lunes, 10 de junio de 2019

Profesor que fue herido por policías durante manifestación pierde un riñón



Por Riccy Ponce

El maestro Claros Alfonso González Sánchez que fuera herido con bala por parte de la policía en la carretera CA-5 a la altura de Siguatepeque durante la movilización de ayer, perdió un hígado, pero su estado de salud es estable.

Claros Alfonso fue auxiliado inmediatamente y trasladado a un centro asistencial de Comayagua, donde fue sometido a una cirugía y producto de la herida que llevaba los médicos no le pudieron salvar uno de sus riñones. Permanecerá con un tubo conectado en el hígado y en el pulmón, esto hasta esperar su evolución.

El maestro Claros Alonso recibió el disparo en la espalda, en la región lumbar a centímetros de la columna.

Pablo González Pérez, padre del profesor herido, dialoga con una de las procuradoras del Cofadeh

El profesor se encontraba junto con un grupo de profesores y personal del área de la salud de Siguatepeque y de Intibucá en  una manifestación en la CA-5 en protesta contra la privatización de la salud y la educación.

Los elementos represores del estado comenzaron a reprimir la manifestación con gas lacrimógeno y bala viva, resultando herido de proyectil el profesor, quien producto de la herida perdió el riñón derecho, tiene laceración en el hígado y pulmón.

Según la doctora que lo auxilió cuando cayó herido, de la que omitimos su nombre, dijo que “ellos (la policía) ya estaban disparando hacia el aire, pero no le estaban disparando a la gente, pero cuando para evitar sentir el gas que lanzaba las fuerzas represoras del estado se las estaban regresando, entonces ellos empezaron a dispararle a la gente y al que afectaron fue al profesor”.

El profesor fue trasladado hasta el hospital Santa Teresa de Comayagua, donde fue atendido e intervenido quirúrgicamente.

“Un profesor al que no le pregunté su nombre, pero que trabajó en la Cruz Roja, tuvo el valor de venirse conmigo en un taxi que paramos en el camino, atrás  iba el profesor herido con él y yo adelante, hicimos las conexiones con el hospital Evangélico de Siguatepeque, allí ya lo revisaron la cirujana, médicos generales, enfermería y después  esperamos la ambulancia del 911 y desde allá hicimos las gestiones al hospital Santa Teresa de Comayagua, asegurándonos de que hubiera cirujano y  personal para poderlo atender y todo se hizo muy rápido”.

Añadió que “si no hubiera habido personal médico se muere, porque fíjese que desde el momento que le hicieron la herida  de bala lo trasladamos al hospital Evangélico,  nos demoramos 15 minutos y en 15 minutos él ya iba con una presión de 80- 40, ya sus signos vitales estaban inestables, sudoroso, pálido, entonces si nos demoramos unos 15 minutos más y se muere”.

“Gracias a Dios en hospital Evangélico se  logró estabilizar y durante todo el trayecto que venimos de Siguatepeque a Comayagua en la ambulancia se mantuvo estable su presión arterial entre 120-70, entró al salón de operaciones estable, lamentablemente perdió uno de sus riñones  y sufrió heridas en el pulmón e hígado pero está estable”,  finalizó la profesional de la medicina que actuó rápido  para lograr salvarle la vida al profesor.

Por su parte su padre, Pablo González Pérez, desde la sala de espera del hospital, condena el hecho y afirma que la Policía Nacional y la Militar están para cuidar no para disparar en contra de las personas, y más contra quienes luchan por una causa justa como lo hace su hijo.

“Yo pienso que mi hijo está en una lucha justa, porque ellos tiene mucho tiempo de estar trabajando y todavía no les han pagado, y a raíz de eso ellos andaban en apoyo, no andaban queriendo agredir a nadie”, señaló.

Se preguntó ¿porque le dispararon?, algo que no lo veo justo yo y no tienen la potestad de dispárale a un ser humano, porque ante Dios todos somos iguales, el presidente no tiene porque dar órdenes de que esto suceda porque somos seres humanos e hijos de un solo padre.

Al mismo tiempo el señor González pide justicia para su hijo “yo pido que se averigüe y que también caiga el peso de la ley, que se averigüe como fue su causa y porque, si fue alguno del gremio militar o de la policía, yo pido que se castigue con la ley, porque no podemos estar en esto de que ya no confía uno, la policía y los militares están para hacer poner orden no para quitar vidas, condeno rotundamente las acciones de las Fuerzas Armadas y de la policía.

Como voy a estar de acuerdo yo, si soy un hombre que paso luchando, un hombre que luché para que este hijo mío se ganara el salario diferente y hoy, no estoy de acuerdo en esto, y no estoy en condiciones de aceptar esto, porque todos somos seres humanos y todos tenemos el derecho a vivir como mejor nos venga, pero hay que luchar por lo que no vemos bien y yo aquí rotundamente condeno esto, finalizó el padre del profesor.

Desde el momento que el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) conoció del hecho, se trasladó hasta el hospital para brindar acompañamiento a la familia.

El profesor Claros es un maestro originario de Intibucá y labora en un centro básico del municipio de  Opalaca, y está en contra de la privatización de la salud y la educación  y eso lo motivó a luchar porque se deroguen los decretos que aprobó el Ejecutivo en Consejo de Ministros  y que perjudican al pueblo y al gremio de la salud y la educación.

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