Por Jaime Padilla
"Establecer una nueva Carta Constitucional", dijo José Luis Espinoza, presidente del Centro Hondureño de Promoción para el Desarrollo Comunitario (CEHPRODEC), en su encuentro con Liberación para hablar de la situación socio-política de su país.
"Con el actual gobierno que preside Porfirio “Pepe” Lobo en mi país se encarcela, se asesina y se reprime las organizaciones sindicales", dijo José Luis Espinoza, en Suecia.
Al momento de sostener el diálogo con el visitante hondureño, se evidencia, esta situación con el asesinato del activista de la resistencia Emmo Sadloo, amigo del ex presidente Manuel Zelaya acribillado en Tegucigalpa, el miércoles 8 del mes actual.
El dirigente hondureño durante su visita a Suecia ofreció una serie de charlas en varias ciudades, desde principios de este mes, por gestiones de Infocentrum Honduras y del Comité por la Paz, ambas organizaciones de la ciudad de Gotemburgo, para denunciar las maniobras de la extrema derecha en su intento de desarticular el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) en Honduras.
- Jaime Padilla (JP): ¿El motivo de su visita a Suecia?
- José Luis Espinoza (JLE): Fundamentalmente queremos romper el cerco mediático que existe en Honduras. Los medios de comunicación o son comerciales y pertenecen a los grupos de poder económico, político, militar y religioso; o bien han sido censurados y hasta cancelados por el gobierno para que la comunidad internacional piense que en Honduras no pasa nada. Eso no es verdad porque en Honduras pasa mucho. Por estas razones queremos hablar con las personas que han apoyado desde este país el proceso de resistencia en Honduras.
- JP: Desde junio del 2009, la historia del pueblo hondureño está impregnada de sangre y dolor ¿cuál es la situación imperante hoy en su país?
- JLE: Continúa el sufrimiento del pueblo, especialmente la gente de las organizaciones que forman parte del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). El actual gobierno que preside Porfirio “Pepe” Lobo, ha continuado con el blanqueamiento del Golpe de Estado de 2009, con aparente mano blanda.
Para ello se crearon los Acuerdos de Cartagena que han sido incumplidos en casi su totalidad con excepción de algunas concesiones de los grupos de poder, como el retorno de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA) y la apertura del grifo de la cooperación internacional, y el retorno al país de Manuel Zelaya, Coordinador General del FNRP.
La extrema derecha está dispuesta a desarticular el FNRP y para ello continúa atentando contra la dirigencia de las principales organizaciones que forman parte del Frente, se encarcela, se asesina y se reprime las Uniones Magisteriales, se asesina y se reprime a los estudiantes, se han asesinado muchos campesinos y líderes que reclaman el uso y propiedad de tierras en la costa atlántica. El gobierno está comprando armamento represivo, incluyendo aviones de contrainsurgencia.
- JP: En Europa, particularmente en Suecia se tiene escasa información de la defensa de los Derechos Humanos ¿qué sucede en ese terreno?
- JLE: Oficialmente existe el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, quien durante el periodo del Golpe de Estado se manifestó a favor de los golpistas, incluso llegó a afirmar que las balas de los militares eran de goma, aún cuando quedó evidenciado que eran balas de verdad que han acabado con muchas personas del FNRP.
El gobierno actual ha creado también una secretaría de los Derechos Humanos que discursa bien pero que es muy limitada en sus decisiones, aparentemente esta secretaría solamente tuvo alguna importancia relacionada con el blanqueo del Golpe de Estado y para lograr el ingreso de Honduras a la OEA y el reconocimiento de la comunidad internacional.
Desde la sociedad civil organizada existen varias entidades que con recursos muy limitados ejercen acciones de defensa de los DDHH, entre ellas se encuentra el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (COFADEH), el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), el Centro para la Prevención de la Tortura (CPTRT) y FIAN internacional en Honduras, Centro Independiente para la Promoción de los Derechos Humanos en Honduras (CI-PRODEH) y otros comités locales.
- JP: ¿La organización que usted preside qué rol asume en ese terreno?
- JLE: Nuestro Centro (CEHPRO-DEC) también hace defensa de territorios, especialmente cuando existe represión por asuntos relacionados con la explotación que hacen las compañías transnacionales en materia de minas, bosque o concesiones de otros recursos naturales como los ríos y las tierras de los campesinos.
Hay organizaciones que actúan en materia de denuncias específicas como es el caso de la defensa de los derechos indígenas, trabajo que hace muy bien el Comité de Organizaciones y Pueblos Indígenas (COPIN) o la defensa del sector Garífuna que realiza la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH).
La defensa de los derechos humanos de las mujeres es ejercida en forma especial por el Centro de Derechos de Mujeres (CDM) por el Centro de Educación de la Mujer Hondureña (CEM-H) y por el Movimiento Visitación Padilla (las Chonas).
