jueves, 1 de octubre de 2015
Violencia sexual contra la mujeres e impunidad caminan de la mano en Honduras
Un estudio concluye que las actuales políticas de seguridad han fallado en garantizar estrategias que ataquen las razones estructurales de la violencia sexual contra las mujeres hondureñas, prueba de ello es que más del 90 por ciento de las denuncias interpuestas por diversos tipos de violencia, entre ellas la sexual, están en la impunidad.
El estudio, que fue realizado por el Centro de Derechos de Mujeres -CDM-, revela que entre los años 2011 y 2014, en Honduras se registraron más de 15 mil denuncias de mujeres que fueron víctimas de algún tipo de violencia sexual, es decir, que cada tres horas una hondureña realiza una denuncia de ese tipo.
Regina Fonseca, integrante del CDM y quien realizó la investigación, explica que del total de denuncias solamente 888 tienen sentencia condenatoria, dejando el 94 por ciento restante en la impunidad.
“El 77 por ciento de los delitos sexuales denunciados corresponden a tipos de agresiones que podrían resultar en un embarazo. Al mantener legal la anticoncepción de emergencia, el Estado ha expuesto en cinco años a más de 11 mil mujeres y adolescentes a embarazos producto de una violación”, explica.
En cinco años, las denuncias de desapariciones de mujeres han aumentado en más del 200 por ciento, y, según análisis en delitos de carácter trasnacional, es probable que muchas mujeres sean víctimas de redes de trata de personas con fines de explotación sexual comercial, las cuales más del 50 por ciento se registran en el departamento de Cortés, revelan los hallazgos del estudio.
“Mujeres desinformadas”
Sin embargo, Indira Ebert, representante de la Unidad de Género de la Policía Nacional, dice que el porcentaje de las denuncias que no obtienen una sentencia condenatoria es por falta de información de las mujeres que han sido víctimas: “sabemos que la evidencia en este caso es física y la que tienen ellas, precisamente, es su cuerpo; muchas mujeres se bañan porque en ese momento nadie está preparado para un delito como ese, sin embargo debemos educar a nuestras hijas, a las niñas y a las jóvenes para que entiendan cual es la ruta deben seguir para protegerse y poder hacer la acción penal”.
Ebert reconoce que existen barreras, que comienzan en las postas policiales, para lograr interponer una denuncia de cualquiera de los delitos que abarca la violencia sexual contra las mujeres, niñas y adolescentes.
En el estudio del CDM, también se destaca que las sobrevivientes de violencia doméstica enfrentan enormes obstáculos para poder denunciar, entre ellas: el estigma social y el temor a represalias del agresor, solo el 11 por ciento logra interponer una denuncia.
Para el defensor de los derechos humanos, Wilfredo Méndez, otro de los obstáculos es la falta de confianza en un sistema de justicia que ha sido alcanzado por las mafias más grandes de la corrupción.
“Hay elementos que hay que resaltar y es el tema de la cifra que queda en el anonimato, en la obscuridad, en ese sentido, lo que podemos conocer apenas es una pequeña parte de aquellas mujeres que se atreven a denunciar la violencia sexual y violencia doméstica. Hay otro tipo de persona que no hacen estas denuncias por las relaciones que puedan tener con el agresor, también hay otros elementos que valoran y es el tema de para qué denunciar si no hay resultados, por lo tanto estos factores de no acompañamiento y de no resultados en el sistema de justicia hacen que las mujeres denuncien mensos las agresiones y arrastren una serie de consecuencias negativas para su vida”, opina Méndez.
El Estado hondureño debe asumir los compromisos y tratados internacionales a los que está suscrito, para garantizar a las mujeres, niñas y adolescentes el respeto de su derecho a una vida libre de violencia, el goce de sus derechos sexuales y reproductivos.
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