miércoles, 5 de octubre de 2011
El naufragio del FNRP
Rebelión
Por Ollantay Itzamá
Desde el retorno al país, de Manuel Zelaya Rosales, coordinador nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), este promisorio movimiento social vive un proceso de retraimiento y aceleración de sus contradicciones internas.
Este histórico movimiento de resistencia surgió inicialmente para hacerle frente al último golpe político militar en Honduras. Pero, en el proceso, al no poder contrarrestar dicho golpe, fue asumiendo la “Asamblea Popular Constituyente para la refundación del país” como su única y principal demanda.
Con el retorno de Zelaya, contrario a lo que se esperaba, la demanda refundacional, mediante el proceso constituyente, fue excluida del discurso y de las prioridades de la coordinación nacional. Ahora, la dirigencia nacional, integrada por varios políticos tradicionales liberales y de izquierda, va ilusionada por la toma del poder en las elecciones nacionales del 2013, excluyendo y ridiculizando a los sectores y espacios sociales que promueven y demanda el proceso constituyente refundacional.
Esta ilusión electoralista que emborracha a las principales figuras de la dirigencia del Frente hace que la fragmentación y la confrontación interna pongan en peligro, no sólo el futuro del movimiento, sino el sueño por la refundación de Honduras.
La demanda de la Asamblea Constituyente y los procesos electorales no son excluyentes entre sí, sino complementarios. Un proceso electoral consciente, en el contexto hondureño, viabilizaría a una Constituyente. Y ésta posibilitaría la refundación del país. Ambos son medios. Pero, en Honduras, a estos dos instrumentos se las asumen como excluyentes entre sí.
Quienes optan por las elecciones generales del 2013, prácticamente se olvidan y se olvidaron del proceso constituyente refundacional. Y, quienes apuestan por la refundación, rechazan ipso facto cualquier proceso electoral.
Zelaya, en su intento de mantener las expectativas de sus correligionarios liberales dentro del Frente, optó por la vía electoralista y postergó la “causa” de su defenestración como Presidente, la Constituyente. No sólo a nivel discursivo, sino también en sus prioridades y agendas. Por eso, en estos momentos Zelaya y amplios sectores del FNRP andan confrontados entre sí, perdidos sin rumbo. ¡Zelaya no ha promovido ni participado en ninguna actividad con la resistencia para debatir los contenidos de la nueva Constitución!
Mientras esto ocurre en el FNRP a nivel nacional, la resistencia en el Departamento de Lempira (zona más empobrecida del país) avanza tras los sueños de la refundación mediante un proceso constituyente participativo y comunitario.
Las y los delegados de los municipios de este Departamento, ante el olvido y traición de la dirigencia nacional al objetivo del FNRP, optaron por impulsar la urgente y difícil tarea de debatir y consensuar los contenidos de la nueva Constitución Política. Este Departamento no se niega a participar en las contiendas electorales, pero quiere estar a la altura, y con propuestas claras para refundar Honduras.
En este cometido, el Departamento de Lempira, declarado en Asamblea Constituyente departamental permanente, ya va en su tercera sesión constituyente, abordando tema por tema las agendas pendientes para la nueva Honduras.
En la tercera sesión, que se realizó en el Municipio de La Iguala, Lempira, los días 30 de septiembre y 01 octubre del presente año, consensuaron y redactaron propuestas concretas sobre Sistema Judicial, Soberanía Alimentaria y Relaciones Internacionales. En la primera y segunda sesión constituyente (en Candelaria y Tomalá, respectivamente) abordaron: Visión de País, Tipo-Organización-Función del Estado, Derechos Humanos y de la Madre Tierra, Bienes Comunes, Educación-cultura, Salud, Redistribución y Producción Agropecuaria, Economía y Sistema Político.
El promedio de 40 delegados/as municipales que asisten a cada sesión constituyente, se transportan como pueden para llegar a las sesiones llevando consigo las propuestas previamente elaboradas en sus diferentes aldeas y municipios. Cargan consigo sus cobijas, platos y tazas, frijoles, maíz, fruta, etc. para compartir en las asambleas. Duermen en el suelo. Sesionan bajo los árboles. No reciben financiamiento alguno. Cada quien pone de su bolsillo ya de por sí vacío.
¿Qué motiva a estos lencas para perseverar en el objetivo de la refundación de Honduras, incluso con todas las contrariedades? ¡Quieren ser incluidos en la nueva Honduras, pero con propuestas concretas! Ellas y ellos saben lo que significa vivir sin Estado y como extranjeros en su propio país. Y esto es lo que no quieren para sus hijos/as.
En estas circunstancias de naufragio del FNRP, la dirigencia nacional y los demás sectores de la Honduras en resistencia, deberían prestar atención a esta experiencia y esfuerzo pedagógico de la resistencia de Lempira. El FNRP naufraga porque perdió el norte de la refundación. ¿Cuántos de las y los que corren hacia los cargos electorales del 2013 promueven la Asamblea Constituyente? ¡A más de dos años de la demanda Constituyente, el FNRP no cuenta con ninguna propuesta concreta para la refundación de Honduras! ¡Mucho menos existe un intento de construcción de programa de gobierno para la contienda electoral del 2013!
La resistencia del Departamento de Lempira avanza porque cree y construye el sueño de la refundación sin excluir la mediación electoral. Las y los descendientes del legendario Lempira saben que la unidad y el futuro del movimiento refundacional están en los ideales (demandas comunes) y no sólo en la mitificación de los líderes. Por experiencia saben de caudillos y traiciones, por eso construyen y van tras sus ideales. ¡El FNRP aún está a tiempo de retomar y darle contenido a la demanda que le dio origen como movimiento.
