martes, 2 de abril de 2019
El aumento a los combustibles limita el poder adquisitivo de la población
Hasta la fecha hay nueve aumentos consecutivos a la estructura de precio de los combustibles, situación que tiene nuevamente alarmada a la población hondureña, ante las variaciones en algunos precios de productos de consumo popular y ante las amenazas de reajustes a la tarifa de energía eléctrica.
Adalid Irías lamenta que este escenario internacional nos afecte de nuevo y que se esté hablando desde el gobierno de aumentar la tarifa de energía, incremento que dejaría en más precariedad al bolsillo de la población.
“Hemos venido denunciando que quieren aumentarle a la energía, las condiciones son desfavorables para el pueblo, la moneda se devalúa y ahora con nueve incrementos a los carburantes de forma consecutiva”, amplió Irías.
Para Irías la interpretación de los incrementos a los combustibles no es pareja, pues antes de estos nueve incrementos consecutivos, en el país hubo una tendencia de 14 rebajas al hilo, pero cuando estos descensos se dieron, el gobierno no propuso ni obligó a empresarios, ni transportistas a bajarle a la canasta básica ni transporte público.
Para el presidente del Colegio de Economistas de Honduras, Luis Guifarro, con estos incrementos la tendencia económica para el país no es nada favorable para este 2019.
“No es algo sencillo que con el incremento de los combustibles los impactos que vamos a tener son preocupantes para el comportamiento de la economía, porque en ella hay una variable, los precios agregados, entonces esto presiona a otros indicadores para modificaciones”.
El economista amplió: “miramos que el anuncio de incremento a la gasolina no son señales positivas para el desempeño de la economía para este año y aumentamos el estancamiento económico que vive el país desde el 2018 que se comportaría con una tasa de crecimiento de un 3.6%, en ese sentido la tabla de salvación es que haya más inversión para generar empleo y pasa por analizar una serie de variables que tienen que ver con la seguridad jurídica, la estructura de las tasas impositivas y la corrupción, es decir, obedece a varios factores que se dan en la economía nacional”.
Por tal razón Adalid Irías dice que, además de los abusos cometidos con estos precios altos, también el Estado es responsable de no tener una política energética que busque el beneficio para el consumidor final.
Irías cree que el Estado creó una fórmula de distribución de ganancias que se orienta a favorecer el ingreso fiscal y a los empresarios, dejando por último al consumidor final, que es el pueblo.
El diputado y empresario de los combustibles Harry Panting, se refirió a la fórmula de ganancias y expresó lo siguiente:
“Podría ser una alternativa modificar la tabla de ingresos, pero el gobierno debe hacer ajustes por otro lado significaría menos ingresos para los fondos públicos y la inversión que se hacen con ese presupuesto.
Nuestra posición en el Congreso es de exhortar al gobierno que tome las acciones correctas, pero depende de Desarrollo Económico y el Poder Ejecutivo, nosotros no podemos tomar una decisión”, el diputado Panting dejó claro al pueblo que el Congreso además de no tener condiciones de modificarlo y buscar una solución al respecto, tampoco tiene voluntad para promoverlo.
El representante de los consumidores culminó pronosticando un panorama adverso para la población, pues esta política de incrementos o reajustes también es parte del plan de exigencias que el Fondo Monetario Internacional (FMI), hace al Estado y que este como buen obediente cumple al pie de la letra.
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