sábado, 18 de marzo de 2017
En defensa de Mujeres Defensoras
El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras, COFADEH, saluda en esta fecha la memoria de mujeres del mundo que son precursoras de luchas sociales y políticas que causaron su persecución y hasta su muerte.
En Honduras saludamos el ejemplo de las madres e hijas de la Desaparición Forzada que impuso el Partido Liberal y el Partido Nacional en 1979 junto al sector privado, las Fuerzas Armadas y las cúpulas de las iglesias, sin darles chance de volver a la vida.
En la era actual nuestra voz contra el olvido por las mujeres que luchan en los cuatro puntos cardinales de Honduras, contra un patriarcado violento que insiste en someter sus cuerpos y sus mentes a la dominación, la esclavitud y la muerte.
Hoy tenemos presente a las mujeres cuyos cuerpos han sido víctimas del periodismo carroñero, que ha difundido sus desnudeces por periódicos y redes, con el propósito consciente de matar su presencia en las nóminas a cargos de elección popular y someterlas por encargo patriarcal al escarnio público y arrastrarlas otra vez al reducido mundo de lo privado, imponiéndoles su moral discapacitada.
Abrazamos a Ana Mirian Romero, la indígena lenca que recibió en Irlanda el reconocimiento mundial por su defensa del territorio comunitario de Santa Elena, La Paz, y que hoy enfrenta persecución y amenazas por multiplicar su voz sencilla y limpia en defensa del Río Chinacla y la ancestralidad de su pueblo.
A Esly Banegas, la valiente Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán, a quien la violencia impune le ha matado a su hijo y a su ex esposo en el último año, para vulnerar su espíritu guerrero y marchitar su sonrisa movilizadora.
Esly, la humanidad que también somos nosotras, le expresamos con sororidad profunda la fuerza que necesita usted para seguir adelante y reclamar con fuerza la justicia.
En ese martirizado y heroico valle del Aguán vive también Isela Juárez, sindicalista municipal, que por defender los derechos de sus compañeras y compañeros sufre una campaña de hostigamientos y degradación laboral al interior de la Municipalidad de Tocoa, además de una serie de eventos hostiles simulados como delincuencia común que buscan apartarla de su rol de defensora.
Orbelina Flores, Miembra del Observatorio Permanente de Derechos Humanos del Bajo Aguán, fue humillada por heroicos policías y militares de la fuerza de ocupación Xatruch que buscaban en su casa armas de guerra, que por supuesto no han sido capaces de encontrar en sus propios arsenales de donde se han desaparecido.
Irma Lemus, artesana, comunicadora comunitaria de Trujillo y defensora del derecho a la tierra en el valle del Aguán, ha sobrevivido en su compromiso colectivo a un atropellamiento vehicular, un proceso penal criminalizador y a hostigamientos por las fuerzas militares de ocupación del valle del Aguán.
Martha Arnold, cooperativista agraria, integrante del Observatorio de Derechos Humanos del Valle del Aguán, con medidas de protección cautelar solicitadas por la CIDH, huyó del país para proteger su vida ante las amenazas y persecuciones de los acaparadores de la tierra, de sus apologistas y guardianes militares.
A todas estas mujeres – Esly, Isela, Orbelina, Irma y Martha – y otras de la región del valle del Aguán que entregan tiempo y energía personal a la procuración y promoción de derechos colectivos, nuestra mención acompañante y nuestra demanda pública por el respeto de sus vidas y sus obras.
En una fecha como la de hoy nuestro abrazo también es para Olivia Marcela, Berta Isabel y Laura Zúniga Cáceres, portavoces de la multiplicación redentora de su madre y pregoneras de la vida, quienes enfrentan sin embargo una feroz campaña criminalizadora desde la comunidad de inteligencia del Estado, que funciona en alianza con el crimen organizado y bajo la asesoría de un torturador del 3-16 especialista en disfraces.