Con todo lo anteriormente expresado, la violación de los derechos humanos es tan alta que las organizaciones son insuficientes para cubrir la demanda de defensa.
- JP: ¿El CEHPRODEC de qué manera desarrolla su labor en el país?
- JLE: El CEHPRODEC aparece en el país luego de los Acuerdos de Esquipulas, con los cuales se detuvo, temporalmente, los movimientos armados en Centroamérica. Es entonces cuando nosotros apostamos por hacer un trabajo de organización campesina y lucha por lo que en ese momento llamábamos seguridad alimentaria, hoy Soberanía Alimentaria. Desde entonces hemos estado analizando el comportamiento de la sociedad y de los hondureños, rurales y urbanos, el poder y la oposición.
Analizamos la población a través de sus organizaciones y los puntos débiles y fuertes de esas organizaciones.
Analizamos los intereses del sistema mundial en materia de las inversiones en el país, como los agrocombustibles, los transgénicos agrícolas, las industrias extractivas, las inversiones en minería, los tratados comerciales, etc.
A partir de las investigaciones informamos y formamos a grupos de ciudadanos y ciudadanas para el empoderamiento.
Después del Golpe del 2009 mucho de nuestro trabajo se ha orientado a la defensa del derecho a la alimentación: enfocándonos en los territorios concesionados para minas de oro, plata, hierro, etc., bosques, ríos y cuencas para hidroeléctricas y territorios para ciudades modelos.
- JP: ¿Hay unidad en torno al Frente de Resistencia?
- JLE: El FNRP está compuesto por al menos unas 200 organizaciones, de distinto tipo, es un culto a la diversidad, cada una de estas organizaciones hace tiempo renunció a soportar más de lo mismo y cada una de ellas continúa haciendo su trabajo con la población y en sus comunidades. El asunto depende de cuán satisfechas están estas organizaciones del trabajo de dirección que está realizando el FNRP.
Algunas están contentas y otras creen que se ha abandonado la lucha diaria por refundar un nuevo país. Pero el dilema no es malo, el dilema es necesario, solamente es urgentísimo salir muy rápido de él para apuntarnos todos y todas en una misma estrategia que nos conduzca a transformar al país mediante una nueva carta constitucional.
Si el FNRP fuera a elecciones limpias en este momento, y basándonos en el apoyo que recibió con respecto a la convocatoria a la nueva constituyente (1.4 millones de personas), se ganarían las elecciones sin lugar a dudas.
Podemos reafirmar hoy que el FNRP continúa con su capacidad de convocatoria que tuvo en junio de 2010.
El FNRP es la única alternativa que tiene el pueblo pero para que la gente confíe en el FNRP se deben demostrar prácticas alternativas en política, no las tradicionales.
La gente y las organizaciones que militan en el FNRP han crecido en experiencia, en conciencia organizativa, en el aprendizaje de métodos de lucha y también en conciencia.
En Honduras pasaron casi 25 años para que pudiéramos volver a ver al movimiento estudiantil de educación media organizado.
- JP: La lucha contra la corrupción es uno de los rubros que su organización mantiene como estandarte ¿Cómo explica la corrupción en su país?
- JLE: No existe lugar a dudas que en Honduras mantenemos una cultura de la corrupción. En el pasado, antes del golpe de Estado, se hacían enormes esfuerzos desde las organizaciones de la sociedad civil por combatir este “cáncer” que corroe el Estado en su conjunto.
El Golpe de Estado creó una situación de anarquía en la administración del Estado que permitió que se agravara la situación, en el 2008 habíamos estado en el lugar 126 con un índice de 2.6 según Transparencia Internacional, pero para el 2010 Honduras apareció en el lugar número 134 con un índice de 2.4, el cuarto lugar en corrupción en Latinoamérica.
Uno puede estar o no estar de acuerdo con esos índices pero cuando te metes en la realidad encuentras que en nuestro país todo es “mordida”, por eso los empresarios defienden tanto ese Estado casi fallido, porque viven de él, tienen más de 100 años de estar haciendo negocios con los dineros del pueblo.
Hay licitaciones amañadas y tráfico de dinero e influencias “por debajo de la mesa” en todos lugares y todos los días.
La entronización del narcotráfico en Honduras ha agravado la situación. Lastimosamente esa es la cultura que vamos heredando a las nuevas generaciones, de manera que pareciera algo normal (la corrupción), la gente se expresa diariamente.
Si tú estás en un cargo importante y no robas o traficas influencias eres un tonto, por tanto -como usted verá- esa mala costumbre está institucionalizada.
- JP: En un documento que lleva su firma habla usted de democratizar y hacer funcionar las juntas directivas, asambleas, juntas de vigilancia y demás órganos de control para una mejor transparencia y rendición de cuentas en los sectores cuestionados de la sociedad...y ¿esto funciona?
