lunes, 11 de agosto de 2014
Análisis de un Coyote sobre la "Crisis Humanitaria": El tráfico de indocumentados es una mina en plena explotación
Este hombre podrá haber llevado a Estados Unidos más de mil personas de forma irregular, comenzó su trabajo a los 17 años de edad. Para muchos, su oficio es solo un delito grave, pero para él y sus clientes es una labor social importante en la realidad que se vive en países como Honduras. “Lo que yo hago es bien visto por Dios”, dice este coyote; reunificar familias y ayudar a huir de la violencia a muchas personas es una labor social para él.
Desde octubre de 2013, se han reportado 13 mil 282 niños hondureños detenidos en Estados Unidos cuando intentaban migrar sin documentos hacia este país del norte. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha llamado esto una “crisis humanitaria” y ha solicitado al Congreso 3 mil 700 millones de dólares para paliarla.
Marcos por su parte prefiere llamar a esto una mina en plena explotación, donde muchos se están enriqueciendo de ella.
Para Marcos, el “buen coyote”, como él mismo se describe, el tráfico de indocumentados, especialmente de niños es el mejor negocio que se han podido inventar y no se parará de la noche a la mañana.
- Para parar esto, primero tienes que parar el hambre en mi país.
Aquí se gana poco, solamente 80 dólares a la semana talvez. La gente que uno lleva no es que tiene el dinero aquí ahorrado, 7 mil dólares es una barbaridad de dinero. Hay quienes tienen familiares que ya están en Estados Unidos y han ahorrado para mandar a traerlos y así se van del país. También hay mucha gente que con mucho esfuerzo vende su casa, me dan un carro, me quieren dar una moto o una propiedad, por la necesidad de irse.
¿Por qué hay tanta desesperación de irse? Aquí la situación de seguridad, las maras, las extorsiones, el ladronismo, esas tres cosas agobian a emigrar del país, dice Marcos con decepción.
“Desde la perspectiva de las autoridades estadounidenses, esta crisis es un problema administrativo, dado que "únicamente" cuentan con 260 jueces de 59 tribunales de inmigración para resolver un pendiente de más de 375 mil casos de procesos de deportación, 10% de los cuales corresponden a menores de edad. Desde la perspectiva de Centroamérica, esta crisis es la revelación de una tragedia profunda y estructural. Todos esos niños y niñas van huyendo de la violencia, de la pobreza y del abandono. Buscan sobrevivencia, protección, paz, trabajo y, en algunos casos, el sueño de reunirse con sus padres;” expresa en un comunicado la Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica a Norteamérica.
Esto es una realidad que muchas veces la población en riesgo puede solucionar con 7 mil dólares, lo que están cobrando los coyotes por dar el brinco hacia el norte. Los niños están pagando 5 mil. Marcos explica que es más fácil porque al llegar se entregan a Migración y allá se arregla su situación.
- Ninguno de los niños va solo, siempre van acompañados por coyotes. Solo los agarras, cruzas el río Bravo y los entregas a migración porque hay leyes que amparan a esos niños. El tráfico de niños es el negocio más maravilloso que ha podido existir.
- ¿Pero si deportan a estos niños?
- Si los deportan, los volvemos a mandar.
Así de sencillo lo explica Marcos.
Crisis humanitaria
El director de la organización no gubernamental Casa Alianza, Guadalupe Ruelas, tras toda la difusión de los niños migrantes y las acciones que ha pretendido dar el gobierno hondureño para atender a los deportados, dijo “esto ya lo habíamos previsto nosotros”. Casa Alianza documentó que más de 20 mil niños se han ido del territorio nacional y se encuentran en las calles y albergues de Estados Unidos.
“Son niños que han tenido que migrar a causa de la violencia y del fracaso de las políticas de seguridad del gobierno”.
Asimismo reveló que en lo que va del año, en la frontera de Corinto (Honduras-Guatemala) se recibe semanalmente 350 menores, por lo que la cifra se disparó en los últimos seis meses.
Marcos ve todo el circo desde otro ángulo.
- Yo te aseguro, que ningún niño se va solo de aquí, siempre va acompañado o un coyote se hace cargo. Irse solo es una locura que nadie debe cometer.
