Sigue en curso la segunda legislatura del Congreso Nacional más diverso en la historia de Honduras. Muchas expectativas generó un Congreso fraccionado en corrientes políticas oficialistas y opositoras, sin embargo el camino no ha sido fácil y siguen sorprendiendo al electorado las propuestas de ley que van desde nombrar un día para hacer homenaje a la baleada (tortilla típica de Honduras) hasta reconocer la existencia de Dios en la Constitución.
El analista político Julio Navarro asegura que el actual Congreso Nacional además de inédito por las fuerzas que lo componen, lo es por ser el “más desordenado que ha existido”. Según Navarro, el temor de algunos diputados de aparecer en la evaluación como legisladores no productivos los hace mocionar propuestas aisladas y arrebatadas.
Las ideas de parlamentarios que últimamente han sorprendido a la opinión popular, además por su completa cobertura en los rotativos de mayor circulación, van desde imponer la castración como un castigo a los violadores, hasta presupuestar una partida para la Teletón; nombrar el Día nacional de la Baleada, reconocer la existencia de Dios en la constitución de la república o como la discusión de una sesión de esta semana que tomó dos horas en debatir sobre crear la carrera de “maestro de obra”, una carrera que ya antes existía, cuenta Doris Gutierrez, diputada de la bancada independiente.
“En algunas sesiones no somos productivos porque por el contrario lo que hacemos es matar el tiempo en cosas que no son de interés de la ciudadanía”, dijo la diputada.
Juego de intereses
No es un desorden sin intención lo que hay en el actual Congreso, en política no existen los vacíos. Julio Navarro afirma que el actual Poder Legislativo está debilitado por el Poder Ejecutivo, que desde el gobierno pasado le quitó facultades para controlarlo.
Hay ejemplos pequeños que ayudan a hacer preguntas. “El presidente acaba de decir que hay 20 productos de la canasta básica que se congelan de precio, uno dice, si el presidente controla el precio de veinte productos, ¿Por qué el presidente no puede controlar el deslizamiento de la moneda siendo esta la principal mercancía que hay en Honduras que tiene efectos colaterales en el precio de los otros productos? O en el Congreso Nacional se habla sobre el incremento o baja del precio del combustible, pero el cemento mantiene el precio de cuando el combustible estaba más caro y ¿No es el cemento un producto indispensable para dinamizar diversos campos de la economía del país?, estas cosas no se hablan también por intereses que se mueven”, explicó.
La diputada Gutiérrez asegura que todas las bancadas han propuesto proyectos de ley; unos buenos, otros regulares otros no tan buenos; pero a los proyectos que se les da prioridad es a los venidos de casa de gobierno y también los de la bancada nacionalista y liberal.
La organización no gubernamental Democracia sin Fronteras (DSF) cada año publica un informe sobre la producción legislativa. Un análisis más cuantitativo, de quienes son los diputados más productivos y los menos productivos. Tomando en cuenta que cada diputado titular gana un salario de 55 mil lempiras y cada suplente 20 mil lempiras, el análisis más que cuantitativo debe ser sobre la calidad de esas propuestas de ley. Melissa Elvir, miembro de esta organización cree que a partir de este año comenzarán a evaluar las mociones y propuestas de ley si éstas responden a las necesidades de país.
“Como ciudadana puedo decir que este Congreso me generó muchas expectativas, pero reconocemos ahora que no ha habido una oposición con la que se pueda negociar alguna política que pueda realmente consensuar temas importantes como la Ley Anticorrupción tan necesaria para el país pero que sigue engavetada”, expresó.
Una ley contra la corrupción, aplicable a los funcionarios públicos y a personas que desempeñan funciones en el sector privado, fue introducida al Congreso Nacional en abril de 2014 por el diputado Jari Dixon Herrera del Partido Libertad y Refundación (LibRe) y turnada a una Comisión de Dictamen donde permanece estacionada.
En Honduras, según Omar Rivera de la Alianza por Paz y la Justicia se pierden 2 mil 500 millones de dólares anuales por concepto de corrupción. Dixon Herrera, al presentar esta propuesta de ley expuso que la idea de la normativa es establecer férreos controles para que no se trastoquen los fondos del Estado. De igual forma, que cada funcionario dé una estricta rendición de cuentas, a fin de que la ciudadanía pueda saber qué hace el servidor público.
