Por Marc Allas
El partido Nacional ha promocionado campañas de odio contra la candidata presidencial Xiomara Castro
“Llamamos al pueblo a salir masivamente, porque es la manera cómo podemos nosotros vencer las amenazas, vencer el miedo y vencer las campañas de odio. Todo lo que ha ocurrido y lo que pueda ocurrir está orientado a que nos quedemos en casa, porque entre más estrechos sean los resultados, más capacidad de maniobra fraudulenta tendrá el régimen”.
Así se expresó el director del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de la Compañía de Jesús y director de Radio Progreso, el sacerdote jesuita, Ismael Moreno (padre Melo), en su comparecencia (vía zoom) en el programa radial “Voces contra el Olvido” del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) en su emisión semanal del sábado 20 de noviembre.
El padre Melo dijo que Honduras está viviendo un momento convulso a una semana de que se produzcan las elecciones generales (a realizarse el 28 de noviembre) que determinarán la elección de un nuevo presidente, diputados al Congreso Nacional y corporaciones municipales.
Pese a ello, el sacerdote jesuita llamó al pueblo “a votar masivamente porque nosotros creemos que a través del voto podemos recuperar el estado que durante estos años ha estado bajo control por una mafia que ha venido liderando el partido Nacional, y que tiene nombres tan específicos como el de Juan Orlando Hernández”.
Tenemos esa obligación, no podemos nosotros continuar, ni podemos aceptar pasivamente dejar que la historia siga su marcha sin nuestra presencia y sin nuestra decisión, por eso el votar el 28 de noviembre es una obligación ciudadana, es una responsabilidad ética y es un compromiso político, dijo.
El sacerdote jesuita apuntó que, si bien las elecciones no son la solución total, pero se han convertido en un medio para avanzar por un escenario distinto. “Las elecciones no resuelven todos los problemas, porque no es algo mágico, pero es un paso importante para que entremos a un escenario en donde podamos nosotros, poco a poco, ir desbaratando la estructura criminal que se ha conformado a lo largo de tantos años y avancemos en la búsqueda de respuestas nacionales que respondan a las necesidades más apremiantes de toda nuestra sociedad”.
Respecto a la violenta campaña política emprendida por el partido Nacional, los asesinatos y las intimidaciones que se han producido previo a las elecciones, el padre Melo señaló que, a pesar de todo, llamamos al pueblo a salir masivamente, porque es la manera cómo podemos nosotros, vencer las amenazas, vencer el miedo y vencer las campañas de odio. Todo lo que ha ocurrido y lo que pueda ocurrir está orientado a que nos quedemos en casa, porque entre más estrechos sean los resultados, más capacidad de maniobra fraudulenta tendrá el régimen.
“Por lo tanto vayamos a votar, no nos detengamos, porque por parte de la coalición que lidera doña Xiomara Castro menos posibilidades le vamos a estar dando al régimen para que haga efectivo y exitoso el fraude como lo han venido organizando”, advirtió.
El padre Melo instó a la Coalición de partidos de oposición que lidera la candidata del partido Libertad y Refundación (LibRe) a instruir a la ciudadanía a cómo ejercer correctamente el sufragio, a cómo vigilar el proceso electoral para que se pueda respetar la decisión del pueblo, denunciar todo tipo de abusos, irregularidades o fraude que se pueda presentar y por último defender el voto.
“Porque el voto es sagrado, el voto representa la voluntad popular y por lo tanto esos cuatro verbos: Orientar, vigilar, denunciar y defender el voto, creo que debe ser la consigna que han de orientarnos en esta semana y el mero día de las elecciones”, sostuvo el sacerdote jesuita.
Consultado acerca de la estrategia del régimen relacionada a la compra de los votos, el padre Melo señaló que hay una campaña que está asociada precisamente a este tema donde los medios de comunicación juegan un papel importante y tiene su efecto.