Marcos entiende esto desde varias perspectivas. Aunque él está ahora en este negocio, una vez también fue niño migrante.A los 16 años, Marcos desesperado tomó la decisión de irse. En Honduras no veía mucho futuro.
- Estaba a punto de graduarme cuando decidí irme para los Estados Unidos con mi ignorancia de lo que era, hasta que llegué a Houston, Texas. Me subí a un tren en Chiapas, y seguí adelante, Arriaga, Tonalá, Veracruz, Oaxaca hasta que llegué a San Luis Potosí, allí un tráiler me llevó hasta Nuevo Laredo, Tamaulipas, de allí brinque por el puente como que era gringo pero me detuvieron. Dije que era mejicano para que me tiraran al lado de Méjico, luego con otro grupo de amigos decidimos cruzar por el río y así llegamos hasta San Antonio, Texas 5 días después, luego para Houston, allá me recogió un amigo.
Todo este recorrido que cuenta Marcos, lo hacen miles de indocumentados hoy, talvez incluso mientras leemos esta nota ya se hayan ido unos 4 hondureños hacia el norte de esta manera.
Las condiciones con las que se haga el recorrido dependen del dinero con el que el migrante cuenta.
En el camino no hay persona que no tenga precio, llámese policía federal, agente de migración o cónsul.
- En Estados Unidos conocí a un muchacho de Honduras que era el cuñado del mero patrón, él tiene mucho dinero, me explicó como era todo. La cosa era manejar desde Houston a Nuevo Laredo, allí iba a subir indocumentados y llevarlos a San Antonio, Texas. En aquel entonces cruzaba 45 personas diarias y ganaba 200 dólares por cada uno. ¿Cuándo iba a ganar eso en Honduras? Así empecé a ayudar a mi familia a comprarles casas, a sacar adelante a mis hermanas.
Marcos describe esta situación como un gran chorro de agua que por años disminuye y por años aumenta, cuando está en su mayor presión es cuando hay que aprovechar. Ahora está el gran chorro. Eso lo piensa él como “buen coyote” pero también lo toman muy en cuenta los cárteles de la droga, los tratantes de personas, las mafias consulares y los grupos de secuestro en la frontera. Los migrantes son un buen negocio.
- Esto es como pan caliente. Si eres buen coyote la voz se corre, tu teléfono vibra todo el día. Si se va un familiar de aquí, luego ese familiar manda a traer a su hermano y así sucesivamente, esto del tráfico de indocumentados nunca lo van a parar, para parar esto tienen que parar el hambre en Centroamérica y en Sudamérica.
Más difícil
Marcos comenzó cobrando 4 mil dólares por los viajes desde Méjico hasta Estados Unidos. Ahora que la cosa está más compleja (que hay que pagar a más organizaciones) el precio ha ascendido a 7 mil dólares desde Honduras.
- Después que cayeron las torres (World Trade Center, en el atentado del 11 de septiembre en Nueva York) esto se puso duro, se fortalecieron las fronteras, de cien comenzamos a pasar solo 15. Ahorita está duro pasar gente pero sigo pasándola, antes se pasaba en dos días caminando, hoy 4 días, antes costaba 4 mil hoy cuesta 7 mil ya con el salto incluido.
Así como las fronteras se han arreciado, también las condiciones de los países expulsores. Honduras, tras el golpe de Estado de 2009 ha caído en un atolladero no solo económico sino social con un aumento de la violencia tan desmedido que tenemos las tasas más altas de asesinatos en el mundo. Desespera tanto que una opción es irse.
- El viaje pasado, mataron a sus hermanos, los amenazaron a ellos. ¿Qué iban a hacer? vender todo e irse.
Otro caso es el de una muchacha de la vez pasada. Yo había llevado a unos familiares de ella antes; a ella la secuestran, la matan, problemas de maras. La muchacha tenía otra hermana, dos sobrinos menores de edad, los empiezan a intimidar ¿qué deciden ellos hacer? Irse. No quisieron ser los próximos en morir y yo los llevé.
Una red
Todo se logra con dos cosas: dinero e influencias. Las fronteras se han convertido en un mercado inmenso donde se mueven miles de dólares diariamente.
- Todavía no he encontrado la persona que no tiene precio. Hace dos viajes atrás me encontré con un operativo con federales, estatales, militares y tuve que pagar 5 mil dólares, siempre me dejaron pasar. La corrupción que hay es desde que sales de Honduras hasta llegar a Estados Unidos eso es lo que te hace pasar. Ya en Estados Unidos son insobornables.
