jueves, 13 de octubre de 2011

La exacta coyuntura del Chubasco


Vos el Soberano

Por Rodolfo Pastor Fasquelle

A Mel quizás habría que preguntarle a dónde va. Una pregunta retórica al fin porque, como dice Emilio Guerrero “Mecate”, somos sus ciegos seguidores y ojala no nos desbarranque con su flauta mágica. Pero no nos ha dejado alternativa la situación. Quizás esto no hubiera ocurrido si lo hubieran dejado entregar en el Estado Nacional ovacionado. Insólito. Increíble. Por supuesto que no debiera ser así. Pero no hay otro. Nadie más puede. Devolver las cosas a su lugar. Concitar la voluntad colectiva para la convivencia.

Lo que tenemos que preguntarnos a nosotros mismos es ¿dónde estamos? Sin duda un lugar y una condición peligrosa. La izquierda ha denunciado con pruebas fehacientes que, a pesar de la supuesta voluntad del mandatario (quien asegura a Obama querer resolver el problema de los derechos y sin embargo se enoja cuando denunciamos los crímenes), se ha desatado una vorágine de violencia incontrolable con además una dimensión política, es decir una que privilegia entre sus víctimas a los líderes de los movimientos sociales. Y esa izquierda que por un lado provoca alentando a la desobediencia, por otro lado se balkaniza en extremismos incapaces de defender los derechos eficazmente, no digamos de conducir un movimiento exitoso hacia el poder público. Se rebela ante un mínimo de realidad. Al trabajo serio de organizar al pueblo en movimiento, prefiere el placer onanista y bullicioso de las declaraciones, manifestaciones y disputas sin fin.

Mientras tanto en aquelarre con el Diablo los brujos de Palmira y Coyolito siguen socializando las perdidas y concentrando las utilidades como dice J. Stiglitz, siguen tratando de encontrar el elixir de la potencia continuada (que no es lo mismo que el anhelo de continuidad en el poder que le imputan a otros, aunque es parecido), la piedra filosofal para convertir sus negocios chucos y contaminantes en inversiones productivas. Se aferran al poder público que es el único capaz de contrarrestar al poder fáctico y sus monopolios y se olvidan de invertir. ¿Cuál visión?.


La derecha internacional acepta las cartas del Lobo traducidas por Davis en el WSJ y sus discursos en esos foros de hombres de negocios en EUA, pero declara, como el titular de FORBES, que Honduras es el peor país para invertir. Nos rechazan porque hemos convertido al país en un tugurio ingobernable. Y aunque abramos las piernas desnudas y les hagamos señales para engancharlos, saben que esta cosa está podrida, apesta y es peligrosa y no se van a venir a meter aquí. Miles de pequeñas empresas quiebran porque no pueden afrontar sus costos sin aumentar los precios mas allá de lo que puede pagar el mercado deprimido. Con unas pocas excepciones acostumbradas, los ricos, los que tienen el dinero o fingen demencia o se confiesan abiertamente asustados, se rehúsan a invertir mientras colapsan sus instalaciones y quedan desiertos los campos labrantíos. Y votan contra su propio régimen con su dinero que sacan al exterior a como de lugar. Algunos empiezan a emigrar.


Nadie se considera obligado a obedecer las leyes. Mucho menos don Miguel. Es algo que no entienden ni los golpistas ni los leguleyos medias tintas. Que la ley vale exactamente cuando sirve un fin y convoca un consenso social, un consentimiento, una disposición a cumplirla entre la población. Aquí unos se burlan de ella. Otros la fetichizan, de modo que son incapaces de discernir cuando ellos mismos atropellan a la justicia y la libertad en nombre de la ley. Y de esa manera la desprestigian y la vacían de sustancia, frente a auditorios hambrientos del pan de cada día.


El centro --que no es una media tinta, ni una neutralidad-- se ha desplazado. Se ha ovillado de tal forma que parece desaparecer. Y no puede retener la fuerza con que antes de la crisis articulaba a una sociedad. El sistema se defiende. Cuenta con los medios, por supuesto con el gobierno. Pero no parece tener solución de continuidad. Su caballada esta flaca y desganada.


En el mundo de la política, hay mucha desinformación, globos sondas, falsos blancos, munición de placebo, confusiones y fantasías. Respeto porque alguna vez incurrí en la proclamación de una candidatura que quiere ser un statement. Sirven para movilizar conciencia ciudadana las caravanas y las reuniones sectoriales, que organizan los candidatos al poder local y aspirantes a las curules. Que gritan vivas a sus padrinos, a los que los pueden visibilizar, poner en el escenario de una boleta.

Se han declamado candidatos entre los liberales: Yani Rosenthal, ex Secretario del Presidente Zelaya coordinador, de su gabinete económico, Mauricio Villeda, ese muchacho como dice Rafael Pineda Ponce, el Toro Colorado, ¿por qué no?. Y el ex Fiscal Edmundo Orellana, antiguo ministro de varias carteras de la administración Zelaya quien sin embargo se rehúso asistir a la última batalla. Entre los cachurecos se ha lanzado el Presidente del Congreso Juan Orlando por otra vez la misma cosa!. El alcalde de esa Zona de Desastre que es Tegucigalpa, Ricardo primero y el dulce Ministro de Soptravi, mi sobrino Miguel, a quien acusan de gastar más de lo que tiene en cartera, hábito por demás insostenible. Y hay tres nuevos partidos. El del insólito Nasrrala, presentador de espectáculos, revistas televisivas y comentarios deportivos. El de Romeo, el general golpista, al cual llaman Orden y nosequemás.



Y el Partido Libre, de la liberación (además de libertad) y la refundación (para renovar), fuerza que esta todavía por probarse y que lleva a Xiomara Castro a la cabeza, aunque hay más aspirantes a la vista y en secreto. ¿Qué dirán los cables de hoy? La situación actual es fluida.

Difícil saber quién ganará las elecciones en un país en donde, de mucho tiempo acá, gana quien puede contar mejor y no quien tiene mas voluntades. En varios casos, parece oscuro de donde va a salir el fondo de campaña. Esta claro que muchos de los candidatos no pueden ganar, o porque no tienen las voluntades o porque tampoco tienen con quien contar. Más claro aun parece que muchos de ellos no tienen los conocimientos necesarios teóricos ni empíricos del funcionamiento del Estado, para gobernar. Y, quizás por un sesgo de Partido, a mí me parece evidente que solo Xiomara puede concitar el apoyo popular para generar la estabilidad en que sea factible controlar la violencia, generar convivencia con libertad y justicia, cambiar esto!!!

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