lunes, 2 de noviembre de 2015

Obama plantea la posibilidad de un conflicto mundial


Por Michel Collon

La clave: ¿cómo controlar Eurasia ?
« Eurasia (Europa + Asia) sigue siendo el ajedrez sobre el cual se desarrolla el combate por la supremacía global. (…) La manera con la que los Estados Unidos “gestionan” Eurasia es de una importancia crucial. El continente más grande del planeta es también un eje geopolítico. Cualquier potencia que lo controle, controla también dos de las tres zonas más desarrolladas y más productivas. El 75% de la población mundial, la mayor parte de las riquezas físicas, ya sea bajo la forma de empresas o de yacimientos de materias primas, algo como el 60% del total mundial. » (1) 
« Cualquier potencia que lo controle »: en vez de dejar las otras naciones decidir libremente de sus relaciones comerciales y del uso de sus riquezas, Washington considera que todas esas riquezas tienen que estar bajo su control. Una lógica propiamente imperialista. 
Ya fuesen demócratas o republicanos, los estrategas estadounidenses sabían desde hacía mucho que la batalla decisiva iba a jugarse en Asia. Había que hacer todo lo posible para dividir y aislar las potencias de ese continente. Brzezinski apuntaba a Pekín como peligro principal: « China podría ser el pilar de una alianza antihegemónica China-Rusia-Irán » (2) 
De la misma manera, el ex ministro estadounidense de Asuntos Exteriores Henry Kissinger justificaba así los bombardeos contra Afganistán en 2001: « Existen tendencias, apoyadas por China y Japón, para crear una zona de libre comercio en Asia. Un bloque asiático hostil integrando las naciones más pobladas del mundo, con recursos importantes y algunos de los países industriales más importantes sería incompatible con el interés nacional norteamericano. Por estas razones, Estados Unidos debe mantener una presencia en Asia… » (3) 
¡La verdad sale de la boca de los viejos! Al haber terminado sus carreras, Brzezinski y Kissinger pueden permitirse un lenguaje directo, al contrario de los responsables actualmente en función. Estos mismos deben enmascarar sus estrategias con un embalaje diplomático. 
Por lo tanto, no fue una sorpresa ver a la administración Obama desplazar el centro de gravedad de su política internacional hacia Asia, en un intento, bastante desesperado, para aislar y debilitar a China. El politólogo Mohamed Hassan ha analizado uno de los terrenos de este enfrentamiento: « China tiene una necesidad vital de recursos energéticos. Por lo tanto Washington busca controlar estos recursos para impedir que lleguen a China. » (4) 
Hoy en día, la batalla para controlar las rutas del Océano Índico y las rutas terrestres del continente asiático es decisiva : Washington quiere tener la posibilidad de bloquear el acceso de China al petróleo de Medio Oriente, al gas de Asia Central, a los minerales y recursos agrícolas de África. El Océano Índico es la clave. Pero hoy en día, en 2015, esta eventualidad que daba pesadillas a los estrategas americanos está realizándose. E incluso de forma vertiginosa. Con un sólido eje Pekín – Moscú – Teherán, Asia formaría esa gran potencia económica muy atractiva para Japón, la India, y hasta para Europa. Los Estados Unidos serían excluidos del principal corazón económico y comercial del mundo. 
¿China volverá a ser el centro del mundo? Eso sería el declive definitivo del Imperio norteamericano. Eso dependerá mucho de la construcción de la « Nueva Ruta de la Seda ». 

Notas :
1) El Gran Ajedrez, p. 59-61.

2) El Gran Ajedrez, p. 263

3) Henry Kissinger , Does America need a Foreign Policy ?, New York 2001, p. 111-112.

4) La Estrategia del Caos, Investig’Action, Bruselas, 2011, p 246. 
Traducido por Michel Frentini para Investig’Action

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