En una segunda parte del reportaje del debate en la asamblea extraordinaria de la Resistencia hondureña el domingo pasado, presentamos dos horas de un video que muestra la mayor parte del debate entre los mil delegados presentes Siguatepeque.
], la asamblea fue convocada en un lapso de 72 horas para tratar el único punto que era el nombre del brazo político del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Y con exclamación los mil delegados decidieron unánimemente bautizar su partido político como Resistencia Popular.
El júbilo no tenía límite entre los delegados y todo parecía paz y amor. El ánimo de regresar a sus lugares para trabajar arduamente para recolectar las 45.000 firmas e inscribir el partido en el Tribunal Supremo Electoral, no se había visto desde los momentos más hermosos del inicio de la lucha de esta Resistencia heroica.
Pero la Luna de Miel duró solo hasta ayer cuando, en el programa de Félix Molina, escuchamos al abogado y el líder liberal Rasel Tomé respondiendo la pregunta de Molina sobre unos rumores que decían que Mel iba a dejar la coordinación general por no estar de acuerdo de la decisión del nuevo nombre. Tomé, calmó la preocupación más de uno y dijo, que si la Resistencia tendrá la tarea de tomar el poder político en Honduras, pues tendrá que enterrar el sectarismo y la intolerancia, invitar a pequeños empresarios y comerciantes y abrir el Frente para que la gente común se sienta bienvenida en esta organización que ha sacudido la clase oligarca de Honduras.
Sobre el Coordinador General de la Resistencia, arroja una gran responsabilidad el hecho de que el Frente se vio obligado a convocar a una asamblea extraordinaria con solo 72 horas de anticipación. Manuel Zelaya lanzó su propia propuesta de “FRENTE AMPLIO” en el regreso de su exilio el 28 de mayo de 2011. Sin coordinar con el resto de la Comisión Política o de la Resistencia.
Andrés Pavón, presidente del otro “Frente Amplio”, le advirtió a Zelaya sobre las implicaciones que tendría en el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Pero Zelaya no reaccionó, no dijo nada en la Asamblea Extraordinaria, el 26 de junio de 2011, cuando se oficializó el nombre Frente Amplio, del FNRP, a pesar de advertencias.
Solo el miércoles de la semana pasada, fue obvio que Pavón no iba a ceder ni a retirar su nombre en el TSE. Lo que significaría, que el Frente Amplio del gran FNRP quedaría corto cuando el TSE iba a discutir la impugnación que Pavón había hecho ante el TSE y así perder la posibilidad de participar en las elecciones del 2013.
Todos los que estuvimos presentes en la asamblea, vimos y escuchamos lo que se decía. Tenemos prácticamente todo grabado y filmado y cada uno puede sacar sus propias conclusiones quien interrumpió la lista de delegados que iba a intervenir en el debate para opinar y proponer sus propuestas, tanto de los departamentos, movimientos sociales o delegados individuales. También cada uno puede sacar sus propias conclusiones para ver quien presionaba e imponía su propia propuesta en calidad de caudillo en el Frente.
Creemos que más que formalidades burocráticas, detrás de este pleito de letras y nombres, se ve una herencia de la “Vieja Politiquería”, una herencia que muchas veces está profundamente enterrada en la columna política de la persona.
Zelaya ha participado en tres asambleas y el pueblo resistente ha estado muy contento por su regreso. Eso es indiscutible. Zelaya tiene gran simpatía. La gente anda con gorras, camisetas, y hasta han hecho estatuas del “Comandante Vaquero” que en el corazón del pueblo hondureño tiene un gran espacio.
Pero este pueblo también ha cambiado desde el 28 de junio de 2009. Las movilizaciones desde el primer del golpe de estado tenían su núcleo en los movimientos sociales, campesinos, sindicatos, Bloque Popular, estudiantes, es decir, el núcleo de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular que existía ANTES del golpe de estado. La unidad popular que creció en torno a la lucha contra el golpe de estado, ha sido importante. La conciencia política-social ha elevado cualitativamente en los últimos 27 meses y hoy, el hondureño no es tan fácil de manipular.
