lunes, 8 de abril de 2013

Según el cristal con que la mires: libre expresión



Por Patricia Murillo Gutiérrez

“La libertad de Expresión es una piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática. Es indispensable para la formación de  opinión pública. Es también “conditio sine qua non” para que los Partidos Políticos, los Sindicatos, las sociedades culturales y científicas y en general, quienes deseen influir sobre la colectividad, puedan desarrollarse plenamente”.  “Es en fin, condición para que la comunidad a la hora de ejercer sus opciones, esté suficientemente informada. Por ende, es posible  afirmar que una sociedad que no este plenamente informada, no es plenamente libre”. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, Opinión Consultiva, 13 de Noviembre de 1985.

“El Silencio Mortal, La Máxima Censura” es el título del informe presentado por C LibRe o el Comité  por la Libre Expresión acerca de cómo este concepto se desarrolló durante 2011 en Honduras, un país al juicio de los autores, “conmocionado por el  estado de deterioro e impunidad en la que permanecen los actos violatorios contra la Libertad de Expresión, primordialmente por las 7 vidas arrebatadas, seis de ellas periodistas incluida una mujer. Además de la de Gustavo Alfredo Landaverde, fuente ciudadana reiterada, sólida, critica, confiable en la denuncia del crimen del narcotráfico y de la corrupción dentro de los estamentos policiales, militares, fiscales y judiciales de Honduras”.

Agrega C-LibRe: “este informe (2011) refiere un total de 98 entes agredidos que incluye a periodistas, comunicadores, sistemas, medios y grupos. De esos 85 son individuos y 13 son sistemas que sufrieron 115 casos de agresiones contra la libre expresión. Entre estas varias tipologías efectuados en forma directa contra las víctimas y 7 asesinatos. Además 10 de las  víctimas de agresión, ya formaban parte de los 59 periodistas y comunicadores  que recibieron medidas cautelares por la CIDH según la Secretaria de Seguridad.

Y desde 2011 C LibRe anunciaba que formas subyacentes de agresión a la libertad de expresión es un problema estructural, como lo es el desequilibrio injusto y antidemocrático, de la concentración  de la propiedad de los medios de comunicación, que se instala como el impedimento primario al ejercicio pleno de la libre expresión, y es  la causa soterrada, que genera múltiples efectos para producir diversas violaciones a este derecho y que son las que aparecen en la superficie del problema, emergiendo al conocimiento publico.

Nosotros consideramos que la ya trillada frase “libre expresión” por la que hoy suenan las quijadas de  muchos y otros se rasgan a vestiduras, en tantos, hay  preocupados amenazando que: “los que hoy celebran las posibles reformas de la Ley Marco de Telecomunicaciones o Mordaza como le dicen, pronto sufrirán cuando se les dé “vuelta la tortilla” etc., debería ser un punto de partida para examinarnos a nosotros mismos desde un prisma ético más que hablar de tecnologías y generación de empleos , sino que tratar de entender qué significa la responsabilidad de tener concesionado un Medio de Comunicación y por qué no puede ser una tapadera para disfrazar otros intereses a veces cercanos a la vileza y traición al bien común.

Tras el Golpe de Estado la tortilla se dio vuelta y chamuscó a quienes hoy pretenden salir como los adalides y  defensores de la democracia y la libre expresión. Justo el primero, el ahora  descalificado  por  Porfirio Lobo,  el “Defensor” del Pueblo  Ramón Custodio López que se puso  un zíper cuando masacraban la Libre expresión de periodistas, empresas de medios anti golpistas, pueblo en general, que como el primer mártir Isi Obed Murillo (no fue bala de goma Dr., Custodio hágase un examen de conciencia), nos oponíamos al Golpe de Estado, y se nos impedía manifestar el dolor de Patria ante el salvajismo de los armas y los dólares, en tanto muchos colegas, propietarios de Medios y cadenas, así como autoridades gremiales: no dijeron “esta boca es mía”. Sino que más bien unos llegaron a aupar esta barbarie  ¿Por qué? es la gran pregunta.

Y ¿Por qué? ahora   que se presenta al Congreso un  anteproyecto de reformas a la Ley Marco de Telecomunicaciones, con  que moral y legitimidad pueden apropiarse las banderas de defender la Democracia, la ciudadanía y la Libre Expresión cuando muchos de estos reprimieron a sus propios empleados y hasta a sus lectores, escuchas y televidentes negándoles desde adentro con la censura que aplicaron, los sagrados derechos a Saber y  de acceso a la información pública.

Y cuidado que no hago apología de este Anteproyecto que hoy desvela a muchos, porque primariamente no confiamos en un régimen (no es un gobierno legítimo el emergido para lavar un Golpe de Estado), que ha impuesto 10 paquetazos al pueblo, que nos tiene metidos en el hoy de la peor violencia conocida en una “república” este Siglo 21 y que vende el país a pedacitos para satisfacer los compromiso con fuerzas transnacionales de quienes pretenden a toda costa mas, aunque signifique matar de hambre, terror y enfermedad al pueblo.

Y les cuento amigos especialmente, con quienes intercambiamos utopías  en diario Tiempo,  que el tema de atentar contra la libre expresión desde el poder no es nada nuevo. Los arrastramos ya ratitos y basta leer el libro testimonial de la periodista Telma Mejía: “Noticias Inéditas de una Sala de Redacción”, de Editorial Guaymuras  2002, para conocer el viacrucis sufrido entre otros por diario El Heraldo en la época que fue presidente Carlos Flores Facusse  también dueño de Medios, relatado documentadamente por la colega, para darnos cuenta que ejercer el periodismo ético y comprometido con la verdad es prácticamente una lucha de titanes.

Les doy un apretado resumen de su contenido: El Bazar de la Prensa. El Periodismo en Honduras, sus avances y retrocesos. Los Intereses de los Dueños de Medios. Las presiones del poder: identificación y seducción. La formación de los periodistas: intereses y resistencias. La construcción de una agenda informativa. Obstáculos para construir la agenda propia.

Mas temas del libro: La Indiferencia del Colegio de Periodistas de Honduras, CPH. La mayor tensión con el gobierno. Rompiendo la censura desde Estocolmo (interesante capítulo donde Telma cuenta como eludió las barreras que la delegación oficial de Flores le ponía en su cobertura independiente de las pláticas Post Mitch).

Las batallas libradas  por El Heraldo. La difícil estructura de la corrupción. El Caso Maduro (el que nació panameño y fue presidente aquí). Y atención al capítulo que ella titula “Un Vía crisis de 30 días”, porque fue justo en la Semana Santa del 2011 que le comunicaron la decisión de separarla de El Heraldo donde ella trabajó, aportó y luchó por la libre expresión con otros compañeros.

En la página 215, Telma relata las frases que le vertió el entonces Subdirector de El Heraldo Julio César Marín (colega fallecido): “El señor Canahuati (Jorge propietario de EH) no está de acuerdo, en primer lugar que usted ande defendiendo y pregonando la libertad de expresion, no le gusta que usted escriba sobre eso, así como denuncie en sus escritos la censura que está viviendo el diario. El dice que eso de andar defendiendo la libertad de expresión y denunciando afuera el control de la prensa por el gobierno, no es bueno ni para el periódico ni para el país”.

Como dicen los juristas: “A confesión de parte, relevo de pruebas”…. ¡Ah bendita libertad de expresión!, cuantos crímenes se cometen en tu nombre.

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