viernes, 26 de agosto de 2016

Temas pendientes y recurrentes



A veces la realidad social no muestra especial relevancia sobre todo cuando a nivel de país se vive la resaca de la derrota ante Brasil produciendo una especie de “depresión deportiva nacional” que obnubila o desvía la atención y no nos centra en lo urgente, lo necesario y lo prioritario.

Lo primero que recogemos hoy es la subida al cartón del huevo.  Más que una noticia a nivel económico o de política monetaria nos dan ganas de trasladarla a la sección amarillista que nos viene al final de la prensa diaria donde se llena de asaltos, encostalados, extorsiones, homicidios, pandillas y mareros.   Pues, en realidad, se trata del atraco de un “nuevo impuesto no oficial y declarado” que es empobrecedor para las mayorías del país así como un regalo para comerciantes, especuladores y acaparadores que se benefician de las leyes del mercado.

Lo segundo que destacamos es el informe del CONADEH (Comisionado Nacional de Derechos Humanos) donde se señala que al menos 174,000 personas son víctimas del desplazamiento interno a causa de la violencia, amenazas de delincuentes y mareros, así como de desastres naturales.  Este desplazamiento forzado ha crecido debido a la violencia, delincuencia, la situación histórica de vulnerabilidad de los ddhh, por los altos niveles de pobreza y la exclusión social en la que viven.

Otro de los temas recurrentes lo constituye la reestructuración y depuración de la Policía Nacional.  Es una especie de telenovela con muchos capítulos que se van diluyendo mediáticamente y al final produce somnolencia, cansancio y aburrimiento.  Todos tenemos claro la terrible corrupción que desde hace años invadió  y se apoderó de este órgano de seguridad la cual es causante en buena parte de la inseguridad ciudadana que se vive a todos los niveles.  Lo que necesitamos  y queremos es que sea rápida, efectiva, concreta, trasparente y con personas concretas juzgadas,  culpabilizadas y sentenciadas.  ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar?.

El tema de la reelección es otro tema recurrente donde se ponen de manifiesto varias cosas.  Primeramente una correlación de fuerzas donde el oficialismo del partido nacional se manifiesta como superior y manejando perfectamente bien los hilos de la política. Esto frente a una oposición, débil, fragmentada, dividida y a veces enfrentada.  Unido a ello, los primeros dan la impresión de saber bien lo qué quieren, cómo hacerlo y conseguirlo; mientras que en el otro lado aparece la incertidumbre y encarar una oposición sin los recursos, medios y estrategias  para enfrentar al, hasta ahora, “Goliat gobernante” que se va apoderando cada vez de más espacios políticos.

Lo último que señalamos es lo habitual que llenan los noticieros y periódicos nacionales: la reiteración de crímenes, asesinatos, delincuencia, extorsiones, inseguridad, pobreza e impotencia en la que viven la mayoría de nuestras colonias y barrios a lo largo y ancho del país.  La vida de los pobres se hace más difícil y complicada cuando el tejido social que configura su vida cotidiana se convierte en una “guerra de los pobres contra los mismos pobres”. Introyectan en su imaginario social a sus propios verdugos  reproduciendo entre los suyos la misma dominación y sometimiento que padecen a nivel social y laboral.

Todo esto debe conducirnos a una “especie de indignación social, política y cultural” que nos haga, por lo menos incidir y cambiar el entorno de lo que configura nuestra cotidianidad.

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