a las demandas para que la voz de los estudiantes cuente en todos los órganos en donde se toman las decisiones universitarias.

Por su parte, los estudiantes tienen el desafío de abrirse a la escucha de los argumentos de las autoridades universitarias sobre la razón de ser de las actuales normas académicas, y no reducir sus demandas a intereses coyunturales de los actuales estudiantes, sino a lo que más puede contribuir a la calidad y pertinencia académica en la máxima casa de estudios.

Al momento de tratar estos asuntos fundamentales, no se puede obviar la revisión del presupuesto  y las prioridades de inversión actual en la Universidad Nacional. Las normas académicas han de estar unidas a la pregunta sobre qué prioridad tiene en el presupuesto la inversión en aulas, pupitres y acondicionamiento físico para las clases de los estudiantes y para la impartición de las mismas por los docentes. Normas académicas, participación estudiantil y presupuesto son temas de fondo que sin duda han de estar en el centro del diálogo entre las partes universitarias.

La Universidad Nacional es patrimonio de toda la sociedad hondureña. Y todos los sectores tenemos la responsabilidad de alentar este diálogo, de evitar ruidos y rumores innecesarios, dejar que la mesa mediadora cumpla con la función encomendada, y que al final nos encontremos con la satisfacción del triunfo de la razón, la tolerancia, entendimiento y el bien común en una Universidad Nacional que la queremos pública, académicamente sólida y en pleno compromiso con la búsqueda de respuesta a los enormes desafíos hondureños

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