Y Marcos se puso a hacer cuentas frente a nosotros:
- Siete mil dólares (dobla un dedo) eso es el total. 3500 dólares en Honduras son míos y para los gastos (transporte, buses, hoteles, pasaporte y ganancia). 1000 dólares en la frontera (dobla otro dedo), esto es por tu seguridad, para la organización que manda en esa frontera y 2500 en Houston (dobla el último dedo). Yo gano de 1500 a 2000 dólares por persona.
Los retenes están en cada Estado: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, México DF, Monterrey hasta llegar a la frontera. Como es una organización esto ya vas con puro teléfono, voy en el bus tal llevo tantos. Ellos paran el bus en el retén, me bajo yo y pago lo que tengo que pagar, ellos piden papeles pero ya saben que la gente no lleva papeles, es solo por hacerlo.
Y sigue haciendo cuentas.
- No solo yo hago esto, hay personas que van con 20 o 30, estamos pasando una vez al mes ellos. Son millones con los que se quedan federales, cónsules, agentes migratorios. Los únicos desinteresados en esto son los militares, lo de ellos es el paso de droga.
Las cuentas hechas por este “buen coyote” parecen no acabar
- Siempre ha sido así, gobierno tras gobierno, tú te paras frente a ellos (los cónsules) y ellos te ponen el precio por cabeza, nosotros les sacamos pasaportes falsos a los migrantes para que vayan con una identificación más que todo. En Méjico todo lo mueve el dinero. Migración mejicana son otros 50 dólares por persona, policías federales 200 pesos.
La garantía que les doy es que con 7 mil dólares los llevo a El Paso, Texas, sin pasarlos a otro coyote. Hay muchos coyotes que te entregan en Chiapas, de allí te llevan a Guadalajara de allí a Monterrey y luego a Nuevo Laredo. Muchos coyotes te roban el dinero y te dejan tirado en Méjico, yo no, yo garantizo el paso a la primera.
Los vulnerados
A mitad de la conversación, ya hemos entendido que los migrantes son una mercancía que da ganancias siempre. Marcos hizo comparación de un migrante con un paquete de droga, la droga si se cae ya dentro de Estados Unidos, te toca pagarla; pero un migrante si cae ya dentro no corresponde al coyote recuperar el dinero, no hay pérdidas.
- El pasaporte de la gente es su dinero. Si tiene dinero para pagar un coyote va seguro, porque si va en tren tiene que pagar renta, si no paga lo tiran del tren. Igual si un coyote no paga a la mafia que controla la frontera por donde va a pasar es allí cuando suceden las masacres, violaciones de mujeres.
Algo que hay que tener presente para migrar es que desde que sales desde Honduras, pisas la frontera de Corinto, es una mafia en todo el camino.
La gente que no tiene dinero que ni se arriesgue, porque va a sufrir, puede dejar la vida allí. Las cosas ya no son como antes que se arriesgaban y cargaban la mochila con comida y se iban en busca del sueño americano, eso ya no existe.
Se ha vuelto tan vulnerable la gente en Méjico que es un negocio, los Zetas lo entienden bien, alimentan su cartel con el terror que siembran y la cuota nunca falla.
Marcos repite una y otra vez: El tráfico de indocumentados nunca lo van a parar.
Aunque Obama crea que con su anuncio de deportación, los expulsados, los marginados pensarán dos veces en irse, Marcos sigue repitiendo: esto no lo van a parar.
Aunque el presidente de Méjico asegure que detendrá a los migrantes que se suben a “la bestia” para viajar, Marcos con su misma cara de incredulidad dice que no será así.
Aunque el presidente de Honduras prometa a las familias retornadas condiciones de vida digna para que no quieran huir del país, Marcos insiste: esto no se para de la noche a la mañana. Hay mucha gente enriqueciéndose, dentro del gobierno, en las fuerzas del orden público, en los carteles de la droga y crimen organizado, en el camino hacia el norte.
- Esto es una mina que está en explotación. ¿Quieres parar el tráfico de indocumentados? para el hambre en estos países. Son miles de coyotes. La gente que va en el tren es la última gotita del chorro, lo grande está en las autopistas.
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