sábado, 11 de julio de 2015
Posición del STIBYS frente a la corrupción, la impunidad y el colapso de la institucionalidad en los tiempos de la indignación nacional
La corrupción llegó a nuestro continente con la conquista misma. El saqueo, el pillaje, el robo de tierras y riquezas minerales que fueron arrebatadas a los aborígenes y dueños de estas tierras, establecieron una economía de despojo y se convirtieron en la fuente de acumulación de capital para el floreciente capitalismo europeo. Ya en la reciente historia los robos perpetrados al Estado de Honduras y a la Corporación Nacional de Inversiones (CONADI), por militares golpistas, algunos empresarios y políticos corruptos en los años 70 y 80 del siglo pasado, generó una deuda externa de más de cinco mil millones de dólares que por impagable casi llegó a paralizar el país. No había divisas para pagar la factura petrolera a finales de los 80.
A esa situación nos llevaron el FMI, al otorgar préstamos a gobiernos golpistas y empresarios que sabían se los robarían, para después chantajearnos con la Impagable Deuda Externa resultante. La incapacidad de pagar esa deuda, la imposibilidad de obtener más préstamos y la casi paralización del país, permitió al FMI chantajearnos.
El chantaje consistió en que al gobierno le otorgarían más préstamos y le prolongarían los plazos para pagar la deuda externa, solo si imponía al pueblo el llamado “Programa de Ajuste Estructural de la Economía”, para ello manipularon a los hondureños en la campaña electoral de 1989. El Partido Nacional ganó las elecciones oficializando a partir de 1990 el “Modelo Neoliberal”.
El FMI para salvar el statu quo e imponer el “Programa de Ajuste Estructural”, prácticamente protegió a los corruptos avalando la impunidad y cargando en las espaldas del pueblo la deuda que vía impuestos nos tocó pagar.
Como producto de la corrupción de las décadas de los 70 y 80 surgieron nuevos ricos en la industria, agricultura y banca. Miguel Facusse fue uno de ellos. Se comprobó así que la corrupción es clave para acumular capital y un resorte del poder para la impunidad. Por ello quienes se han propuesto combatir la corrupción como simple fenómeno que debe ser castigado por el derecho penal, sin tocar o denunciar el sistema capitalista, fracasan, pues la corrupción es propia de todas las sociedades divididas en clases, una forma de acumular capital, un resorte del Poder y su combate, una forma de la lucha de clases.
La corrupción en el Siglo XXI, de nuevo como instrumento de Poder y Acumulación de capital
De nada sirvió que nos condonaran buena parte de la vieja deuda externa por ser un país pobre altamente endeudado, cuando en el presente siglo la corrupción continua y uno de sus resultados es el incremento de la impagable deuda externa e interna que ya suma diez mil millones de dólares. El FMI para defender el capitalismo en Honduras y su modelo neoliberal, a sabiendas que buena parte de la nueva deuda es producto de la corrupción y conociendo del atraco al IHSS, suscribió con el gobierno una Carta de Intenciones para otorgarle nuevos préstamos, a cambio de privatizar las empresas que aún le quedaban al Estado y permitirle apropiarse de los Fondos de Pensiones con los cuales se pretende realizar inversiones riesgosas. De nuevo el FMI promueve la corrupción para defender el capitalismo, avala la impunidad y carga las deudas sobre las espaldas del pueblo.
Hoy la economía hondureña esta caracterizadas por la implementación más descarnada del modelo neoliberal que ha traído como consecuencia, entre otros, el incremento de la deuda interna y externa, Tratados de Libre Comercio y un proceso de achicamiento del Estado que ha implicado: a) eliminación o baja de impuestos de importación con la consecuente pérdida de ingresos a las arcas nacionales y desprotección de la producción nacional; b) rebaja del impuesto sobre la Renta al gran capital; c) privatización de los servicios públicos y bienes comunes en manos del Estado; d) pérdida de decenas de miles de millones de lempiras anuales en transferencias al gobierno por las privatizaciones; e) cubrimiento de los déficit fiscales de las empresas del Estado en quiebra; f) exenciones fiscales al gran capital; g) actos de corrupción premeditados en las instituciones del Estado; g) golpe de Estado del 28 de junio 2009; etc.
