miércoles, 3 de agosto de 2016
"Si creían que asesinando a Berta se acababa la lucha, se equivocaron. COPHIN está fortalecido"
Los pueblos indígenas y garífunas, a pesar de ser víctimas del abandono y opresión del Estado dan muestras cotidianas de resistencia e identidad nacional. En momentos en que el gobierno impulsa el modelo extractivista, ellos siguen apostando a la protección y lucha de los bienes naturales comunes que por años han sido protegidos desde las comunidades.
Esa resistencia que practican las comunidades es sobre todo una actitud, un modo de la gente de plantarse con dignidad y orgullo frente a los atropellos y humillaciones por parte del extraño, justamente como lo hizo el indio Lempira y como lo siguen haciendo actualmente los Lencas, los Tolupanes, Maya-Chotí, Tawahka, Pech, Miskitos y Garífunas.
“Como pueblos seguimos apostando a la vida, a derrumbar el modelo capitalista, colonizador, patriarcal y deshumanizador, por uno que dignifique a la gente de las comunidades, que respete su autodeterminación”, dijo Tomás Gómez (TG), coordinador del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Copinh en una entrevista realizada desde Radio Progreso RP.
RP. ¿Qué significado tiene el cacique Lempira para las comunidades indígenas Lencas?
TG. Es importante mencionar que ponemos en jaque esas historias que nos enseñan en las escuelas, esa educación estandarizada, sin identidad de la realidad de las regiones, nada de lo que muestran de Lempira lo creemos.
Para nosotros como pueblo Lenca el hecho de poder vivir más de 500 años de lucha, de resistencia, de propuesta y vida, es legado del Señor de la Sierra. Creemos que el día del cacique Lempira no únicamente es el 20 de julio, sino todos los días, porque como Copinh diariamente realizamos un ejercicio de control territorial cuidando nuestros territorios como lo hizo Lempira en el gran Congolón. Su legado es de lucha histórica como lo ha hecho el pueblo Lenca.
RP. En nuestros días, ¿cuál sería el modelo colonizador que viven las comunidades indígenas?
TG. Nosotros creemos que la colonización no ha cambiado. Antes el cacique Lempira enfrentó el despojo pero también el racismo, la criminalización y los asesinatos, hoy la colonización continúa. Las comunidades nos estamos enfrentando directamente a esa colonización, ejemplo de ello es la minería, el extractivismo, los proyectos hidroeléctricos, las concesiones eólicas, el sistema neoliberal capitalista que se expresa a través de la empresa privada y el poder político.
Que un 35 por ciento del territorio hondureño esté concesionado es ejemplo de esa colonización que oprime a las comunidades. Que el proyecto Agua Zarca esté generando un genocidio y haya provocado el asesinato de la campañera Berta Cáceres es otro ejemplo claro de esa colonización.
RP. Frente a las señales de colonización actual, ¿cómo se plantan las comunidades, qué hacen frente a ese despojo?
TG. Las comunidades indígenas donde tenemos presencia como Copinh, en los departamento de Intibucá, La Paz, Lempira, una parte de Comayagua, Cortés, y Santa Bárbara, están en proceso de reactivación porque el asesinato de Berta ha tenido como objetivo truncar la resistencia del Copinh, buscó desalentar a las comunidades que están luchando en contra de un monstruo.
Ahora las comunidades se ubican en un proceso de formación, de replanteamiento porque cada vez que el Copinh se plantea lo hace con propuestas de mediano y largo plazo, pero el asesinato nos hace pensarnos y evaluarnos a diario.
RP. ¿Cómo está el Copinh luego de estos 4 meses de la muerte de Berta Cáceres?
TG. Es indudable que su asesinato nos movió, es un dolor profundo que costará sanar. Pero vamos construyendo una estrategia colectiva, que sale desde las comunidades hacia la conducción de Copinh, porque sabemos que la coordinación debe hacer lo que las bases digan. Hoy por hoy nos estamos replanteando como organización y aquí es fundamental la movilización y formación de nuevos líderes y lideresas en las comunidades que impulsen los proceso de protección de los bienes naturales y territorios.
Todo este proceso es difícil, porque el Estado a través de sus representantes está respondiendo a los intereses económico, poniendo a la naturaleza como una mercancía, lo que produce despojo para las comunidades.
RP. ¿Frente al despojo de las comunidades han iniciado procesos de articulación, de forma específica con otros pueblos indígenas o afrodescendientes?
TG. Desde el Copinh hemos iniciado acciones de lucha en conjunto con el pueblo garífuna, porque sabemos que el Estado ha reforzado la idea que ellos no son nativos de Honduras, sino que son un pueblo allegado, cuando claramente sabemos que esas tierras les han pertenecido ancestralmente.
Hemos tenido acercamiento y coordinaciones con el pueblo Tolupan, hemos acompañando la lucha de la tribu San Francisco de Locomapa, ya que han sido fuertemente golpeados y criminalizados. Esas mismas luchas nos han acercado al pueblo Maya-Chortí ya que se conformó el Observatorio Nacional de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, una forma de juntar las luchas y saber que son los mismos problemas y los mismos enemigos que tienen las comunidades indígenas en Honduras.
Buscamos articular las luchas para defender los bienes naturales y nuestros territorios, ya que hay empresas y personajes que quieren despojarlos para sacar ganancias de ellos.
RP. ¿Está consciente Tomás Gómez de los peligros que conlleva esa lucha, está consciente que esa lucha le costó la vida a Berta Cáceres?
TG. El Copinh tiene clara su visión y misión, es contra el modelo neoliberal, capitalista y patriarcal. Personalmente estoy consciente que ese posicionamiento trae consecuencias personales, comunitarias y como organización. Sabemos que estamos enfrentando un modelo, un sistema, un monstruo que tiene todo a su favor: medios de comunicación, poder judicial, legislativo y ejecutivo.
Somos conscientes que a Berta Cáceres la mató el modelo, fue asesinada por la empresa privada a través del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, fue asesinada por DESA pero detrás de esta empresa está la familia Atala, está la parte política del país, estamos conscientes es para truncar el proceso ha tenido Copinh.
Si creían que asesinando a Berta se acababa la lucha se equivocaron porque el Copinh está fortalecido.
RP. ¿Dónde encontrar esperanzas frente a esta realidad?
TG. Nosotros decimos que en Honduras la única esperanza parece que es la muerte, pero desde como Copinh, le apostamos a las comunidades organizadas que conscientemente se enfrentan al sistema. Las esperanzas nuestras recaen en la organización granítica y a tener claro hacia dónde vamos. Solo con esas energías podremos enfrentar estos monstruos, solo así pudimos enfrentar y sacar a Sinohydro de Río Blanco.
RP ¿Qué tipo de comunidades sueñan, qué país se quiere desde el Copinh?
TG. Soñamos con un país con justicia y equidad, donde se respete la autonomía y autodeterminación de las comunidades. El apostamos al desarrollo, pero no al empresarial sino un desarrollo que se construyan desde las necesidades de las regiones.
Preguntas Pin Pon (Le mencionamos una palabra y Tomás nos responde lo que significa o cree que es)
DESA= muerte
Berta Cáceres= Proyecto de vida
Copinh=una esperanza para las comunidades indígenas
Resistencia=proceso de lucha heroica del pueblo indígena Lenca y de los pueblos del mundo
JOH= muerte y entrega del territorio a manos privada
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