lunes, 25 de agosto de 2014

Bertha Oliva habló a la comunidad universitaria sobre los Derechos Humanos



Por Marvin Palacios

El departamento de Ciencias Políticas y Derechos Humanos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), inauguró el martes 12 de agosto el ciclo de coloquios “Inclusión Social y Desarrollo Humano” en el salón Juan Lindo con la participación de representantes de la empresa privada y defensoras de derechos humanos.

Para disertar sobre el tema fueron invitadas la ex ministra de Justicia y Derechos Humanos, Ana Pineda y  la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva.

La actividad fue presidida por la Rectora de la UNAH, Julieta Castellanos, así como miembros de la Junta de Dirección, representantes de la empresa privada, docentes y alumnos del departamento de Ciencias Políticas.

El estudiante universitario, José Mario Lagos expuso que la humanidad siempre ha estado en constante lucha por la defensa de nuestros derechos, así pues quiero decirles que tengo miedo, tengo miedo porque los derechos humanos están afuera y no los estamos defendiendo, tengo miedo porque nuestro patriotismo está agonizando y con él, toda nuestra moral y nuestros principios.

“Yo he visto cosas que por desgracia solo un hondureño tiene el privilegio de ver, he contemplado a mineros abandonados  entre rocas, a padres que roban por medicinas, a un médico y a un soldado darle patadas a un homosexual; ese médico que fue educado para salvar la vida humana y ese soldado que fue entrenado para protegerla, vimos cómo pateaban la dignidad de este ser humano”, subrayó Lagos.

“Qué ha pasado con el pensamiento de Ghandi, qué ha pasado con nuestra conciencia, qué ha pasado con los derechos humanos, dónde los hemos abandonado, cuándo los empezaremos a buscar, qué le ha pasado a esta sociedad que no ha podido cumplir con el derecho a la vida y sí puede matar a 200 mil personas en 5 minutos en Hiroshima, pueden morir 120 mil personas en Siria; y en este mundo de los hondureños, cada 5 segundos, muere un niño, ¿no nos da vergüenza?, lo que nos debe dar vergüenza es que los derechos humanos debieron estar resueltos en el milenio pasado”, expuso el joven universitario.

En su intervención la coordinadora general del COFADEH, Bertha Oliva señaló que los derechos humanos son principios y valores, que tenemos que tenerlos muy consolidados para poder caminar en un país como el que actualmente tenemos.

“Yo miro los derechos humanos, no solo desde la academia, sino desde la vida práctica, el COFADEH no surgió porque quería educar en materia de derechos humanos, nosotras surgimos por la necesidad de que se nos respetaran los derechos humanos,  es ahí, desde la experiencia que nos ha ido llevando junto al dolor, ha entender la necesidad y los grandes vacíos, aún hoy, en  materia de derechos humanos”, sostuvo Oliva.

Los DD.HH desde la práctica 
Oliva señaló que siempre hay que invocar los instrumentos nacionales y tratados internacionales y creemos que este tema es también de memoria, porque la gente que no tiene memoria, es lógico que será un país que va a obligar a su gente a olvidar.

“También entendemos que el tema de memoria es un proceso, y que se está llegando el momento para que los procesos se puedan consolidar, me alegra muchísimo cuando miro ahora aquí que desde la academia se está hablando de la parte teórica de derechos humanos, eso es hermosísimo, pero debemos edificar en la memoria, para que la misma edificación sea la que nos vaya educando y orientando a la no repetición, máxime en la actualidad cuando tenemos un país ausente de justicia”, recalcó la defensora de derechos humanos.

Añadió que el tema de la justicia es un tema a discutir ahora, porque es el más ausente, por tanto tenemos que seguir hablando de la necesidad de la edificación, sobre la necesidad de la reparación, para nosotras la reparación no va en la lógica que alguna gente la mira, o sea los que ponen a funcionar toda la maquinaria de violación a los derechos humanos.

Para nosotras -dijo Bertha- esto que estamos hablando ahorita, es un proceso de reparación para los familiares de las víctimas y para las víctimas, cuando se habla del tema de las violaciones a los derechos humanos, cuando se habla del tema de la desaparición forzada, cuando se habla del tema de las ejecuciones arbitrarias y sumarias, se empieza a reparar a los familiares, a las víctimas, no solo en la parte económica, porque al fin y al cabo, la parte económica no es la que cuenta, la que cuenta es iniciar ese proceso de acercamiento con los familiares de las víctimas, tomarlos en cuenta, porque nadie más que un sobreviviente o un familiar de una víctima puede lograr entender lo que es buscar justicia en un país, donde ésta en  pañales la misma, donde la justicia está hipotecada.

A nosotras nos gustaría hablar que aquí vamos a buscar justicia para que se nos repare, que no tengamos que acudir ante el sistema internacional, ante las estructuras internacionales de protección de derechos humanos, y eso no es odio, eso no es rencor, eso es sed de justicia, eso es amor con esperanza y no debemos permitir que ni el dolor y el miedo sean el producto de quedarnos quietas.

“Yo admiro la academia y sé que es vital, porque sé que para construir una Honduras mejor, es necesario tener gente que se profundice en el tema, pero que también se sensibilice en esa materia, porque si no, va a pasar como una cátedra más y si lo dejamos que pase así, estamos hablando de que no estamos haciendo nada”, advirtió Oliva.

La defensora de derechos humanos instó a la juventud universitaria a no ser indiferentes, a estar atentos y aprender que el tema de los derechos humanos es un tema innegociable, que no se puede colocar en la mesa para negociarlo al igual que la justicia y la verdad.

Cuando yo inicié, no creíamos que íbamos a permanecer tanto y es ahí hace 33 años, que nos dimos cuenta que la parte de derechos humanos era en Honduras, un ausente, y aquellas que nos atrevíamos a hablar de justicia, de verdad y de exigencia, éramos muy señaladas, éramos estigmatizadas, seguimos siendo estigmatizadas, seguimos siendo criminalizadas, pero eso sí, tenemos la frente en alto, nadie nos podrá callar, nadie nos podrá obligar a que nos sentemos, porque aquí en Honduras hay una justicia incompleta, el mundo entero reconoce que Honduras está en deuda y que producto de esa deuda y de esa impunidad, es que siguen dándose violaciones contra la juventud, donde hay jóvenes asesinados y jóvenes exiliados.

“Porque Honduras es un país sumergido en la impunidad, en la brutalidad, en la criminalidad, un país sumergido en la intolerancia, decir esto compañeros y compañeras, no es odio, no es rencor, es dolor, pero dolor con esperanza y vamos a seguir diciéndolo para construir verdad y justicia”, enfatizó Bertha Oliva.

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