jueves, 3 de diciembre de 2015

Cúpula de la Iglesia Católica guarda silencio por la desaparición de 2 jóvenes en donde se involucra a sacerdote



Por Marvin Palacios

El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) remitió una carta el 10 de marzo al cardenal Oscar Andrés Rodríguez para transmitir la denuncia expuesta por Mélida Urrea referida al desaparecimiento en agosto de 2009, de sus hijas Yolanda Elizabeth Ramos Urrea (28) y Xenia Rosibel Ramos Urrea (14), en el que está involucrado un sacerdote del occidente del país.

La madre de las jóvenes acusó al sacerdote Francisco Abilio Rivas Cruz,( quien fungía como diácono en el año 2009) de la desaparición de sus hijas y de la violación de una de ellas, menor de edad.
Las muchachas desaparecieron después de ser vistas en la terminal de buses de La Entrada, Copán donde se reunirían con el sacerdote denunciado. Después de esa ocasión, no regresaron a su casa y nunca más se volvió a saber de ellas.
En 2011 el obispo de la Diócesis de Copán, Luis Alfonso Santos ordenó sacerdote  de la parroquia de la comunidad de la Entrada, Copán a Rivas Cruz. Posteriormente  el presbítero fue nombrarlo director de CARITAS Diocesana en Santa Rosa de Copán a inicios del año 2015.
Según la madre de la afectada, ella hizo en forma oportuna las denuncias del caso ante la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC), el Ministerio Público, el párroco Lucio Amaya  y ante el obispo de aquel entonces Luis Alfonso Santos, sin que ninguna de estas autoridades realizaran diligencias al respecto.
El silencio se convirtió en impunidad durante todos estos años. La señora Mélida Urrea ha buscado a sus hijas en las morgues judiciales y otras regiones de la zona occidental, sin dar con el paradero de las mismas.
Los familiares  han expresado que incluso el fiscal Jorge Gómez que llevaba el caso, “desapareció” el expediente en la fiscalía de la Entrada, Copán.
Ahora el cura Francisco Abilio Rivas Cruz, está asignado a la parroquia de San Juan Intibucá.
La madre de las jóvenes desaparecidas, lamenta que ni las autoridades eclesiales ni las judiciales hayan dado respuesta ante las denuncias que realizó en su momento.
Xenia Rosibel tenía novio y planeaban formar un hogar, mientras que Yolanda estaba casada y tenía dos hijas, pero vivía en la casa de sus padres, porque su esposo trabajaba en el extranjero.
“Las tenía amenazadas de muerte  si contaban que él la violó (a la hija menor), por lo que exijo a las autoridades que lo investiguen –al sacerdote Francisco Abilio Rivas Cruz- para que me devuelva a mis hijas que están desaparecidas, tengo cinco años de andar llorando y buscándolas y hasta el expediente desaparecieron en la fiscalía”, demandó la madre de las desaparecidas.
Mélida Urrea denunció el hecho durante el desarrollo del foro: Miradas de Mujeres organizado por el COFADEH y la Red de Defensoras y Defensores de derechos humanos del Occidente realizado en marzo de este en Santa Rosa de Copán.
En el foro, la madre expresó:  “Dicen que es un buen sacerdote, es salvadoreño, no sé dónde están mis hijas, él violó a la menor, la embarazó y por eso las desapareció y  también desparecieron los expedientes judiciales”.
Urrea señaló que “el (sacerdote)   es el culpable de todo eso, nunca pensé que ese hombre era una mala persona”.
Trascendió que luego de conocerse de las denuncias, el sacerdote Francisco Abilio Rivas Cruz fue transferido a una iglesia en San Juan, Intibucá.
Esta denuncia fue divulgada por diferentes medios de comunicación, para el caso con fecha 26 de febrero 2015, en su página web, la emisora HRN tituló:…”Sacerdote salvadoreño acusado en Honduras por secuestro y violación”.
Por su parte el portal www.ultimahora.hn tituló al respecto: “Otro sacerdote católico también enfrenta acusación por violación en San Juan, Intibucá.

Mientras que la versión digital del periódico El Heraldo (www.elheraldo.hn) reprodujo la denuncia de los familiares de las dos jóvenes desaparecidas.
La nota del Heraldo publicada el 5 de marzo de 2015, en uno de sus párrafos detalló que “el indignado padre de familia aseguró que el mismo sacerdote (Francisco Abilio Rivas Cruz) ha llevado a la iglesia a menores de varias comunidades hondureñas para dar rienda suelta a su bajos placeres”.
La cédula de la denuncia expuesta ante la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC) de fecha 31 de agosto de 2009, señala que Yolanda Elizabeth Ramos Urrea (28) y Xenia Rosibel Ramos Urrea (14) fueron vistas en la terminal de buses de La Entrada, Copán y que venían de visitar a Francisco Abilio Rivas Cruz, “pero dice él que no llegaron donde él estaba”.
Diligencias practicadas por el COFADEH registran el envío de la denuncia del caso a la Fiscal Especial de la Niñez, Nora Urbina el 13 de marzo de 2015.
 La Coordinadora General del COFADEH, Bertha Oliva señaló que “tenemos una prohibición ética y moral en no ser indiferentes, por lo que vamos a iniciar el proceso de documentar el caso y realizar acciones que procedan en cuanto a la denuncia. La desaparición forzada es un crimen que lesiona la humanidad interna y no prescribe, pues doña Mélida no denunció la violación en su momento, por temor y para no desacreditar a su hija”.
Para la defensora de derechos humanos, es preocupante el nivel de indiferencia en la zona de occidente, por lo tanto hay que poner en debate público la denuncia, porque también pone en alto riesgo la seguridad de la familia de las muchachas desaparecidas.

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