Después de tres años y medio de lucha y espera por parte de los familiares de las víctimas por fin se elevó a juicio oral y público, el proceso judicial en contra de tres miembros de la Policía Nacional Preventiva, acusados por el asesinato de tres jóvenes en la aldea Agua Blanca Sur, El Progreso, Yoro.
Los jóvenes, Nahúm Murillo, Neptaly Galeano y Narzy Bonilla, fueron ejecutados de varios balazos el uno de febrero del 2011 en el balneario Los Encuentros. Los policías señalados en el triple crimen son: Santos Fidencio Pérez Corea, Mario Alexis Corea Hernández y Glendi Georgina Rosales Martínez, quienes estaban asignados para ese entonces a la posta policial de dicha comunidad.
En la audiencia probatoria celebrada a inicios de semana en el Juzgado de Letras, de El Progreso, el juez aceptó los medios de prueba presentados por la Fiscalía, sobre el triple crimen y programó el juicio oral y púbico para el 1 y 2 de octubre del 2015, de acuerdo a lo manifestado por el abogado Omar Menjivar, acusador privado.
“El proceso judicial sobre este caso ha sido lento y engorroso, volviéndose cómplice de la misma situación de impunidad. Esto queda demostrado con el tiempo establecido para el juicio oral y público, recordemos además, que ya han pasado tres años del caso y no hay nadie tras las rejas a pesar de tener pruebas contundentes que involucran a los uniformados en el crimen de nuestros hijos,”, indicó Merlín Bonilla, padre de Narzy Bonilla unos de los jóvenes asesinados.
Bonilla, agregó que no cesará en su búsqueda de justicia, para que la ejecución de su hijo y los otros dos jóvenes no quede en la impunidad.
Antecedentes
Los tres jóvenes salieron el martes 1 de febrero del 2011, en horas de mañana con la intención de trasladarse a un balneario ubicado en la parte alta de la comunidad. Horas más tarde fueron encontrados asesinados. Cerca de los cadáveres se encontró un casquillo de fusil y uno posiblemente de arma calibre 22.
Además, se encontró a la par de los pies del cadáver de Narcy un radio de comunicación, este aparato fue decomisado por el Sargento Rosales, Jefa de la Policía de Agua Blanca, declaró en su momento Bonilla.
Posteriormente, se encontraron más evidencias que implican como ejecutores del crimen a la y los policías Glendi Georgina Rosales, Santos Fidencio Pérez Corea y Mario Alexis Hernández Corea, mientras que a un policía de apellido “Ponce” en el transcurso del juicio, no se logró identificar como implicado, denunció Merlín Bonilla.
"Hemos estado tratando de hacer lo que podemos para obtener un poco de justicia, hasta ahora lo que hemos logrado conseguir aunque sea para dentro de un año es el juicio oral y público, donde conoceremos si estos policías son castigados o absueltos", explicó Bonilla.
En la primera etapa del juicio estos policías fueron absueltos por la jueza Wendy Vanessa Caballero, a quien la familia Bonilla denunció en la inspectora de tribunal por la decisión que tomó, Caballero ya tenía antecedentes de denuncias en otros casos.
Hasta ahora dos policías siguen en completas funciones según Bonilla y solamente Glendi Georgina Rosales Martínez se retiró voluntariamente de la institución policial.
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