miércoles, 1 de octubre de 2014
Alarmante armamentismo amenaza a Honduras
Honduras es calificado como el país más violento del mundo, donde aproximadamente 20 personas son asesinadas a diario con armas de fuego. Sin embargo las políticas encaminadas a bajar la cultura armamentista no tienen resultados positivos porque no se ataca el verdadero problema.
La última decisión tomada desde el Congreso Nacional (CN), a petición de la Policía Nacional Preventiva, fue ampliar por seis meses más la amnistía para el registro de armas sin factura o no compradas en la Armería Nacional, que vencía el próximo 30 de octubre.
Al finalizar la extensión de la veda sólo se podrán registrar armas compradas en la Armería Nacional desde donde en los 40 años de su fundación ha vendido 214 mil armas de fuego, según datos oficiales.
Actualmente en el país existen aproximadamente 1.8 millones de armas, de las cuales 600 mil están legalmente registradas, mientras más un millón de armas circulan ilegalmente, según acuerdo a datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Las frías estadísticas muestran que en los últimos nueve años fueron asesinados producto de un arma de fuego más de 36 mil personas en su mayoría jóvenes de entre 16 y 30 años de edad.
Varios estudios realizados por organizaciones internacionales indican que las armas preferidas por el crimen organizado en Honduras son: la escuadra 9 milímetros, AK -47, pistola calibre 3-80, el fal m74, R= 15, el rifle 2.23 entre otras.
Dando palos de ciego
“La iniciativa es buena pero el grave problema que tenemos en Honduras es el horrendo índice de asesinatos con armas prohibidas en posesión de los delincuentes como las AK-47 y otras armas ilegales”, indicó el comisionado de Policía, Aldo Oliva.
Consecuentemente, el Estado debe concentrarse en resolver el problema de los criminales con AK-47 y otras armas no registradas, y no central en resolver problemas que muy poco existen con los ciudadanos y sus armas registradas; revólveres, pistolas, rifles y escopetas de todo calibre, señaló Oliva.
“Es al delincuente a quien se le debe impedir eficazmente que tenga armas, no al ciudadano; pero la agudización del control de armas que ya existe afectaría únicamente al buen ciudadano, ya que tales prohibiciones de hecho no abarcan a los delincuentes porque no las obedecen o porque usan armas ilegales como AK-47 y otras”, indicó Oliva.
Manifestó que otro elemento importante que se debe priorizar y ejecutar transparentemente es una verdadera depuración policial y la potencializar la Policía Nacional Preventiva, y no a la militarización de la sociedad que tanto daño le está causando al país.
Creciente tasa de asesinatos
La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes ha pasado de 42,1, en 1999, a 79.9, en 2013 y la media en el mundo no alcanza los diez. Incluso, Honduras dobla a su inmediato perseguidor en Iberoamérica, Venezuela, con poco más de cincuenta. Su inestabilidad se debe a la mayor gravedad de enfermedades que van camino a hacerse crónicas en el país: la pobreza, el narcotráfico, inestabilidad política y la impunidad.
La crisis política ha influido en el agravamiento de la seguridad en Honduras. El episodio político más importante de los últimos años fue el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya Rosales, el 28 de junio de 2009. Y ahí, la desconfianza de los ciudadanos con la clase política se disparó, así como, en las instituciones. Además los índices de pobreza se han elevado considerablemente; según datos oficiales el 70% de la población vive bajo la línea de la pobreza, de este porcentaje el 40% vive en la miseria.
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