miércoles, 1 de octubre de 2014
"Libertad tiene nombre de mujer": Un Documental que revela la lucha de Indígenas y Garífunas
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y desde esta premisa se ha desarrollado una nueva tendencia de la comunicación: el documental social. Libertad tiene nombre de mujer es un documental producido por las Hermanas de la Misericordia a través de su programa Tejedoras de Sueños que trabaja procesos organizativos en zonas vulneradas y con mujeres que defienden sus territorios y la vida misma.
Libertad tiene nombre de mujer cuenta la historia de varias mujeres en distintas localidades, mujeres que no se conocen pero que sin saber, son unidas por algo tan fundamental como su razón de vivir: la defensa de sus territorios, de la madre tierra, de la vida comunitaria, de la libertad de expresión.
Esta semana en el marco del día de la misericordia se presentó este trabajo en el museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula. Nelly del Cid de Tejedoras de Sueños, dijo que el documental pretende ser una herramienta para conocer la realidad de violencia, despojo y represión en que viven las comunidades indígenas y garífunas en Honduras.
“Pero de manera especial en el video se refleja la fuerza con que las mujeres se plantan en sus comunidades para evitar el despojo del capital transnacional amparado por los gobiernos. Esas mujeres son la muestra de la lucha pacífica y entregada por defender la vida”, dijo del Cid.
Sus historias
En la aldea San Francisco de Locomapa, en la tribu del mismo nombre vive Merary con sus 3 niñas y un niño. Cargando al más pequeño a quien amamanta aún, Merary convoca a reuniones, trabaja la tierra y planifica acciones en defensa del bosque y los ríos, fuente de vida para cientos de indígenas tolupanes hermanos y hermanas suyos.
En Locomapa, la situación de violencia y criminalización de esta lucha ha derivado en asesinatos. En agosto pasado se cumplió un año después del asesinato de 3 indígenas, una de ellas, mujer amiga de Merary y de muchas otras mujeres que con sus hijos en brazos, valientemente se oponen a la explotación minera y a la deforestación. El documental nos acerca a la realidad de este pueblo tolupan, que ha perdido buena parte de su cultura, su idioma, muchas veces por el miedo instaurado por grandes terratenientes y empresarios explotadores del bosque.
Comunicadora
Libertad tiene nombre de mujer también cuenta la historia de Albertina Manueles Pérez, corresponsal de Radio Progreso en San Francisco de Opalaca departamento de Intibucá. Albertina, siempre cargando su hijo más pequeño (Joel), estuvo acusada del delito de sedición tras informar sobre un conflicto político dado en su municipio después de un empate en la elección de la corporación municipal. Los indígenas lencas que habitan este municipio decidieron elegir las autoridades mediante asamblea y las instituciones del Estado junto al candidato perdedor (de partido de gobierno) criminalizaron este hecho. Albertina estuvo allí informando, ese fue su delito.
Así Albertina y sus hijos comenzaron un proceso de persecución y amenazas. El documental nos muestra esa mujer que con fuerza, aun en medio de los conflictos, cree que ella tiene que hablar. Si no es ella ¿quién? “las mujeres poco participan, por eso debo aprovechar la oportunidad que tengo”, dice Manueles.
Indica la analista Melissa Cardoza, en este documental que las mujeres indígenas y garífunas, aun cuando no se les garantiza el ejercicio de sus derechos, están lejos de ser vulnerables. Estas mujeres son fuertes y tienen una forma de ver el mundo distinto a la que la cultura occidental nos ha impuesto. “Los pueblos indígenas creen que en los ríos viven espíritus de niñas y no solo los defienden por lo que puedan sacar de él sino por su propia espiritualidad, por ejemplo”, explica Cardoza.
Por su parte la analista Helen Ocampo explica que las mujeres son vulneradas, especialmente si pertenecen a comunidades empobrecidas donde no hay acceso a una vida digna y mucho menos a comunicar la situación en la que viven. “En Honduras hay una gran desigualdad en el acceso a medios de comunicación, y vemos que las comunidades tienen siempre algo que decir sobre sus recursos, sobre cómo viven la vida en general”, sentencia Ocampo. Albertina es el vivo ejemplo de esto.
Mujeres de frente en la lucha
En Triunfo de la Cruz, Tela, Atlántida, funciona una radio comunitaria llamada en garífuna “Faluma Bimetu” que significa en español “Coco Dulce”. Esta emisora ha sufrido atentados y sigue siendo amenazada al igual que toda la comunidad por proyectos turísticos que quieren despojar al pueblo de sus bienes, de sus playas.
En esta radio trabajan mujeres, dirigen programas con el objetivo de unirse en contra de estos proyectos que van contra la vida, según ellas. En este documental la imagen del mar se entrelaza con esas arrugas, cicatrices y brillo de ojos que iluminan la presencia de estas mujeres. Allí esta Olivia con su hermana, muchas mujeres que se dedican al comercio y la cocina tradicional, a conservar su cultura, pero también sus tierras.
“Las mujeres siempre hemos estado de frente en la lucha, somos las más valientes en decir todo lo que pasa aquí aunque eso traiga consecuencias”, dice Dixa Bulnes, de la comunidad San Juan en Tela, quien reúne a sus hermanas, amigas y vecinas para luchar por la libertad.
Este documental tiene de base la defensa del derecho a la libre expresión, en una sociedad donde el silencio ha sido la regla en la vida de las mujeres, pero que hoy intentan romper esa lógica de sumisión y censura.
Para acceder al documental, cliquee aquí: http://www.youtube.com/watch?v=b-0U-7ki_g4
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