martes, 30 de noviembre de 2021

Romeo Vásquez, el general golpista que quiere ser Presidente de Honduras


Radio Progreso

No le importa que le llamen golpista porque se considera un patriota que ama su país, que el 28 de junio de 2009 solo cumplió con la orden de un juzgado para detener y expulsar del país al Presidente de la República.

Se trata el general retirado Romeo Vásquez Velásquez, quien protagonizó el golpe de Estado contra el gobierno de su compadre, Manuel Zelaya Rosales y hoy, a los 64 años busca la Presidencia de la República, por tercera vez consecutiva, por el Partido Alianza Patriótica Hondureña que fundó el 2012.

Recordado por buena parte de la población como el “general golpista y violador de derechos humanos”, es para otros el salvador de la democracia amenazada por el chavismo. Y no es por casualidad, la defensora de derechos humanos, Berta Oliva, recuerda que estuvo al mando de las Fuerzas Armadas mientras se cometían masivas y graves violaciones a los derechos humanos, entre ellas, el allanamiento y cierre ilegal de varios medios de comunicación, entre ellos Radio Progreso y el Canal Cholusat Sur.

Oliva dice que, “durante los meses posteriores al golpe de Estado, el Ejército atacó civiles, reprimió manifestaciones y hostigó a defensores de derechos humanos”. Señala la muerte de Isis Obed Murillo de 19 años de edad, a consecuencia de una herida de bala en la cabeza en las inmediaciones del aeropuerto Toncontín, Tegucigalpa, en el marco de una manifestación reprimida por las Fuerzas Armadas, que dispusieron francotiradores en edificios cercanos”.

Militar de carrera

Inició su carrera en las Fuerzas Armadas en 1972, graduándose de Subteniente tres años después durante el gobierno militar de Juan Alberto Melgar Castro. Es parte de la XV Promoción de la Academia Militar General Francisco Morazán, que lo llevó hasta la jefatura de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, la más alta posición jerárquica de la institución, después de haber comandado varias unidades militares.

Vásquez Velásquez fue entrenado en la conocida Escuela de las Américas del ejército de Estados Unidos, donde los militares latinoamericanos eran instruidos en técnicas de guerra y contrainsurgencia durante la llamada Guerra Fría que se libró con la excusa de una supuesta amenaza comunista en la región. La misma a la que también fueron a entrearse Gustavo Álvarez Martínez y Billy Joya. 

Cuando Honduras retornó a los gobiernos civiles en 1982, el presidente Roberto Suazo Córdova, fuertemente influido por los militares, ejecutó la Doctrina de Seguridad Nacional, que sumó 184 personas detenidas desaparecidas en el país. El Batallón 316, conocido como el escuadrón de la muerte, era el encargado de torturar, asesinar o desaparecer a maestros, estudiantes, líderes sindicales, campesinos y simpatizantes de grupos progresistas.

“Romero Vásquez, en este entonces ya era un oficial experimentado del Ejército y por su preparación tuvo que tener algún buen nivel de participación”, sostiene Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras COFADEH.  

Siendo ya mayor del ejército, en 1993 fue acusado de pertenecer a la banda de los trece, asociación ilícita dedicada al robo de vehículos, pero logró salir libre gracias a las particularidades de la justicia hondureña. A raíz de esa situación, el general Vásquez Velásquez, bajó su perfil y regresó a los cuarteles. 

Una década después, sacó sus garras de nuevo y encabezó el golpe de Estado contra el gobierno de su amigo y compadre, el presidente Manuel Zelaya Rosales. Según relato del propio Zelaya, esa madrugada despertó con un fusil apuntándole a la cara. Un comando militar lo sacó de su cama y aún en pijama lo trasladaron en un avión militar a San José, Costa Rica. 

Irónicamente, al finalizar su primer año de gobierno. Zelaya Rosales solicitó al Congreso Nacional aumentar el presupuesto del 2006 en 150 millones 600 mil lempiras, para atender compromisos asumidos por su gobierno con las Fuerzas Armadas. Los años siguientes las asignaciones presupuestarias para los militares fueron mayores.

El 25 de junio, el presidente Zelaya destituyó al general Romeo Vásquez, porque se opuso a que el ejército distribuyera el material para la celebración de la consulta popular conocida como “Cuarta Urna”, que despejaría el camino hacia su reelección, a pesar de la amistad que les unía. Pero fue restituido en el cargo por la misma Corte Suprema de Justicia, que después le ordenó la detención y expulsión de Zelaya Rosales del país.

Él dice que no le molesta que lo acusen de golpista “solo soy un patriota que ama a su país. Solo cumplí mi deber. Estaba en una posición de liderazgo y tuve que cumplir una orden emanada por un juzgado”, (Sacar a Zelaya del país). Por su parte, familiares y amigos lo califican como una persona de fe cristiana y católico de religión.

En el gobierno de facto de Roberto Micheletti (noviembre 2009) se desarrollaron las elecciones donde el nacionalista Porfirio Lobo Sosa Salió electo, él continuó la misión de blanquear el golpe de Estado, para lograr dicho objetivo comenzó sacando al general Romeo Vásquez y fue así que el general se retiró.

Lo nombraron gerente de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones, HONDUTEL, pero en enero del 2013 renunció al cargo para lanzarse como candidato presidencial, luego que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inscribiera su Partido Alianza Patriótica Hondureña, con bajísimo apoyo popular. Hoy aspira al cargo por tercera vez.

Según Romeo Vásquez, su partido defiende el respeto a la dignidad humana y la familia como elemento fundamental de una sociedad, en la que prime la igualdad ante la ley y oportunidades para todos.

Para Berta Oliva, este general refleja la realidad histórica de la cúpula del ejército, que ha estado al servicio de las pocas familias que tienen inmensas fortunas a costillas del Estado. Han llegado al extremo de ordenar “reprimir y hasta asesinar al pueblo cuando manifiesta sus inconformidades con relación al sistema y al modelo que empobrece a la mayoría de la población y enriquece a unas 13 familias. Y eso sucedió con Romeo Vásquez, el 2009”.

Romeo Vásquez Velásquez fue sobreseído definitivamente por la Corte Suprema de Justicia, junto a otros militares que integraban la junta de comandantes durante el golpe de Estado. Hoy, asegura que no da vuelta a la página y por tercera vez busca la Presidencia del país para “resolver conflictos sin disparar una sola bala”.


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