martes, 23 de abril de 2019

Comentarios (gramscianos) para entender las categorías esenciales de Gramsci

El viejo topo

Por Salvador López Arnal

No es un libro destinado a especialistas en primera instancia, no es fruto de un trabajo de investigación, pero sí hay mucha reflexión detrás y será de buena ayuda a interesados en la obra de Antonio Gramsci, sean o no especialistas. Hay mucho pensamiento propio en las 200 páginas del libro.

Una declaración de las autoras, del prólogo: “Una herramienta se puede usar de diferentes modos. El que planteamos en este libro no es el único posible: Gramsci puede ser leído e interpretado de varias maneras, sus enseñanzas pueden tener diversos usos. El que ofrecemos está determinado por un momento histórico, por un lugar concreto: la revolución iniciada por el movimiento 15M ha hecho presentes discursos políticos nuevos, inspirados algunos de ellos por lo escritos de Gramsci” (p. 26). Que lo iniciado por el movimiento 15M sea o no una revolución no es ahora la cuestión que conviene discutir.

Un sucinto apunte intelectual sobre las autoras puede leerse en la solapa interior del libro. Dolores Sánchez fue una de las fundadoras de la Asociación de Mujeres Universitarias y Maite Larrauri es coautora de la colección de libros Filosofía para profanos.

La estructura del libro: “En caso de duda: volver a Gramsci”, el prólogo de Iñigo Errejón. 1. Introducción. 2. Economicismo. 3. Guerra de posición/guerra de maniobra. 4. Revolución pasiva. 5. Hegemonía. 6. Sentido común. 7. Filosofía de la praxis. 8. Jacobinismo. 9. Voluntad colectiva. 10. Nacional-popular. Bibliografía.

No hubiera estado de más un índice analítico y nominal.

Las autoras han elegido nueve categorías centrales de la reflexión gramsciana, han seleccionado textos de los Quaderni (creo que la traducción es siempre suya), uno o más por concepto, y los han comentado (con ojos muy laclaunianos-mouffistas en ocasiones) con detalle, conocimiento y cuidado, sin presuponer grandes conocimientos del tema a los lectores/as (que, por supuesto, pueden tenerlos o no). Lo han conseguido (estemos o no de acuerdo siempre con sus interpretaciones) y el libro que han construido con todo ello es muy útil. Para todos.

Habrían sido conveniente algunas referencias a pie de página.

Las indicaciones puntuales de las autores a asuntos de nuestra situación política, estemos o no de acuerdo con ellas, no están de más y nos enseñan a pensar y comprender con ojos gramscianos.

No debería deducirse de todo ello que las autoras no están al día de los recientes estudios gramscianos o que no mantengan posiciones claras en determinados puntos. Todo lo contrario. Un ejemplo: “Gramsci no empleó jamás la palabra “alienación”. Esta constatación es un elemento más para adoptar la idea de que con la superación del economicismo, tenemos que abandonar asimismo la idea de que existen posiciones de clase estructurales que están llamadas causalmente a ser revolucionarias” (p. 47).

Su opinión del gran pensador italiano es fácil de compartir, la comparto: “Escribir 29 cuadernos de reflexiones y análisis de la vida cultural y política, proponiendo una visión original del marxismo, es una hazaña gigantesca, en especial cuando sabemos de su soledad y aislamiento políticos y afectivos, acompañados de una salud desastrosa. Gramsci se nos presenta como una prueba encarnada de que hay razones para confiar en el optimismo de la voluntad” (pp. 28-29)

Mis observaciones críticas que en absoluto apuntan a una falta de interés del libro:

1. No se entiende que en la bibliografía las autoras citen a un libro como IBEX 35, una historia herética del poder en España (un ensayo sin duda de interés) y no citen ni un solo libro o artículo de uno de nuestros mayores conocedores de la obra del revolucionario sardo, Antonio Gramsci.

2. Tampoco se entiende que no citen ni un sólo libro o artículo de Manuel Sacristán.

3. Se entiende un poco pero no mucho que escriban: “Jordi Solé Tura -uno de los pocos introductores de Gramsci en España...”. ¿Uno de los pocos a día de hoy?

4. Tampoco se entiende bien que den tanta importancia a un artículo del autor de Una historia optimista: “La qüestió de l’Estat i el concepte de nacionalitat”, el único que citan, salvo error por mi parte, un trabajo publicado en 1976 en la revista catalana Taula de canvi.

5. El reconocimiento a la obra de Solé Tura tal vez les impida pensar en otros autores de aquellos años: “Sirva esta introducción para rendir un homenaje privado y público a un político de entonces, de alta capacidad intelectual, como fue Jordi Solé Tura, que desde los años sesenta había traducido e introducido algunos de los textos de Gramsci en España. Y no solo fue un traductor de sus textos en sentido literal, sino que fue un traductor de su pensamiento como guía para la acción política” (p. 30). ¿Solé Tura destacadamente? ¿Sólo él? ¿No hubieran otros que tal le ayudaron y enseñaron?

6. De hecho, en el mismo prólogo del libro, se afirma: “Lo que pasó con Gramsci en los setenta, los esfuerzos de Solé Tura pero también de filósofos como Manuel Sacristán -otro de los introductores de Gramsci en nuestras lares y maestros de numerosos discípulos- no han sido una raíz rota”. Entre esos discípulos a los que no se cita, cabría citar a Francsco Fernández Buey y, bien mirado, al propio Jordi Solé Tura. El mismo lo manifestó en una entrevista para los documentales dirigidos por Xavier Juncosa: “Integral Sacristán”.

Sea como fuere, un buen manual para comprender categorías centrales de Gramsci, conceptos centrales para nosotros y para comprender este “mundo grande y terrible” en el que nos ha tocado vivir.

Por cierto, ¿por qué Gramsci no es autor incluido entre los autores ”esenciales” de filosofía de segundo de bachillerato de ninguna comunidad autónoma española? ¿Un autor menor uno de los filósofos y pensadores marxistas más leídos, estudiados y citados en estos últimos 30 o 40 años?

Barcelona, Ariel, 2018, 192 páginas, prólogo de Íñigo Errejón.

Fuente: El Viejo Topo, enero de 2019.

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