Estar presente en una Asamblea de la Resistencia es muchas veces un poco dramático. Este pueblo ha sido aplastado siete veces por dictaduras militares. Ha sido manejado por políticos corruptos y cuando alguien le dice ahora a un resistente que “por favor, baja la voz”, muchas veces el resistente se enoja y dice que es su Resistencia. O, como me decía un colega cuando le pregunté ¿porqué tienen que gritar e interrumpir a la persona que tiene la palabra? y me dijo que “este pueblo no ha tenido la palabra en 200 años, ya la tiene y por eso pasa lo que esta pasando en las asambleas”, aunque los delegados han mejorado la poca disciplina que tenían.
Lo que ahora escuchamos no es el final de la asamblea del domingo pasado cuando los mil delegados salieron muy contentos y alegres por la decisión de rebautizar su brazo político como Resistencia Popular. En una emisora radial hondureña comentaban hoy tres colegas, que ni siquiera estaban en la asamblea, acusando a la cantidad de diferentes organizaciones sociales que integran al Bloque Popular, por haber abucheado a Zelaya cuando éste intentaba de imponer su posición.
Creo que cada persona debería ser más cuidadosa antes de opinar, sobre todo si no presenciaba las seis horas de asamblea y no guiarse por chismes; preparar la audiencia con elementos no correctos para después abrir los teléfonos.
La Resistencia debería pensar qué tipo de carácter debería tener el frente y como ejecutar una asamblea. Y debería discutir unos interrogantes necesarios:
¿Tiene el coordinador general derecho a interrumpir la voz de una lista de delegados que quiere opinar en el debate para dejar una nueva propuesta?
¿Es ético hablar de “extremismos” en un debate porque las propuestas le caen mal? O preguntar a los asambleístas “si ¿han sido candidatos presidenciales?, ¿si han dirigido un partido?, ¿si han sido torturados”?
– Yo soy “Melista” pero a mi no me gusta que Zelaya venga a tirar líneas y decir que él sacó la gente a las calles el 28 de junio. ¡No! Fue el golpe de estado el que nos sacó a miles de compatriotas para derrotar a los golpistas.
Con esas palabras reaccionó Dora Alicia Palma, una resistente consecuente desde el 28 de junio de 2009 que vivía en carne propia también la década de horror de los ´80 e ilustra que el resistente no es el mismo hondureña o hondureña de ayer. No se deja a manipular o ser llevado donde el Caudillo muestra.
Dora Alicia Palma (con gorra y lente)
En la entrega de propuestas de los 18+1 departamentos y de los movimientos sociales, Zelaya quedó solo al lado de Bartolo Fuentes al proponer un nombre del brazo político. Prácticamente todos los demás delegados tenían dos otras propuestas; FNRP y FRP (sin el N) como nuevo nombre.
Zelaya apoyó la propuesta de Allan McDonald que era; “POR, Pueblo Organizado en Resistencia”. El ex presidente quería usar su influencia y simpatía en la Resistencia e ir a votación inmediatamente sin seguir el debate y llegó hasta a lanzar la propuesta ante la gente, y así sacar de al lado a Jaime Rodríguez que manejaba la asamblea en calidad de secretario general de la Resistencia hondureña. Y es ahí, cuando Mel impone la proposición que la asamblea rechaza, pocos delegados apoyaban la propuesta del coordinador general por que tenían su simpatía en las otras propuestas y ahí gritaban varias veces “NO” ante la imposición de Mel.
El sub coordinador Juan Barahona propuso entonces media hora de pausa y almuerzo para que los delegados de los departamentos pudieran reunirse y discutir las diferentes propuestas de nombre. En el regreso, la comisión política hizo la proposición entre dos nombres; Resistencia Popular y Pueblo en Resistencia. El primero ganó con aclamación y el júbilo explotó.
Se ha hablado de “Barras”, y es cierto, pero no venía del Bloque Popular, como se decía en la emisora mencionada. Venía de otra corriente del Frente y no eran ni siquiera delegados. Venían en buses contratados en San Pedro Sula. Todos los que estábamos presentes nos dimos cuenta de eso, que no es más que una confirmación de la viejas tácticas para imponer “la línea”.
Un personaje, sea quien sea, ¿tiene derecho de estar por encima del colectivo? Someterse a la mayoría en una organización, es necesario para profundizar su desarrollo. Es como el ABC de organización y de esto ningún colectivo queda exento.
La Resistencia hondureña tiene trabajo en la formación política pero debería tenerlo también en lo organizativo. En la penúltima asamblea que fue el 17 de septiembre, se discutió y se tomó la decisión de los nuevos estatutos. Lo importante es que ellos se aplican y se deben respetar.
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