De este proceso han resultado nuevos ricos como los conjuntados en los grupos TERRA y COLIBRÍ, la destrucción de la incipiente industrialización del país para fortalecer importadores como los de DIUNSA, LADY LEE, MENDELS, BULTOS, arroceros, etc. Se ha concentrado la tierra en menos manos y promovido, en tierras donde se producían alimentos que hoy importamos, el cultivo de la palma africana y caña de azúcar para la exportación; se ha generado más de un millón de desempleados que aumentan cada año convirtiéndolos en migrantes, vendedores ambulantes, delincuentes, etc. En síntesis, el poder del capital ha aumentado y disminuido el del Estado.
Consecuencias
Honduras ha rebasado muchos de los indicadores tolerables para una sociedad moderna y respetuosa de los Derechos Humanos como son la criminalidad, narco tráfico, pobreza, indigencia, salubridad, analfabetismo, desempleo, explotación del hombre por el hombre, concentración de la riqueza y el ingreso, etc.; la institucionalidad debilitada, aún más después del golpe de Estado de 2009, ha desbocado a los corruptos, y fortalecido la impunidad. Vivimos una institucionalidad colapsada y una pérdida casi total de credibilidad, confianza y legitimidad en quienes están al frente de las principales instituciones que componen el Estado.
La corrupción y la impunidad, exacerbados por el premeditado y criminal saqueo del IHSS para privatizarlo y financiar una campaña política, sus efectos en la mortalidad de casi tres mil personas, la desatención integral de miles de sus derecho habientes; son fenómenos intolerables que agudizan la crisis, y movilizan a enormes masas de indignados e indignadas para exigir el castigo a los responsables y recuperación de lo atracado. La Fiscalía sin duda ha sido cómplice por acción u omisión.
Los verdaderos responsables acuden a acciones distractoras, como son las marchas paralelas de nacionalistas obligados o pagados; los atentados a la libertad de expresión; la creación de una Comisión Multipartidaria; la propuesta impuesta desde el poder, llamada “Sistema Institucional Hondureño Contra la Impunidad (SIHCI)”. Todas esas acciones desesperadas del régimen, son concebidas para fortalecer la institucionalidad de JOH, para crear esperanzas en el pueblo y confianza en una institucionalidad colapsada, para aparentar neutralidad, apertura y por ende desmovilizar al pueblo. En resumen estas acciones además de detractoras, son una burla al pueblo Indignado porque ya no aguanta más y a la “Comisión de la Verdad”.
Pero ante la contundencia de la denuncia y de las pruebas mostradas por el periodista David Romero Elner, todas esas maniobras solo han servido para indignar y movilizar más a la población, porque han generado más desesperanza, desconfianza y exacerbado en las calles las exigencias de la renuncia del Presidente Juan Orlando Hernández y la petición de la CICIH a la ONU.
El STIBYS como parte del pueblo indignado considera que además de continuar en las calles debemos realizar y apoyar otras acciones que surjan y de ser necesario llegar hasta la paralización del comercio, la banca, la agricultura, agroindustria, el transporte, la industria, las entidades públicas, etc., hasta lograr la urgente instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIH) de Naciones Unidas, el juicio político al Fiscal, Fiscal Adjunto y la sustitución por el Congreso Nacional de los integrantes de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de justicia. Si el Presidente de la República está implicado en actos de corrupción, también debe ser enjuiciado políticamente.
No hay que permitir que sea el gobierno quien negocie con Naciones Unidas las condiciones en que funcionará la CICIH. Las resoluciones de la CICIH, deberán tener carácter vinculante para todos los efectos legales. La CICIH tendrá que ser una Fiscalía Especial con un Comisionado nombrado por Naciones Unidas y un gran equipo de especialistas contratados por lo menos para cinco años.
Pueblo Hondureño: ante la tragedia que vivimos, el verdadero dialogo, es la Asamblea Nacional Constituyente originaria como única alternativa para empezar a superarla, democratizar el país y desarrollar nuestras fuerzas productivas.
El otro “diálogo” dirigido por alguien que ha aceptado que su partido recibió fondos para la campaña electoral proveniente del asalto a nuestro IHSS, además de impensable será más de lo mismo y esperamos que las Centrales Obreras no lo apoyen.
San Pedro Sula 2 de julio 2014
Por la Junta Diectiva Central del STIBYS
Carlos H Reyes Javier Enrique Suazo Suazo
Presidente Secretario de Actas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario