lunes, 27 de marzo de 2017

Decir Poesía



Por Héctor Flores *

La UNESCO pensó que el 21 de marzo debería ser día de la poesía ¡qué bonito, tenemos un día para la poesía! Un día para gritarle al mundo que la poesía existe, que se mueve en estas dinámicas modernas pese a que cada vez hay menos libros por que nos invaden las APP virtuales de los aparatos inteligentes, pese a que cada vez se lee menos por que el mundo ha dejado de hacerse con ideas y se construye con golpes. Con todo eso yo sigo creyendo que la poesía no es un desgarro emocional que cualquiera asume. Es, e insisto me parece a mí, el desgarro comunicacional de una sociedad que fragua sus heridas y reconstruye sus esperanzas y tiene, en el verso, un canto para elevar sus demandas de equilibrio y dignidad.

Entonces creo que la poesía primero que estilo y forma debe  tener humanidad. Humanizarse pues. Volverse contra este modelo de sociedad que mueve sus engranajes en la dirección contraria al ser humano: a la mujer en plenitud al hombre en definición. La poesía tiene que ser un canto por la humanidad, más allá de los folclorismos literarios y las emociones impulsivas. Por la humanidad que se entiende en el cuido de la casa común en la emancipación de los oprimidos, en la libertad de expresión y en la convivencia armónica (equilibrio le dicen algunos) de las especies en esta nuestra casa y fuera de ella.

La poesía debe encender fuegos, mantener brazas, generar calor. Es que la sociedad actual está tan apagada, tan conforme, tan sin esperanza y tan fría de muerte que se vuelve tarea ineludible del verso hacerla volver a vivir. Debe ser el puente al encuentro con uno mismo y a la reconciliación con las y los otros. Quizás - parafraseando a Octavio Paz – la poesía debe ser un poco seca para que se prenda, nos prenda, nos caliente e incomode y con ello nos llevé a la búsqueda de mejores estados para definir este proyecto que llamamos vida.

Yo creo que no es posible encontrar poetas conformes, si los hubiera entonces faltaría en su verso el grito de esperanza que nos plantean los excluidos por un mundo mejor. Papini - el poeta italiano – es más radical diciendo que poeta que esta conforme con el mundo no es poeta y hay mucho de razón en él pues la poesía no es una moda es un proyecto transgresor a la voluntad impuesta, no es un momento emocional es una opción de vida. los poetas están llamados a volver sobre su eje (escribir para el mundo no para su ego), a reconfigurar su verso (verso que libera no que idiotiza) y a empujar nuevas relaciones donde el poder no emana del más fuerte sino del más humano y no se tiene para mandar sino para obedecer.

Yo invito a que nos sumemos a la idea de un día (20 de marzo) para la poesía no alineada. Invito a las y los poetas del mundo a que nos salgamos del marco, que rompamos el molde, que redefinamos el verso y que transformemos el mundo. La poesía no tiene tiempo tiene momentos para decir lo que debe y lectores que la rescatan para asumirla con lanza liberadora. Es eterna pero siempre alguien la rescata y le da presente, es decir un contexto que señalar, una verdad que impulsar y un sueño que encarnar. Es eterna es verdad, si que lo es, pero a veces y solo algunas veces, muere en silencio por que no fue posible que se pudiera liberar a si misma.

* Chaco de la Pitoreta 

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