sábado, 6 de abril de 2013

Nos declaramos “malos hondureños y hondureñas”



Radio Progreso

El ministro de seguridad, Pompeyo Bonilla, ha comenzado esta semana criticando y llamando “malos hondureños” a aquellas personas que están exigiendo al gobierno estadounidense que suspenda su ayuda millonaria destinada a la Policía Nacional debido a sus vínculos con el crimen organizado.

Si es así, nos declaramos “malos hondureños y hondureñas” porque seguiremos denunciando que la Policía Nacional es responsable de graves actos de corrupción, asesinatos, extorsiones, torturas y otra larga lista de delitos y violaciones a derechos humanos contra la ciudadanía a quien debería de servir y proteger.

Nos declaramos “malos hondureños y hondureñas” porque seguiremos denunciando que la Policía Nacional es un instrumento que utiliza la fuerza excesiva y la represión para preservar el orden que requieren los grandes poderes fácticos del país, a quienes no les gusta que la ciudadanía haga uso legítimo de su derecho constitucional a la manifestación pacífica para exigir el cumplimiento de sus derechos.

Nos declaramos “malos hondureños y hondureñas” porque seguiremos denunciando el oscuro pasado del jefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, a quien se le señala por su supuesta participación en escuadrones de la muerte encargados de ejecutar una política de limpieza social para desaparecer y asesinar a presuntos delincuentes.

Nos declaramos “malos hondureños” porque seguiremos denunciando la total impunidad que ampara a los militares que atentaron contra el orden constitucional y que cometieron crímenes de lesa humanidad, y que hoy se presentan como los salvadores de la seguridad ciudadana, pese a que nuestra historia demuestra que su intervención en cuestiones de seguridad se encuentra acompañada de graves violaciones de derechos humanos. Un ejemplo reciente es el asesinato del adolescente Ebed Haziel Yánez a manos de militares que lo vieron como un enemigo de guerra porque éste no se detuvo ante un retén militar.

Nos declaramos “malos hondureños y hondureñas” porque seguiremos denunciando que toda la institucionalidad del sector justicia y seguridad ha colapsado y que el actual proceso de depuración iniciado hace un año es un total fracaso.

Nos declaramos “malos hondureños y hondureñas” porque seguiremos apostando por la vida digna y asumiendo nuestras posiciones desde las experiencias y expectativas de las miles de víctimas que diariamente recorren un tortuoso camino en su lucha silenciosa y silenciada contra la impunidad y el miedo.

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