jueves, 30 de julio de 2015

Oficial intimida a un niño por expresarse en zona de huelga de indignados



Por Sandra Rodríguez

Un oficial de apellido Cruz amenazó a mi hijo de 12 años , cuando pasábamos frente a Casa de Gobierno, allí por donde se realiza la huelga de hambre, denunció con mucha preocupación Elvin Mejía, en las oficinas del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, y ante el Ministerio Público.

La situación es muy preocupante, pues estamos en un ambiente donde no se respeta la vida e integridad de las personas, mucho menos de aquellas que expresan sus sentimientos de indignación en la calle, comentó Mejía.
Y es que a eso de las 6:30 p.m. de ayer 20 de julio, la familia Mejía iba en su automóvil por el boulevard Juan Pablo II de Tegucigalpa, allí se ubica la Casa Presidencial y más de 20 indignados en huelga de hambre, desde el 22 de junio pasado.
Me agredió verbalmente a mi hijo, y eso ha dañado sicológicamente  a mi hijo, quien no quiere ir ni clases, por temor a las amenazas del oficial.
En Honduras, a finales de mayo se inició una serie de movilizaciones masivas, encabezada por jóvenes denominados “OposiciónIndiganda”, con el que miles de personas salen a las calles en horas de la tarde-noche con antorchas encendidas, unificando el lema “Fuera JOH” para exigir la renuncia del mandatario hondureño Juan Orlando Hernández, y la exigencia para que solicite a la Organización de las Naciones Unidas, ONU, la instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIH.
Entre las consignas del grupo de los indignados, que ha ido  en aumento en sus protestas, surgen diferentes expresiones populares y de la invención popular, justo una de estas, gritó la familia Mejía, cuando pasaba por la denominada “zona CICIH”  donde siempre hay permanencia policial y militar, incrementada con operativos de tránsito vehicular en el entorno del campamento de los huelguitas.
Uno de los miembros de la familia, gritó ¿Cuál es la ruta?Y los demás contestaron “sacar ese jihueputa? Una de las expresiones más repetidas por la población, y que se la dedican al presidente, quien solo tiene año y medio de su gestión, siendo un total de cuatro años.  
En eso, un inspector de la policía Nacional de Tránsito, les hizo señal de parada, solicitó a Mejía los documentos y la inspección de rutina, cuando se acercó el de apellido Cruz y pidió a las personas que bajaran del carro, quedando a bordo solo el padre y madre de familia.
Quienes bajaron eran tres menores de edad y dos jóvenes, Cruz se dirigió al niño de 12 años y le preguntó ¿Por qué se metía con su mamá?  Y el pequeño le dijo que en ningún momento se había dirigido a él.
El niño soltó en llanto al recordar las palabras que le dijo el Oficial, quien se identificaba con el apellido Cruz, me dijo que “personas como yo no tenían que estar en este mapa” y eso no tienen que decírselo a un niño, es como que a uno le a sus hijos digan que lo van a matar, y da miedo, expresó la víctima, quien hoy no quiso ir a su centro de estudios porque teme por su vida.
Además no tienen porque callarnos al expresar nuestras ideas, nosotros nos solidarizamos con las personas en la huelga de hambre, y la policía hace cosas para imponer miedo, declaró Mejía, quien dijo ser un indignado más ante las acciones de corrupción e impunidad en el país.
No nos pueden violentar nuestro derecho a la libre expresión, pues no ofendemos a los policías ni militares, ellos también son parte del pueblo, y tampoco ellos pueden violentar nuestro derechos a la libre locomoción, pues la calle es de todas y todos los hondureños, afirmó el padre de la víctima.
Este boulevard fue cerrado el 22 de junio, cuando tres jóvenes indignados iniciaron la huelga de hambre exigiendo la CICIH, unas semanas después los mismos policías y militares quitaron las vallas metalizas y abrieron el paso vehicular. El pasado jueves 16, los huelguistas que sumaban a 21 personas, decidieron caminar hasta el portón de Casa Presidencial, a unos 200 metros del campamento, pero los efectivos armados les impidieron el paso, y la calle fue cerrada nuevamente, hasta el fin de semana pasado, pues los manifestantes dijeron que volverían intentar caminar la “casa que es del pueblo”, y donde no se les atiende.
Cada día se unen más personas en esta lucha para exigir justicia por la corrupción, que tiene como caso emblemático el desfalco más grande de la historia, 7 mil 300 millones de lempiras del Instituto Hondureño de Seguridad Social, IHSS,  que entre 2012 y 2014, cobró 2800 víctimas mortales por no recibir la atención medica debida, y que afecta a más de medio millón de afiliados, a quienes se les debe el  pago de pensiones, jubilaciones e incapacidades, y no hay medicinas ni equipo en buen estado.
Mañana, cuando se cumple un mes de la huelga de hambre, un grupo de los 22 huelguistas, caminarán a la casa de las Naciones Unidas en Tegucigalpa a dejar una carta donde se manifiesta sus exigencias, instalación de la CICIH, renuncia del Fiscal General y su adjunto, y el juicio político para el presidente de Honduras.
La caminata será despacio, pues los huelguistas que tienen entre nueve y 20 días de no comer alimentos sólidos, muestran debilidad y cansancio. Ahí hay indígenas de las tribus Tolupanes, Lencas, campesinos del Bajo Aguan ciudadanos y ciudadanas del norte y sur del país, y defensores de derechos humanos.   

