Pese a que las acciones de protesta se extendieron durante la noche y la madrugada del miércoles, la ciudadanía y estudiantes del Distrito Central decidió continuar las manifestaciones con tomas de carretera y los principales bulevares de Tegucigalpa y Comayagüela.
La población ha expresado su descontento con la actual administración pública, dirigida por Juan Orlando Hernández quien es señalado por imponer la reelección presidencial; la ciudadanía además demanda mejorar el sistema de salud y educación pública.
“Nosotros como ciudadanos ya no aguantamos el comportamiento de este dictador, el usurpador del poder, no lo queremos ahí porque está violentando el poder, está dañando los derechos de los ciudadanos; la canasta básica, la energía y el combustible, el pueblo pobre ya no podemos”, decía un vecino del Cerro de Hula en Santa Ana, Francisco Morazán, durante la toma de la carretera que conecta con la zona Sur del país.
Durante esa toma, transportistas de carga pesada cruzaron las unidades para impedir el paso de vehículos.
Por su parte, una mujer manifestante expresa que la salida de Hernández de la silla presidencial debe dar paso a una Asamblea Nacional: “donde estén incorporados todos los sectores, mujeres, jóvenes y obreros, para construir una nueva Constitución porque ésta ya está desfasada, estamos en un país donde las garantías fueron rotas”.
La toma de carretera en el kilómetro 9 duró dos, policías y militares reprimieron con gas lacrimógeno y persiguieron a los manifestantes.
Minutos después, un grupo de estudiantes universitarios y jóvenes comenzaron la toma del bulevar Fuerzas Armadas, a inmediaciones de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.
Los estudiantes colocaron piedras y quemaron llantas para impedir el paso vehicular por los dos carriles del principal bulevar de la capital Tegucigalpa.
Hasta el lugar, con actitud violenta y sin mediar palabras, llegó un pelotón de la Policía Militar y del Orden Público (PMOP). Los elementos militares, considerados la fuerza especial del régimen nacionalista, se molestaron al ver que el fotógrafo de la agencia internacional Reuters, Jorge Cabrera, comenzó a hacer registro fotográfico le asentaron un batazo en su mano izquierda.
“Estoy plenamente identificado. Me dio con bate, no comprendo el motivo, no comprendo por qué tenía que haber golpeado a la prensa”, dijo Jorge Cabrera a Radio Progreso.
Los Policías Militares lanzaron gas lacrimógeno contra los estudiantes que demandaban educación gratuita y de calidad, y la salida inmediata de Juan Orlando Hernández.
Mientras el equipo de prensa de Radio Progreso en Tegucigalpa narraba la represión y agresión, un miembro del pelotón de la Policía Militar grababa con un celular el movimiento de los periodistas.
Las tomas calles y bulevares continúan en el Distrito Central, pese a la amenaza e intimidación de la Policía Militar y del Orden Público.
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