¡Elecciones sí, pero sólo si es para viabilizar el proceso constituyente!
Por Ollantay Itzamá
Desde el retorno al país, de Manuel Zelaya Rosales, coordinador nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), este promisorio movimiento social vive un proceso de retraimiento y aceleración de sus contradicciones internas.
Este histórico movimiento de resistencia surgió inicialmente para hacerle frente al último golpe político militar en Honduras. Pero, en el proceso, al no poder contrarrestar dicho golpe, fue asumiendo la “Asamblea Popular Constituyente para la refundación del país” como su única y principal demanda.
Con el retorno de Zelaya, contrario a lo que se esperaba, la demanda refundacional, mediante el proceso constituyente, fue excluida del discurso y de las prioridades de la coordinación nacional. Ahora, la dirigencia nacional, integrada por varios políticos tradicionales liberales y de izquierda, va ilusionada por la toma del poder en las elecciones nacionales del 2013, excluyendo y ridiculizando a los sectores y espacios sociales que promueven y demanda el proceso constituyente refundacional.
Esta ilusión electoralista que emborracha a las principales figuras de la dirigencia del Frente hace que la fragmentación y la confrontación interna pongan en peligro, no sólo el futuro del movimiento, sino el sueño por la refundación de Honduras.
La demanda de la Asamblea Constituyente y los procesos electorales no son excluyentes entre sí, sino complementarios. Un proceso electoral consciente, en el contexto hondureño, viabilizaría a una Constituyente. Y ésta posibilitaría la refundación del país. Ambos son medios. Pero, en Honduras, a estos dos instrumentos se las asumen como excluyentes entre sí.
Quienes optan por las elecciones generales del 2013, prácticamente se olvidan y se olvidaron del proceso constituyente refundacional. Y, quienes apuestan por la refundación, rechazan ipso facto cualquier proceso electoral.
Zelaya, en su intento de mantener las expectativas de sus correligionarios liberales dentro del Frente, optó por la vía electoralista y postergó la “causa” de su defenestración como Presidente, la Constituyente. No sólo a nivel discursivo, sino también en sus prioridades y agendas. Por eso, en estos momentos Zelaya y amplios sectores del FNRP andan confrontados entre sí, perdidos sin rumbo. ¡Zelaya no ha promovido ni participado en ninguna actividad con la resistencia para debatir los contenidos de la nueva Constitución!
Mientras esto ocurre en el FNRP a nivel nacional, la resistencia en el Departamento de Lempira (zona más empobrecida del país) avanza tras los sueños de la refundación mediante un proceso constituyente participativo y comunitario.
Las y los delegados de los municipios de este Departamento, ante el olvido y traición de la dirigencia nacional al objetivo del FNRP, optaron por impulsar la urgente y difícil tarea de debatir y consensuar los contenidos de la nueva Constitución Política. Este Departamento no se niega a participar en las contiendas electorales, pero quiere estar a la altura, y con propuestas claras para refundar Honduras.
En este cometido, el Departamento de Lempira, declarado en Asamblea Constituyente departamental permanente, ya va en su tercera sesión constituyente, abordando tema por tema las agendas pendientes para la nueva Honduras.
En la tercera sesión, que se realizó en el Municipio de La Iguala, Lempira, los días 30 de septiembre y 01 octubre del presente año, consensuaron y redactaron propuestas concretas sobre Sistema Judicial, Soberanía Alimentaria y Relaciones Internacionales. En la primera y segunda sesión constituyente (en Candelaria y Tomalá, respectivamente) abordaron: Visión de País, Tipo-Organización-Función del Estado, Derechos Humanos y de la Madre Tierra, Bienes Comunes, Educación-cultura, Salud, Redistribución y Producción Agropecuaria, Economía y Sistema Político.
El promedio de 40 delegados/as municipales que asisten a cada sesión constituyente, se transportan como pueden para llegar a las sesiones llevando consigo las propuestas previamente elaboradas en sus diferentes aldeas y municipios. Cargan consigo sus cobijas, platos y tazas, frijoles, maíz, fruta, etc. para compartir en las asambleas. Duermen en el suelo. Sesionan bajo los árboles. No reciben financiamiento alguno. Cada quien pone de su bolsillo ya de por sí vacío.
¿Qué motiva a estos lencas para perseverar en el objetivo de la refundación de Honduras, incluso con todas las contrariedades? ¡Quieren ser incluidos en la nueva Honduras, pero con propuestas concretas! Ellas y ellos saben lo que significa vivir sin Estado y como extranjeros en su propio país. Y esto es lo que no quieren para sus hijos/as.
En estas circunstancias de naufragio del FNRP, la dirigencia nacional y los demás sectores de la Honduras en resistencia, deberían prestar atención a esta experiencia y esfuerzo pedagógico de la resistencia de Lempira. El FNRP naufraga porque perdió el norte de la refundación. ¿Cuántos de las y los que corren hacia los cargos electorales del 2013 promueven la Asamblea Constituyente? ¡A más de dos años de la demanda Constituyente, el FNRP no cuenta con ninguna propuesta concreta para la refundación de Honduras! ¡Mucho menos existe un intento de construcción de programa de gobierno para la contienda electoral del 2013!
La resistencia del Departamento de Lempira avanza porque cree y construye el sueño de la refundación sin excluir la mediación electoral. Las y los descendientes del legendario Lempira saben que la unidad y el futuro del movimiento refundacional están en los ideales (demandas comunes) y no sólo en la mitificación de los líderes. Por experiencia saben de caudillos y traiciones, por eso construyen y van tras sus ideales. ¡El FNRP aún está a tiempo de retomar y darle contenido a la demanda que le dio origen como movimiento.
¡Elecciones sí, pero sólo si es para viabilizar el proceso constituyente!
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