viernes, 15 de agosto de 2014

Padre Solalinde: Será más caro, más peligroso el camino pero la migración no la paran



Padre Solalinde: Será más caro, más peligroso el camino pero la migración no la paran

Ahora la migración es llamada a todas luces “una crisis humanitaria”. El padre Alejandro Solalinde, quien es conocido como el ángel de los migrantes por el albergue que dirige en Oaxaca, Méjico, asegura que hay que poner mucha atención en lo que podría provocar las acciones contra migrantes que Estados Unidos en alianza con países de Centroamérica y Méjico han acordado tras el aumento del flujo migratorio.

En una entrevista para el Programa Voces sobre la Mesa de ALER, el padre Solalinde aseguró que estamos frente a una nueva era ante la situación de migración que estamos viviendo los países centroamericanos y Méjico, especialmente con el fenómeno de niños y niñas migrantes no acompañados.

“A pesar que Estados Unidos reconoció que es una crisis humanitaria, sigue implementando medidas de seguridad. Desecharse de esos migrantes, hacer acuerdos con los países expulsores para que sean ellos quienes los detengan y dejen de llegar a su país. La situación es delicada por que Méjico ha entendido mal esto y encarcela la migración, no quiere dejar pasar masivamente a Estados Unidos aunque sí pasan los que pueden pagar, porque en Méjico hay mucha corrupción”.

Solalinde cree que las acciones de las autoridades mejicanas pueden causar un estallido social, junto a las deportaciones masivas que está realizando Estados Unidos. En Méjico, los migrantes están siendo encarcelados en la región sur, muy deprimida y donde la población es muy empobrecida. Juntar una población reprimida (los migrantes) con la más empobrecida, es un grave error.

“Nadie impedirá que la migración siga, pero los migrantes van a sufrir más, van a pagar más  y ciertamente van a morir más”, condenó Solalinde.


Este sacerdote además opina que los niños y niñas migrantes sin compañía no tienen futuro. Estados Unidos los deporta. Puso el ejemplo de El Salvador y Honduras, cuando estos niños regresan pueden ser cooptados por maras y pandillas, los que puedan regresar a Méjico serán reclutados por los carteles, ya que los Zetas han sufrido muchas bajas.

Vale más el dinero que el ser humano

Cada quince minutos se va un hondureño de forma irregular, su principal destino es Estados Unidos.  Pero según información del Centro de Atención al Migrante Retornado, en lo que va de 2014 ya han sido deportados 42,881 por Estados Unidos y Méjico (22,135 por la vía aérea y 20,746 por la terrestre). De esta cifra, el 30% son menores.


La migración es un elemento transversal, según Solalinde, es tan compleja que se debe ver de una manera unitaria y sintetizada.

“Es un acontecimiento que se da en medio de una crisis mundial en donde el dinero vale más que la gente y los que gobiernan en Centroamérica han priorizado el dinero más que su gente, no hay amor. Dicen que son religiosos pero importa más el dinero. Toda esa gente que ha salido de Honduras no les importa, no les importa que les pase de todo en el camino, que mueran, que sean secuestrados, desaparecidos, no les importa hasta que se convierten en remeseros. Estamos en una realidad de pérdida de valores donde la religión no tiene compromiso social”, dice Solalinde.

La falta de un diálogo nacional, una reconciliación basada en la justicia, es lo que ha llevado al colapso a sociedades como la guatemalteca, la salvadoreña y la hondureña. En palabras de Solalinde: “Es una crisis de humanidad frente al sistema neoliberal capitalista que ha hecho que unos sean más pobres y sean orillados a la emigración forzada”.

El padre Solalinde dirige un albergue para migrantes llamado Hermanos del Buen Camino en Iztepeq, Oaxaca, uno de alrededor de 70 albergues que apoyan a los migrantes aconsejándolos sobre qué camino será mejor tomar, y si han sido víctimas de delito los acompañan en la denuncia. Por sus repetidas denuncias al cartel de los Zetas, Solalinde ha sido amenazado y es conocido como un valiente en el hostil ambiente que se vive en Méjico, un país que se ha convertido en mortal para los más empobrecidos, los excluidos migrantes. 


El religioso asegura que últimamente los grupos vulnerables de Centroamérica están migrando masivamente, no solo los menores, también población originaria como los garífunas de Honduras.

“Nunca había visto tanto flujo migratorio de garífunas de Colón, Honduras, jamás había visto una cantidad así, esto es una señal de la migración se ha agravado y que es un efecto ocasionado por el sistema neoliberal capitalista. Aquí lo importante es pensar en el ser humano, este sistema está mandado por el capital financiero, este ha hecho que nos deshumanicemos”, dijo Solalinde.

Con respecto a los menores migrantes no acompañados el padre Solalinde invita a las organizaciones que apoyan a migrantes y defienden derechos humanos en sus países a no ver este fenómeno con una visión fragmentaria.

“No se les puede ver como un migrante más, no como personas que huyen de la miseria, no como que solo huyen de la violencia, se tiene que ver de forma integral. Esta crisis se da sobre todo a nivel regional, como una crisis sistémica del sistema neoliberal capitalista, una crisis institucional que no vela por la gente, los más pobres,  los migrantes que son las principales víctimas de este sistema de acumulación de riquezas injusta e inhumana.

Cuando un niño tiene que pasar por Méjico, un país tan peligroso para ellos, o lo tomas todo o lo ganas todo, es pura sobrevivencia. Si sobreviven y llegan a EUA, allá los rechazan porque para ellos el ser humano no es prioritario, a ellos no les interesa más el dinero, el mercado, la mano de obra barata, los niños son amenazantes a su seguridad”, explicó.


La emigración nadie la puede parar, siempre que las condiciones de los países “expulsores” sigan siendo excluyentes”, este sacerdote no es el único que nos ha dicho eso. “No hay amenazas que la frene, ni siquiera los carteles como los Zetas que han sido tan sanguinarios y crueles han logrado detenerla. Ni siquiera la alta corrupción en las instituciones de migración”, concluyó Solalinde.

No hay comentarios: