Por Riccy Ponce
Al menos cinco personas murieron en menos de 24 horas en Honduras durante las jornadas de protesta en contra del régimen de Juan Orlando Hernández, donde exigieron su renuncia.
Los días 19 y 20 de junio las protestas en Honduras se intensificaron luego que el transporte de carga se paralizara y un grupo de policías de las Fuerzas Especiales se rebeló, exigiendo el cumplimiento del aumento salarial que se les había prometido.
En varias ciudades de 12 departamentos la población se auto convocó y salió a tomarse carreteras y calles, y para desalojarlos el régimen utilizó a la Policía Militar y a soldados del ejército para que realizaran esa labor.
En su monitoreo de las violaciones a los derechos humanos durante las protestas, el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (COFADEH) registra que los días 19 y 20 de junio cinco personas fueron asesinadas, tres por elementos de la Policía Militar y dos en circunstancias no muy claras.
Las víctimas fueron reportadas dos en Tegucigalpa, Francisco Morazán; dos en Jutiapa, Atlántida, y uno en Yarumela, La Paz.
Las víctimas de la Capital fueron ingresadas al Hospital Escuela donde fallecieron. Las mismas fueron identificadas como Luis Enrique Maldonado, quien recibió un impacto de bala en la cabeza durante una movilización en la colonia Kennedy, y Erik Peralta, quien recibió heridas con un objeto corto punzante esto en las faldas de El Pedregal, cuando era reprimida una protesta.
Otras de las víctimas se conoció que el hecho fue en Jutiapa, Atlántida, cuando se encontraban en una toma, hombres armados pasaban en un vehículo por el lugar y al ver interrumpido el paso, sacaron sus armas dispararon contra los manifestantes, causándole la muerte a Eliu Orellana y a otra persona de la que se desconoce su identidad. Cabe señalar que en el hecho otras dos personas resultaron heridas y fueron trasladados a un centro asistencial del sector.
Eblin Noel Corea Maradiaga es otra de las víctimas que falleció a manos de los militares en la carretera desvío al municipio de Yarumela, La Paz, hecho ocurrido el jueves 20 de junio.
El joven de tan solo 17 años protestaba junto a otros pobladores del sector cuando fue alcanzado por las balas de la policía y militares, quienes dispararon sus armas de reglamento cuando desalojaban a los manifestantes.
En estos hechos también resultaron heridos más de una treintena de manifestantes, donde al menos 21 fueron ingresados a la sala de emergencia del Hospital Escuela de Tegucigalpa, en su mayoría heridos de bala.
El COFADEH se trasladó hasta las instalaciones de ese centro asistencial constatando que varios de los heridos aún permanecían internos y otros ya les habían dado el alta.
Uno de los heridos, de quien omitimos su nombre, dijo que no era justo lo que hacían los Policías Militares y que él solo estaba trabajando.
“Me encontraba en la San Francisco metiendo una arena en una casa donde yo trabajo, en eso hubo un enfrentamiento entre manifestantes y policías, los militares empezaron a disparar bala viva y producto de esa represión recibí un impacto de bala en la parte baja del abdomen, me duele al caminar, pero el doctor ya me dijo que no me tocó ningún órgano interno”.
Mientras que otro joven expresó que “yo iba a dejar a alguien por la zona de la gasolinera Puma de la carretera al norte, cuando escuché disparos y fue cuando me dieron a mí, tengo de 50 a 60 perdigones de la bala en todo el cuerpo, brazos, cabeza, espalda y pierna”.
La tercera persona con la que el COFADEH habló señaló que “iba pasando y vi que los manifestantes tenían una toma pacifica en el lugar, solo se estaba interrumpiendo el paso a vehículos pesados y se estaba dejando pasar todos los carros pequeños, pero en eso un carrito pequeño empezó a disparar a lo loco hiriéndome a mí que iba pasando por el lugar”.
Destacó que esa es una nueva modalidad que utiliza la policía utilizar carros no policiales para que el echen la culpa a particulares y no a ellos.
Cabe señalar que solo el día 19 de junio en la Capital, 21 personas ingresaron al Hospital Escuela, pero se estima que ese día hubo más personas heridas y que por temor no acudieron a ese centro asistencial.
Estos hechos de brutal represión se dieron entre el miércoles 19 y el jueves 20 de junio, cuando el pueblo se auto convocó a las calles a defender la salud y la educación, mientras las Fuerzas Especiales de Seguridad de la Policía Nacional se declaraba de brazos caídos.
El gobierno ilegitimo de Juan Orlando Hernández convocó al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, donde resolvió darle la seguridad de la ciudadanía a los militares, de quienes se sabe que no pueden manejar conflictos porque han sido preparados para matar, tal como lo dejaron claro durante los días 19 y 20 de junio.
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