viernes, 21 de junio de 2019
La utilidad del asesinato político según la CIA
Por Diego Olivera Evia
Estas son algunas de las falsas prácticas que recomienda la CIA
La CIA aprueba que gobiernos civiles o militares que enfrentan conflictos armados con grupos insurgentes recurran frecuentemente a operaciones de ataque a objetivos de alto valor, descritas como acciones para “remover” o neutralizar a sus cabezas para degradar la eficacia del grupo. manual de operaciones contrainsurgentes de la CIA, revelado por Wikileaks El criterio de la Agencia para la definición de quien es un HVT (un objetivo atacable) es flexible: varía de acuerdo a “factores” que enumera: fuerza del grupo, estructura, dinámicas de liderazgo y alcance del resultado deseado por el gobierno.
Se advierte que entre los “efectos contraproducentes” de una acción de este tipo está el de romper ciertas “reglas del juego” establecidas entre los rebeldes y el gobierno, lo que lleva a una escalada del conflicto que no siempre está en el interés del gobierno. Pero en el caso en el que los golpes causen daños mayores a los que el grupo insurgente sea capaz de absorber, ya sea por su incapacidad de reponer sus liderazgos o por los golpes infligidos a sus líneas de financiamiento o logística, puede conseguirse un mayor debilitamiento de su capacidad de acción.
Las “mejores prácticas”
En una revisión de operativos de ataque contra objetivos de alto nivel hechos por la CIA se demuestra –sostiene el documento que estos “pueden tener un papel importante como parte de una estrategia contrainsurgente de mayor alcance. Estos suelen arrojar mejores resultados cuando los gobiernos analizan previamente sus posibles efectos y factores que lo puedan impactar y simultáneamente aplican otros instrumentos contrainsurgentes de carácter militar y no militar.”
Entre los efectos positivos de estos ataques enumera la erosión de la capacidad insurgente, debilitamiento de su voluntad, reducción de su base de apoyo, división o fragmentación del grupo, forzar que el grupo modifique sus estrategias de modo que beneficie al gobierno y levantar la moral del gobierno y generar apoyo.
Entre los efectos negativos cita: “puede generar mayor apoyo al grupo insurgente, lo cual podría obligar al gobierno a distraerse de otros aspectos de su estrategia; puede hacer que las estrategias insurgentes se modifiquen, que refuercen sus bases de apoyo y simpatía de la población, conducir a una mayor radicalización a los líderes sobrevivientes, generar condiciones para la adhesión de liderazgos más radicales y escalar o desescalar el conflicto de modo que favorezca la insurgencia”.
Estas son algunas de las “buenas prácticas” que recomienda la CIA
Definir el impacto deseado sobre la trayectoria del grupo insurgente, considerando que en algunos casos pueden generarse efectos indeseados. -Definir la decisión del ataque en base de un sólido conocimiento de los mecanismos internos del grupo y sus debilidades específicas, información que se puede obtener mediante los interrogatorios a sus desertores.
-Incorporar la operación de ataque a una estrategia integral, que permita capitalizar el resultado de la operación o compensar algunos de los efectos producidos. -Proteger a los actores más moderados. Los ataques contra los líderes más violentos y extremistas pueden resultar en un acuerdo político. En muchos grupos insurgentes hay divisiones internas entre sus dirigentes más militaristas y los más políticos. -Aprovechamiento de las contradicciones internas. Exacerbar o explotar las fisuras en los liderazgos puede funcionar de manera tan efectiva como el dirigir un ataque militar contra uno de sus liderazgos.
Estos hechos de la CIA son parte de la estrategia, de generar acciones contra determinados países, que apuesta a cambios sociales o alternativos en América Latina, como lo realizan en Venezuela, Cuba, Nicaragua, ahora con México aplicando sanciones económicas, consideradas como ilegales, como amenazas de golpes desde Brasil o Colombia, al gobierno Legal de Nicolas Maduro, para crear un caos, en búsqueda de controlar a los países de América Latina, como lo realiza el Plan Condor y el modelo Monroe, América para los americanos , pero para EEUU y sus aliados europeos, como Canadá, realmente la CIA y los marines son la punta de lanza de las intervenciones.
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