martes, 24 de noviembre de 2015

Patria, Minerva, María Teresa Mirabal



Por Melissa Cardoza *

Estos son los nombres de las mujeres dominicanas que en los años sesenta fundaron un movimiento clandestino en contra de la dictadura de Trujillo  y que fueron asesinadas por su mandato. Son los nombres que nuevamente rememoramos en este noviembre feminista.

Reconocidas en 1982, por un movimiento feminista latinoamericano y caribeño naciente, es con ellas que nace el día internacional de lucha en contra de la violencia hacia las mujeres, porque fue un 25 de noviembre la fecha de su asesinato. En ese primer encuentro, de pocas mujeres, que costearon su participación, donde se debatió sobre política feminista en el entorno de un espacio universitario y no en vergonzosos hoteles transnacionales que ahora son moda, se tomó la decisión de que éste fuera un día de lucha que nos convocara a todas.

Volver a contar esta historia, no sólo es necesario sino urgente, pues con mucha frecuencia se considera que estas efemérides feministas han sido otorgadas por el estado patriarcal, cualquiera que este sea, o sus mecanismos internacionales como el pútrido sistema de naciones unidas que se encarga de jerarquizar a las mujeres dentro de sus pasillos, y separar mediante jugosos beneficios y privilegios a pocas escogidas que hablen bien cualquier lengua colonial,  ante la millonaria población femenina que muere por hambre, racismo y violencia directa de ese sistema que lamentablemente representan. 

Las hermanas Mirabal eran conocidas como las mariposas, mujeres valientes, lectoras, creadoras, poetas, luchadoras con la palabra y el cuerpo, silenciadas sólo a través del asesinato, pues ni la cárcel las calló. Mujeres que como cientos de luchadoras de este país se enfrentan cotidianamente con la malévola criminalidad patriarcal desplegada en todos los gestos de la vida. 

En este noviembre múltiples acciones se realizan en el territorio de Abya Yala, muchas conspiraciones se articularán en la lucha por la vida digna para las mujeres, que siguen caminando por la tierra que necesitan y la recuperan, que organizan la rabia que les corresponde para enfrentar la guerra patriarcal escenificada en las casas y en las calles; que sostienen su venganza contra el machismo gozando de los cuerpos autónomos y sus prodigios.

Algunas pocas actividades, que nunca faltan y son las promovidas, serán  costosas y aburridas con las que se pretende limpiar la cara del amo, del marido,  del patrón, o del partido considerando que hay que intentar que ellos sean menos malos, que no golpeen tanto;  que pasen algo de dinero, aunque sea poco, que nos regale una politiquita aunque sea mínima, que ocupen su lugar en la cama aunque no sepan lo que es el placer.

Pero las feministas que volamos con las rebeldes Mirabal sabemos que todo eso es basura patriarcal, basura neoliberal. 

* Escritora feminista hondureña


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