Olivia preside la Coordinadora Indígena del Poder Popular, impulsa la Radio Comunitaria de las Mujeres Lencas en Azacualpa y aspira a una diputación por Intibucá, para impulsar desde el espacio público la propuesta de desarrollo territorial indígena alternativa a la depredación neoliberal.
Bertita y Laura, con el acompañamiento al trabajo del COPINH que fundó su madre, asumen también el escenario local e internacional como los espacios de incidencia pública para impulsar las demandas de la familia por el castigo a los autores intelectuales del crimen, que están en las elites políticas, privadas y militares del país.
A las hijas de Bertha Cácares y Salvador Zúniga, a las mujeres jóvenes, indígenas y feministas que ellas representan por sí mismas, nuestro homenaje en reconocimiento a su potente vocería mundial a favor de las defensoras de los bienes comunes de la naturaleza y la resistencia indígena.
A Bertha Oliva, coordinadora del Cofadeh, comprometida en el litigio estratégico por la justicia y la defensa de la progresividad de los derechos humanos en todas sus generaciones, nuestro reconocimiento por su ejemplo de luchar en medio de la adversidad: campañas de odio, vigilancia y persecución, y amenazas provenientes de los instigadores vivos de la tenebrosa Doctrina de Seguridad Nacional, vigente hasta nuestros días, que se esconden en calls centers y estaciones de hackers asalariados del Consejo de Seguridad.
Bertha, su vida le defiende. Y aunque los extractores de uñas del batallón de la muerte no cejan en su asechanza, usted tiene el respeto de la comunidad mundial mientras ellos el desprecio.
En la fecha de hoy nuestro abrazo de sororidad también a Suyapa Martínez, defensora de derechos humanos, feminista y procuradora de la vida, quien enfrenta la persecución penal de la empresa DESA, el conglomerado represador que es señalado directamente por financiar la represión contra el COPINH en Intibucá y Santa Bárbara.
En DESA el patriarcado penalizador se suma contra Suyapa con una agencia de desarrollo de EEUU que financia el apoyo social a los mega proyectos, el ejército y la policía como accionistas de los negocios de energía, los bancos que lavan el capital transnacional y los sicarios que matan por encargo. Y hasta los religiosos que bendicen los saqueos e instigaron el crimen de Berta Cáceres.
Por ser una mujer frente a ese monstruo, Suyapa, te acompañamos. Y contigo a Hedme Castro, coordinadora de la Asociación para una Ciudadanía Participativa, que ha sido perfilada en el Occidente de Honduras por oponerse a la violación colectiva de MINOSA, la empresa que destruye las comunidades de La Unión, Copán, y en los aeropuertos nacionales se le controla su equipaje en búsqueda de libros y otros documentos sobre derechos humanos.
A la periodista Maribel Sánchez y a la cantora Karla Lara, defensoras ambas de la libertad de expresión, feministas comprometidas en las luchas sociales del país, quienes han sufrido vejámenes por policías y militares en el último año, en distintas acciones de calle en el país, el reconocimiento público a su trabajo de creación, difusión y promoción a favor de las colectividades.
Claudia Mejía, profesora del Instituto Central Vicente Cácares, quien sufre persecución laboral por ejercer su libertad de cátedra y objeción de conciencia, similar a la situación de la profesora Lidia Turcios, del Instituto Santa Ana…
Y sigue… una interminable lista de mujeres hondureñas que, desde su ámbito de actuación pública, enfrentan la violencia de género de un patriarcado afianzado ahora en la más feroz impunidad jurídica, la peor alianza corrupta con el crimen organizado y siempre bendecido por credos igualmente corruptos que ponen agua bendita en sus crímenes y persecuciones y lapidaciones penales.
Por una vida sin violencia, que vivan por siempre las defensoras de la vida y las libertades en el Día Internacional de la Mujer.
De los Hechos y de los Hechores, Ni Olvido Ni Perdón
C O F A D E H
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