Hace 10 años, un dictamen extendido por personal calificado del Hospital Militar recomendó “considerar la baja médica” por motivos de salud al actual director general de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla Valladares, cuando era un comisario y pretendía ascender a un rango superior, según documentación obtenida en exclusiva por Diario Tiempo.
La determinación surgió luego de que El Tigre Bonilla se encontraba recibiendo tratamiento médico por habérsele diagnosticado un Trastorno Ansioso Reactivo Severo, es decir, reacciones tanto emocionales como físicas diversas ante circunstancias que atraviesan las personas.
Según expertos en materia de salud mental, este tipo de alteraciones requiere de mucha terapia personal hasta que el afectado alcance un estado de ánimo y conciencia emocional.
A “El Tigre” Bonilla, no solo se le acusa de la autoría material de varios homicidios, sino también de falsificar documentos para su beneficio personal y alcanzar rangos en su carrera policial.
La parte médica dirigida por la siquiatra Ana Barahona le prescribió a Bonilla atención especializada (sicoterapia de apoyo) al igual que continuar en reposo hasta una nueva valoración, recibiendo una incapacidad médica.
Las recomendaciones están contenidas en un documento con membrete del Hospital Militar de Tegucigalpa, extendida el 30 de diciembre del 2003, y refrendada con firma y sello de la médico tratante y del jefe del Departamento de Servicios Médicos de ese sanatorio, doctor Miguel Ángel Chacón.
Pruebas físicas
En 2004, Juan Carlos Bonilla fue notificado que sus calificaciones de las pruebas físicas correspondientes a los periodos 2000 y 2001, (requeridas para un ascenso) quedaron “sin valor y efecto”, conforme a decisión del director general de Educación Policial, Mario Perdomo.
Al gozar de una incapacidad médica, El Tigre Bonilla se libró temporalmente de sus obligaciones policiales, buscando una excusa para eludir los exámenes físicos por motivos desconocidos y así no perder la oportunidad de ser promovido al rango inmediato superior (subcomisionado).
Meses más tarde, la entonces titular de la Policía Preventiva, Coralia Rivera Ramos, le envió un oficio (3190-2004) al entonces comisario, precisándole que en su expediente faltaba la evaluación de la suficiencia física de dos años (2000 a 2001), por lo que se le cedieron 10 días para cumplir con ese proceso.
En lugar de utilizar los medios adecuados para responder la notificación del Consejo Director de Ascenso dirigido por Rivera Ramos, un día después El Tigre firmó el referido oficio, que fue remitido con la petición de aplicársele las pruebas físicas restantes.
De acuerdo a declaraciones de un entrevistado que prefirió no revelar su identidad por motivos de seguridad, “Bonilla falseó dos documentos y eso dentro de la institución policial es una falta gravísima, pero no lo hicieron porque había un padrinazgo de parte del secretario de Seguridad de ese momento (Oscar Álvarez) para mantenerlo dentro de la institución”.
Javier Uclés: Trastornos no son etiqueta de locura.
El reconocido psiquiatra, Javier Uclés, afirmó que los trastornos no son etiquetas de locura, sino alteraciones a nivel emocional en los seres humanos.
“Todos podemos en un momento en la vida llegar a tener un trastorno, que no significa que se convierte en algo permanente, sino que puede ser pasajero”, explicó el profesional de la Psiquiatría.
En cuanto a los trastornos de ansiedad reactivo severo, Uclés dijo que un individuo puede estar nervioso, alterado, irritable, enojado, tenso, incomodo, angustiado, hasta llegar a límites de desesperación que provocarían llanto e insomnio.
Cualquier tipo de trastorno mental requiere de atención médica, preferiblemente de tipo psiquiátrico, aunque es importante que los diagnósticos se actualicen, ya que no necesariamente implica que si alguien lo padeció en una época, continué con la misma alteración, añadió Uclés.
Del mismo modo, indicó que “una persona cuando tiene el trastorno… es muy difícil tener una vida familiar coherente, puede presentar problemas en las relaciones interpersonales – sociales o que sea un sujeto que tienda a aislarse mucho y no soportar la presión”.
El dictamen para el referido trastorno es manejable, siempre y cuando exista un tratamiento médico, empleando fármacos al igual que una psicoterapia; caso contrario el pronóstico podría no ser favorable con posibilidades de empeorar, puntualizó el especialista.
Dato
El trastorno ansioso reactivo severo (reacción de algo sucedido) puede agravarse cuando el afectado no se encuentra recibiendo un adecuado tratamiento médico.
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