Un oficial de apellido Cruz amenazó a mi hijo de 12 años , cuando pasábamos frente a Casa de Gobierno, allí por donde se realiza la huelga de hambre, denunció con mucha preocupación Elvin Mejía, en las oficinas del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, y ante el Ministerio Público.
La situación es muy preocupante, pues estamos en un ambiente donde no se respeta la vida e integridad de las personas, mucho menos de aquellas que expresan sus sentimientos de indignación en la calle, comentó Mejía.
Y es que a eso de las 6:30 p.m. de ayer 20 de julio, la familia Mejía iba en su automóvil por el boulevard Juan Pablo II de Tegucigalpa, allí se ubica la Casa Presidencial y más de 20 indignados en huelga de hambre, desde el 22 de junio pasado.
Me agredió verbalmente a mi hijo, y eso ha dañado sicológicamente  a mi hijo, quien no quiere ir ni clases, por temor a las amenazas del oficial.
En Honduras, a finales de mayo se inició una serie de movilizaciones masivas, encabezada por jóvenes denominados “OposiciónIndiganda”, con el que miles de personas salen a las calles en horas de la tarde-noche con antorchas encendidas, unificando el lema “Fuera JOH” para exigir la renuncia del mandatario hondureño Juan Orlando Hernández, y la exigencia para que solicite a la Organización de las Naciones Unidas, ONU, la instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIH.
Entre las consignas del grupo de los indignados, que ha ido  en aumento en sus protestas, surgen diferentes expresiones populares y de la invención popular, justo una de estas, gritó la familia Mejía, cuando pasaba por la denominada “zona CICIH”  donde siempre hay permanencia policial y militar, incrementada con operativos de tránsito vehicular en el entorno del campamento de los huelguitas.
Uno de los miembros de la familia, gritó ¿Cuál es la ruta?Y los demás contestaron “sacar ese jihueputa? Una de las expresiones más repetidas por la población, y que se la dedican al presidente, quien solo tiene año y medio de su gestión, siendo un total de cuatro años.  
En eso, un inspector de la policía Nacional de Tránsito, les hizo señal de parada, solicitó a Mejía los documentos y la inspección de rutina, cuando se acercó el de apellido Cruz y pidió a las personas que bajaran del carro, quedando a bordo solo el padre y madre de familia.
Quienes bajaron eran tres menores de edad y dos jóvenes, Cruz se dirigió al niño de 12 años y le preguntó ¿Por qué se metía con su mamá?  Y el pequeño le dijo que en ningún momento se había dirigido a él.
El niño soltó en llanto al recordar las palabras que le dijo el Oficial, quien se identificaba con el apellido Cruz, me dijo que “personas como yo no tenían que estar en este mapa” y eso no tienen que decírselo a un niño, es como que a uno le a sus hijos digan que lo van a matar, y da miedo, expresó la víctima, quien hoy no quiso ir a su centro de estudios porque teme por su vida.
Además no tienen porque callarnos al expresar nuestras ideas, nosotros nos solidarizamos con las personas en la huelga de hambre, y la policía hace cosas para imponer miedo, declaró Mejía, quien dijo ser un indignado más ante las acciones de corrupción e impunidad en el país.
No nos pueden violentar nuestro derecho a la libre expresión, pues no ofendemos a los policías ni militares, ellos también son parte del pueblo, y tampoco ellos pueden violentar nuestro derechos a la libre locomoción, pues la calle es de todas y todos los hondureños, afirmó el padre de la víctima.
Este boulevard fue cerrado el 22 de junio, cuando tres jóvenes indignados iniciaron la huelga de hambre exigiendo la CICIH, unas semanas después los mismos policías y militares quitaron las vallas metalizas y abrieron el paso vehicular. El pasado jueves 16, los huelguistas que sumaban a 21 personas, decidieron caminar hasta el portón de Casa Presidencial, a unos 200 metros del campamento, pero los efectivos armados les impidieron el paso, y la calle fue cerrada nuevamente, hasta el fin de semana pasado, pues los manifestantes dijeron que volverían intentar caminar la “casa que es del pueblo”, y donde no se les atiende.
Cada día se unen más personas en esta lucha para exigir justicia por la corrupción, que tiene como caso emblemático el desfalco más grande de la historia, 7 mil 300 millones de lempiras del Instituto Hondureño de Seguridad Social, IHSS,  que entre 2012 y 2014, cobró 2800 víctimas mortales por no recibir la atención medica debida, y que afecta a más de medio millón de afiliados, a quienes se les debe el  pago de pensiones, jubilaciones e incapacidades, y no hay medicinas ni equipo en buen estado.
Mañana, cuando se cumple un mes de la huelga de hambre, un grupo de los 22 huelguistas, caminarán a la casa de las Naciones Unidas en Tegucigalpa a dejar una carta donde se manifiesta sus exigencias, instalación de la CICIH, renuncia del Fiscal General y su adjunto, y el juicio político para el presidente de Honduras.
La caminata será despacio, pues los huelguistas que tienen entre nueve y 20 días de no comer alimentos sólidos, muestran debilidad y cansancio. Ahí hay indígenas de las tribus Tolupanes, Lencas, campesinos del Bajo Aguan ciudadanos y ciudadanas del norte y sur del país, y defensores de derechos humanos.


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