Sin embargo leyes como la Ley de Escuchas telefónicas (recientemente cuestionada), o las reformas a la Ley de Clasificación de documentos públicos que abre la gama de lo que se considera secretos de Estado, son aprobadas rápidamente sin dar oportunidad a revisión. El instituto de acceso a la información pública ha pedido la derogación de esta Ley por ser contraria a la ley de Acceso a la información pública, siendo ignorado.
“Las reformas a la ley de clasificación de documentos públicos no se tocan, que es muy importante para sociedad civil, no se quiere ni reformar la ley de acceso a la información. Esto siempre ha sido difícil pero ahora lo es más. No hay un agenda clara en este congreso, más que la que el gobierno (presidente) pone”, explicó Elvir. Ante esta situación, muchos diputados se ganan su salario mocionando para el día a día, sin estrategia política.
“Muchas de esas mociones están orientadas a cumplir actividades de asistencialismo, no son políticas aprobadas orientadas fundamentalmente a reactivar la economía, a generar empleo, beneficios a la población”, dice por su parte el analista Julio Navarro.
Militares en el Congreso
La inestabilidad política en Honduras es más evidente tras el golpe de Estado en 2009. Pero ni en los momentos más difíciles del golpe de Estado se vio tan militarizado el Congreso Nacional y tan restringido el acceso al público.
“En esta legislatura, ante la imposibilidad de controlar, la junta directiva tuvo que llamar las FFAA, la policía, es una cosa penosa para Honduras”, cree el analista Navarro.
Por su parte Elvir de DSF asegura que un gobierno que pretende ser transparente no debe evitar que la ciudadanía llegue a la “casa del pueblo” y lo que ahora se está haciendo no es democrático.
Una ciudadanía desconfiada y desinteresada
El concepto que la democracia es depositar un voto cada 4 años, parece estar interiorizado en la sociedad hondureña. Los ciudadanos y ciudadanas ejercen el sufragio y con eso eligen a sus representantes en el Poder Legislativo, pero luego se olvidan de los diputados, según Navarro.
“Eso de que la sociedad no esté pendiente de que está haciendo el CN, es porque en general no cree que del CN puedan salir soluciones concretas y posibles a los problemas agobiantes que vive la sociedad. Por eso ellos no exigen”, dijo.
La organización Democracia sin Fronteras tiene personas permanentemente en el Congreso Nacional vigilando la actividad, dando la información al público esperan que la ciudadanía piense mejor su voto. Sin embargo se da que muchas mociones, que reflejan alta productividad legislativa, se hacen para figurar de nuevo en los medios de comunicación aun cuando no sean de la calidad que el país necesita. Con esta figuración en los medios, los diputados ganan popularidad pero no legitimidad.
La diputada Doris Gutiérrez asegura que en el Congreso Nacional se presentan proyectos repetidos, otros que no ameritan pasar al congreso. “Hay muchos diputados nuevos y hacen sus proyectos de iniciativa propia sin asesoría. Ellos tienen que demostrar a sus electores que han hecho la fuerza en el congreso poniendo presupuestos para carreteras, centros básicos, cosas que la gente espera de nosotros que les solucionemos problemas concretos que ellos están viviendo.
Cada quien es responsable de sus actos. Ya estando aquí si a algunos se les olvida que es un trabajo esa es una responsabilidad individual, no me atrevería a juzgar que los diputados no son productivos, hay unos que sí se preocupan por su comunidades, hay otros que solo vienen a buscar beneficios y esa es una realidad que no solo es aquí sino en todo el mundo. El salario de los diputados es el más bajo de CA, yo no me quejo por eso, pero si a una le toca ayudarle a la gente de su propio salario, nosotros no tenemos acceso a un fondo departamental, y la gente lo busca para que le ayude con algunas necesidades, esa es una realidad concreta que vivimos los diputados tanto propietarios como suplentes”.
El analista Julio Navarro cerró diciendo que uno se da cuenta que la visión de algunos diputados es reducida, aislada y hasta pueblerina y no ven a nivel macro en la medida que haya políticas públicas generales que beneficien a la población.
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