- JLE: En el pasado nos dedicamos a examinar algunas fortalezas y debilidades de las organizaciones de ciudadanos y ciudadanas, justamente porque siempre hacemos críticas con respecto a los grupos de poder, ya sean políticos, militares, religiosos o empresariales. De ellos sabemos que permanentemente saquean al Estado, que no son transparentes en sus acciones, tienen dobles contabilidades y mucho menos son democráticos (as) en sus tomas de decisiones, aun y cuando lo que se decide, la mayor parte de las veces, es el destino de un país.
Por eso mismo nos dedicamos a buscar, para poder crecer más y mejor, cuáles eran las mayores debilidades de nuestras organizaciones ciudadanas. Entonces encontramos que también en nuestras organizaciones teníamos problemas con la falta de democracia interna y por la falta de rendición de cuentas, hacia arriba, hacia abajo, hacia nuestros iguales, hacia adentro de nuestras organizaciones y hacia quienes nos apoyaban.
En el caso de la falta de democracia esto se explica porque hemos heredado el caudillismo como método de dirección y administración, nos encanta que un líder dirija, que él haga todo y que solamente nos diga hacia dónde deben ir las cosas, mas en el fondo existe una pereza mental.
Aun ahora hay mucho de eso y debe ir quedando en el olvido, la democracia no es un sistema, la democracia es un valor humano que hay que profundizar, muchas veces exigimos democracia participativa pero nuestras prácticas suelen ser excluyentes. Si no democratizamos nuestras organizaciones esto tendrá un efecto boomerang, se volverá contra nosotros cuando las masas se den cuenta que actuamos arbitrariamente y sin contar con su participación real.
- JP: ¿Será posible en el futuro erradicar la corrupción en Honduras?
- JLE: En Honduras no es posible erradicar el fenómeno de la corrupción mientras no se saquen las manos de los actuales grupos de poder del control general del Estado. En consecuencia Honduras necesita refundarse como Estado, establecer una nueva carta constitucional y que el pueblo representado en sus más legítimos líderes y lideresas tome el poder de ese Estado. Es necesario también que las y los futuros (as) dirigentes de Honduras se ejerciten, con los cuidados estratégicos pertinentes, en la rendición de cuentas de manera permanente.
- JP: ¿Qué organismos u organizaciones internacionales mantienen programas de ayuda y cooperación con el Estado y de qué manera éstos canalizan sus recursos económicos?
- JLE: Con los acuerdos de Cartagena, Honduras fue integrada nuevamente a la Organización de Estados Americanos (OEA) y reconocida nuevamente por la comunidad internacional, entonces ha vuelto a recibir ayuda del Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Banco Mundial (BM), del Fondo monetario Internacional (FMI) de la Unión Europea (UE), de las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y también de los países en sus relaciones bilaterales, entre otros.
La mayor parte de las ayudas y/o préstamos son canalizados a través de los mismos poderes oficiales del Estado, las secretarías de Estado por parte del Poder Ejecutivo, el Congreso de la República y la Corte Suprema de Justicia.
La Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD) para Honduras entre 1990 y 2006 fue de casi 8,000 millones de dólares, apenas inferior a Nicaragua quien recibió más de 11,500 millones y superior al resto de Centroamérica.
En cooperación no reembolsable Honduras la recibió en su mayor parte de países europeos, la Unión Europea en sí, Norteamérica, Japón, China, la OEA y los organismos de Naciones Unidas. La cooperación reembolsable que se convierte en deuda externa la recibió (para 2008) de acreedores multilaterales, bilaterales y comerciales. Para ese año la deuda ascendía a 2,281 millones de dólares.
- JP: Su comentario en torno a los esfuerzos que algunos gobernantes suramericanos, por señalar, Bolivia, Ecuador y Venezuela, que realizan por castigar actos de corrupción.
- JLE: Vencer el cáncer de la corrupción es muy difícil, como explicábamos anteriormente solo es posible hacerlo desde el Poder del Estado.
Los tres países que Usted menciona han realizado esfuerzos importantes sobre todo cuando se han planteado que el capital internacional deje mayores ganancias al Estado en el caso de las industrias extractivas y otros tipos de inversiones externas.
Como los medios de comunicación siguen estando en manos del capital internacional y la oligarquía local, se ejerce un alto grado de manipulación en la gente para que se oponga a estas estrategias gubernamentales.
Sabemos que tanto Evo Morales, como Correa y el mismo Hugo Chávez están haciendo esfuerzos enormes por salvar obstáculos frente a las medidas neoliberales y el capital internacional que solamente ha provocado pobreza y corrupción en nuestros países.
No será una tarea fácil, ya nos hemos dado cuenta que cuando las estrategias políticas e ideológicas, así como sus medidas de presión económica no le funcionan, el capital recurre a su poderío militar como lo han demostrado en el mundo entero.
Pero también será muy difícil parar a una Latinoamérica que está más unida y decidida a construir nuevos tipos de sociedades.
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