Hay una campaña asociada a comprar el voto, entregar 7 mil lempiras, es un descaro, sin embargo, hacerlo en un país tan empobrecido, tan miserable como el nuestro, tiene su efecto. Yo tengo que aceptarlo y reconocerlo, pero también he podido observar con bastante responsabilidad que el aumento de la población decidida a votar va creciendo y no hay campaña de miedo, no hay campaña de odio, no hay campaña de chantaje económico; que va a cambiar la decisión que un alto porcentaje de la población tiene para ir a depositar el voto.
“Por lo tanto yo sí creo que hay que tener cuidado, y hay que seguir con firmeza llamando a votar, pero estoy convencido que la sociedad hondureña tiene una enorme reserva de dignidad, que ni con 7 mil lempiras, ni con chantajes, ni con el miedo; van a cambiar esa decisión de ejercer el voto como expresión de nuestra dignidad”, apuntó.
No en vano, la opinión editorial del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) titulado: “Votar contra el Miedo” y divulgado en el programa de radio señala que “… a las puertas del evento político más importante del año, los principales propietarios de los poderes del Estado, sus fuerzas mediáticas, sus brigadas evangélicas y sus escuadrones militares, hacen diversos esfuerzos para tocar las emociones primarias del pueblo crispado por la pobreza, las violencias y las desesperanzas…”
Añadió que: “…El objetivo de las mafias que llevan secuestrado el timón del Estado hondureño es parar los electores independientes, las personas indecisas y todo ser humano sufriendo parálisis identitaria, a fin de mantener altos los votos del corral, y abrir espacios de perturbación que les permita maniobrar la ilegalidad, y mantenerse chupando la sangre de 9 millones de personas…”.
Y en otro de sus párrafos indicó que: “…En esa convicción, las elecciones de 2021 no serán definidas ni por las campañas de odio contra el chavismo, el comunismo, el socialismo ni por los llamados contra el aborto, el matrimonio de la diversidad sexual ni siquiera por la corrupción criminal de los socios del cartel de Sinaloa. Se definirán precisamente por esta sed antinarcótica, por esta urgencia de reemplazar el modelo inmundo de la criminalidad organizada que nos avergüenza hace ratos como Nación…”
El padre Melo dijo que esa práctica de entregar dinero a la gente es la expresión más alta del desprecio a la población, porque esa ha sido su práctica de chantaje y de compra de conciencias. Y si lo están haciendo en estos días, es la máxima expresión de ese desprecio que se tiene especialmente hacia la sociedad empobrecida.
“Este gobierno represor ha empobrecido a la sociedad hondureña a lo largo de 12 años y utiliza la miseria de la gente para que, comprándola, obtener el control del estado, para continuar haciendo fechorías”.
El sacerdote jesuita se refirió a lo ocurrido en 2013 y 2017, donde Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), avalaron los fraudes electorales protagonizados por el partido Nacional.
El padre Melo expresó que “en Honduras puede ocurrir cualquier cosa, porque, así como el partido Nacional y sus dirigentes desprecian al pueblo hondureño, también sectores de la comunidad internacional nos desprecian y nos tratan como patio trasero y por lo tanto yo esperaría que lo de hace 4 años haya servido de ejemplo, para no repetir esa historia triste de intromisión”.
Yo esperaría que el Departamento de Estado, la Embajada del gobierno de Estados Unidos en Honduras respete la voluntad popular y no siga avalando fraudes, eso es lo que yo espero y ahí deposito mi confianza, sostuvo.
No significa con esto que yo tengo confianza en la comunidad internacional, porque la comunidad internacional a final de cuentas avala a quienes ejercen y tienen el poder en nuestro país, señaló el director del ERIC y radio Progreso.
Finalmente, el Padre Melo dijo que “mi deseo es que podamos ejercer el voto en un ambiente tranquilo, en un ambiente de ciudadanía activa y respetuosa, sin embargo, recordemos que quienes conducen el estado saben que tienen que aferrarse al poder, porque ese poder es el que les permite seguir saqueando el estado, e incluso a algunos, les permite seguir evadiendo la justicia”.
Por lo tanto, una cosa es lo que esperaría, y otra cosa es que las amenazas son latentes y tenemos que ser responsables en ubicar el optimismo dentro de unas condiciones que son adversas a los intereses, y al deseo de dignificación que tiene la sociedad hondureña, apuntó.
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