Por Manuel Suarez *
A la Madre Tierra
Bella y radiante fuiste creada, vestida con el multicolor de la selva natural, los pinos, los cedros, las caobas y laureles, macuelizos y ceibas, corteses, acacias y otros árboles eran el tejido de tu ornamento, decorado y perfumado con flores de radiantes colores y adornada con la fauna silvestre, las aves con sus cantos, el vuelo silencioso y cadente de las mariposas, la belleza pequeña del colibrí, el rugir imponente de tigres, leones y leopardos. El aullido de monos de variada especie, la naturaleza tenía su propio canto.
Así te creó, así te soñó el dueño de todo lo creado.
Con tu sangre, llamada agua dabas vida a todo lo vivo, sangre pura o agua pura era tu orgullo, agua dulce para dar vida a la vida , agua de mares y ríos para dar vida a otros seres vivos, lo armonioso, lo amistoso y el equilibrio del sistema era el estilo de convivencia natural, todos consumían lo que en tu faz producías , la creación estaba hermanada, existía la simbiosis unos cuidando de todos, había espacio para lo pequeño y para lo grande.
Así te creo, así te soñó el dueño de todo lo creado.
En tus entrañas guardabas riquezas jamás imaginables, fuentes de agua subterránea, acuíferos y humedales como reserva renovada para que nada faltara en el futuro de todo ser viviente, en tus entrañas guardabas minerales preciosos y de valor incalculable, fue tu secreto escondido a los ojos y al pensar de algunos seres vivos llamados humanos, eras bella y rica en tú exterior, bella y virgen en tu interior, fuiste creada para la vida y para que la gloria de tu creador se manifestara en todo tu ser.
Así te creó, así te soñó el dueño de todo lo creado.
Albergaste a otros seres vivos llamados seres humanos, eran tus hijos predilectos te ocupabas de ellos les regalaste los recursos para la vida. Muchos de estos hijos tuyos vieron en tu belleza natural, el lucro personal y en tus entrañas riquezas para explotar, y así destruyeron el decoro y el adorno de tu natural vestidura. Las aves, los cuadrúpedos los reptiles se convirtieron en victimas de sus hermanos los humanos, su hábitat fue destruido. Las caobas, los cedros y toda la selva fueron convertidos en mercancía. Envenenaron tu agua que es tu sangre y todas las fuentes de vida para la vida fueron destruidas, envenenaron tu piel con elementos extraños a tu naturaleza , ya no vuelan las mariposas, ya no vuela el colibrí, ya no hay el rugir del tigre del león y del leopardo ni el aullar de monos, ya no hay canto de aves. La madre tierra enmudeció quitaron su cantar, desnudaron y perforaron su piel, profanaron sus entrañas, violaron su estado virginal buscando convertir en mercancía toda su riqueza natural.
Así no te creó, así no te pensó el dueño de la creación.
De este apocalipsis en contra de la Madre Tierra, mucho se dijo, poco se hizo.
* Promotor social del ERIC y Radio Progreso
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