jueves, 30 de marzo de 2017
Cuando los ecos del río llegaron a la radio
Por Cesario Padilla
En un pasaje del Barrio las Delicias, casi al final, se encuentra 23 años de historia y resistencia. Es la sede del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). Desde este espacio ejercer su derecho a comunicar, se lo toman muy enserio.
La ciudad de La Esperanza tiene un clima agradable, a más de 150 kilómetros de la capital del país, dos emisoras comunitarias desde el año 2007 surcan el espectro radioeléctrico para contarle a la población local sobre la importancia de sus derechos como pueblo Lenca.
La tercera puerta de la sede del COPINH se encuentra entre abierta. En una división de madera que separa la cabina donde opera Radio Guarajambala están pegados varios afiches del movimiento popular, uno de ellos recuerda una movilización al Congreso Nacional en 2004. Otro del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México; se respira y se trabaja junto al pueblo.
Una canción del cantautor cubano Carlos Puebla suena en cabina. Luis Fernando Gonzales controla y dirige la programación del día. Afuera el ajetreo es fuerte; integrantes del COPINH comienzan a llegar cargados de materiales de construcción. Una segunda canción de puebla continúa en la radio, sumada la cuña “Escucha Radio Guarajambala”.
Los orígenes de la creación de las estaciones radiales del COPINH nos llevan hasta 2004, apelando al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre los pueblos Indígenas y Tribales, lograron obtener licencias para dos radios, La voz Lenca en Amplitud Modulada (AM) y la Guarajambala en Frecuencia Modulada (FM). Estas se sumaron la existencia de La voz Lenca en Frecuencia Modulada (FM).
“La radio debe tener ese principio de informar, de denunciar de alertar y convocar”. Así define el uso de la radio Luis Gonzales, un joven comunicador que asume esta labor en pro de la defensa de los bienes comunes de la naturaleza, del rescate de la cultura indígena-lenca y para ser el eco de las denuncias y visiones de la realidad local y nacional del COPINH.
Y no sólo se informa de los acontecimientos y realidades a nivel local, sino que compartimos otros procesos de lucha y lo transmitimos a través de la radio pues esta radio es una herramienta muy importante.
Actualmente el COPINH cuenta con tres radios operando (una de ellas por internet) y recientemente funciona La voz del Gualcarque. Gonzales comenta que de acuerdo a los objetivos planteados ya se plantea la necesidad de crear e instalar más radios comunitarias y se expanda lo que es la lucha por la defensa de sus territorios y bienes comunes.
“Aquí hacemos trabajo voluntario y con ganas de estar detrás del micrófono e informar. Si hay una situación en la comunidad y aquí interviene la radio para informar al resto de la población de lo que se presenta”, sostiene Gonzales.
En las radios comunitarias hay total libertad aunque siempre con el compromiso de informar temas de DDHH y las violaciones y también la denuncia. Luis agrega que “aquí queremos seguir para adelante”.
Berta a través de las radios
Berta Cáceres co-fundó el COPINH en marzo de 1993. 23 años después sería asesinada en la principal ciudad del departamento de Intibucá. Siendo la Coordinadora General de esta organización dio un gran impulso para la creación y consolidación de radios comunitarias para el pueblo lenca.
Es aquí donde Luis Gonzales recordó las enseñanzas y la importancia que Cáceres mostró por las radios que maneja el COPINH.
“Ella usaba esa herramienta para informar y analizar la situación que afecta mucho a los pueblos originarios, hablaba sobre las hidroeléctricas y como afectaban y también sobre los derechos de los pueblos indígenas”, dijo.
En la cabina, en las transmisiones que se hacia fuera de ella o en los recuerdos de las reuniones sostenidas, todavía suena su frase “hay que echarle ganas a este proceso”, en referencia al desarrollo de las radios.
El comunicador agregó sobre Berta que “pasaba regañándonos ahí siempre, pero nos dio esa enseñanza para caminar en este objetivo de seguir con esa voluntad, de seguir informando a nuestras comunidades”.
Represión: El Estado tiene mucho que ver
Ejercer la labor de comunicador social y defender los derechos del pueblo lenca siempre tiene sus riesgos y en el COPINH lo saben. Éste aumentó luego del asesinato de Berta Cáceres hace 11 meses.
Empezando desde el propio Estado a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), otras organizaciones que señalan a las radios como piratas o que no están en la frecuencia autorizada. “Amenazan con decomisarnos el equipo”, afirma Gonzales.
De igual forma señaló que las autoridades locales al hablar temas de actos de corrupción en la que se les señala, llaman a Conatel con la finalidad de que cancelen la misma.
Nosotros respondemos que, lo que planteamos es sacar la voz del pueblo, informa y dar a conocer la verdad, con el agravante de que en otros medios de comunicación no van a escuchar estas voces, estas denuncias y acá nos informamos e investigamos.
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