sábado, 13 de abril de 2013

Exoneraciones fiscales


Radio Progreso

Con fuertes acusaciones el gobierno dio a conocer todos los privilegios que muchos empresarios tienen en el país a través del otorgamiento de las exoneraciones fiscales. Fue en cadena de radio y televisión que se aseguró que existe un grupo de empresarios naciones y transnacionales que se oponen al control de estos privilegios y que quieren seguir sumando millonarias ganancias pese al desequilibrio fiscal que esto signifique.

En esa cadena se daba hasta nombres de empresas, en su mayoría comidas rápidas, empresarios de la comunicación y políticos que no tributan al Estado, o se les otorga privilegios para el ingreso de mercancías. Escuchar dichas acusaciones de parte del mismo gobierno, por algún momento, ingenuamente nos hizo pensar que ahora sí se tomarían acciones a través de la comisión que tiene la responsabilidad de regular y controlar el uso de las exoneraciones fiscales.

Pero estas noticias no pasan de ser alegrías de pobres. Se toca al tigre, pero se le tiene miedo a las rayas. Dicha comisión nos sorprende al no proponer ninguna acción para eliminar estos abusos. Al contrario, lo que pretende es aplicar un nuevo trancazo al bolsillo de los más empobrecidos en Honduras.

De la actual lista de productos que componen la canasta básica familiar, se decide eliminar la exoneración del impuesto sobre ventas, ISV. Hasta cierto punto y con mucho esfuerzo, se entienden las justificaciones oficiales para esta aprobación, pero resulta inocente pensar que esta decisión no afectará directamente el bolsillo de los consumidores y consumidoras. Es un impuesto que toca de lleno el bolsillo vacío de la gente más pobre de Honduras.

Somos conscientes que existen productos suntuarios o lujosos que son auténticas aberraciones como parte de la canasta básica. Sin embargo, es absurdo pretender eliminar la exoneración del impuesto sobre ventas a productos que constituyen la dieta diaria y básica de los hondureños y hondureñas como el pan molde, el pan dulce, algunas presentaciones de carnes, algunas verduras y frutas, y hasta el agua en botellones, que en las condiciones actuales del país no es un lujo, sino una necesidad.

Con el impuesto a estos productos el Estado pretende generar entre 5 a 8 mil millones de lempiras a costa de los que siempre han pagado tributos en el país, los pobres. Pero no se hace nada con aquellos empresarios y políticos que, abusando del poder, se otorgan exoneraciones fiscales, y olvidan que esto se convierte en prioridad debido a los millones que el Estado deja de recibir. Estimaciones nos indican que anualmente el país debe de percibir alrededor de 20 mil millones de lempiras por este concepto.

Que no quepa ninguna duda: el actual gobierno y el próximo tienen la urgente necesidad de estabilizar las finanzas públicas del país y buscar recursos para disminuir el grave desbalance fiscal acumulado y financiar el presupuesto 2013: Sin embargo, con este tipo de soluciones no se logrará romper el círculo vicioso que promueve mayores desigualdades en nuestra Honduras, mientras tanto toda la actual administración pública está usando recursos y tomando decisiones económicas al servicio de la estricta campaña política del candidato oficial. Y esta es la clave para entender gran parte de las acciones y noticias que nos ofrecen los políticos en estos días.

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