jueves, 6 de junio de 2019

Realidad de violencia y pobreza sigue expulsado a la población hondureña



Cientos de hondureños y hondureñas están saliendo del país de manera individual y masiva, un ejemplo son las caravanas de migrantes que desde octubre de 2018 han partido hacia México y Estados Unidos.

La salida y expulsión de la ciudadanía es la expresión más palpable del fracaso de las políticas de Estado, que se basan en el modelo de explotación de los bienes naturales, y el acelerado proceso de privatización de los servicios públicos.

Desde que comenzó la caravana, la fotografía que nos quedó de ese octubre fue la cantidad de gente intentando salir de Honduras, así como todas las dificultades que puso el gobierno en las fronteras para que la gente no saliera del país.

Karla Rivas, representante de la Red Jesuita con Migrantes, dice que, de fondo las caravanas revelaban un muevo mecanismo que le permite a la población tener seguridad durante el desplazamiento, porque el mismo era reconocido por los medios de comunicación como noticia y el estar en el ojo mediático daba de una u otra manera un nivel de seguridad.

Rivas recuerda que desde que salieron las caravanas siempre hubo de parte de Estados Unidos, presión para que los gobiernos no dejaran salir a la gente.

Población sigue huyendo
La migración históricamente ha sido por motivos económicos, encabezada por hombres entre 28 y 40 años, luego empezamos a migrar las mujeres, quienes intentaron irse para encontrarse con sus esposos, sin embargo, las caravanas fueron compuestas en su mayoría por familias completas.

En ese sentido, Karla Rivas dice que las razones por las que la población decide dejar el país se han agudizando, “si vemos en términos de números, las caravanas fueron la mayor expresión del éxodo hondureño y centroamericano, sin embargo, que ahora no estén saliendo las grandes peregrinaciones, no significa que la gente no esté abandonando el país.

Según la representante de la Red Jesuita con Migrantes, cada noche salen de San Pedro Sula, entre 300 y 350 personas que huyen a diario de Honduras. Si Juntamos los datos de un mes, serían entre 9 mil personas las que se van cada mes del país.

El reciente Sondeo de Opinión Pública del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación ERIC-SJ, reveló que hay una estrecha relación entre los problemas identificados (desempleo, delincuencia e inseguridad, la falta de ingresos económicos) y las causas que provocan la migración. Al preguntarles por la principal causa por la que la gente se va, el 69.5 por ciento de la gente identificó el desempleo/falta de ingresos económicos y un 12.9 por ciento de la población se refirió a la violencia e inseguridad y un 13.3 por ciento identificó por igual la situación económica y la violencia.

El norte y sur de México colapsado  

La primera reacción con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue positiva porque la lectura que se hacía en ese momento era el inicio de una gestión sobre las migraciones más humana. Se entregaron cerca de 15 mil visas humanitarias para que la ciudadanía migrante se moviera o buscara trabajo.

Sin embargo, ahora la realidad es distinta. Karla Rivas pone de ejemplo que en el tiempo que tiene la gestión de AMLO se redujo el presupuesto para el Instituto Nacional de Migraciones y la extensión de las visas humanitarias se volvió un trámite más complicado.

En una conferencia de prensa realizada en el mes abril, el mandatario mexicano argumentó que su gobierno intentaba proteger a los centroamericanos, pues en el norte del país muchos de ellos había sido víctimas de la delincuencia, por lo tanto las fronteras del sur sería las ideales para reagrupar a los migrantes. La medida fue extender una tarjeta de estancia temporal que les permite permanecer en el sureste del país y conseguir empleo.

La representante de la Red Jesuita con Migrantes, dice que en el fondo las políticas del gobierno mexicano es controlar los migrantes y que se queden en la frontera sur, para evitar que lleguen a la frontera con Estados Unidos.

México colapsó, ya no tiene capacidad de recibir a más migrantes y garantizarles una vida digna. Es por eso que los programas de apoyo a las personas migrantes, impulsados a inicios del gobierno de AMLO no se han mantenido.

Según estudios y reacciones de analistas la situación en Honduras cada vez es más precaria. Para Karla Rivas, la gente va a seguir saliendo, porque el contexto político, económico y de seguridad no es el mejor. Frente a la posibilidad de no poder obtener tranquilidad en el país, se está  orillando a que la gente busque en un camino incierto e inseguro la posibilidad de tener una vida mejor.

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