viernes, 29 de agosto de 2014
Mártires tolupanes por la dignidad y la justicia a un año de impunidad
Se cumple un año del asesinato y martirio de los indígenas tolupanes Ricardo Soto Fúnez, Armando Fúnez Medina y María Enriqueta Matute, cobardemente asesinados la tarde del domingo 25 de agosto del año pasado en la tribu San Francisco de Locomapa. Sus vidas les fueron arrancadas por atreverse a defender el derecho del pueblo Tolupán a que se les respeten sus bienes forestales, hídricos y minerales; y a utilizarlos en beneficio, no de los saqueadores disfrazados de empresarios, sino en provecho de sus mismos hermanos y hermanas indígenas. Fueron asesinados por los sicarios Selvin Matute y Carlos Matute, matones al servicio de los que extraen Antimonio de minas clandestinas ubicadas en la tribu San Francisco de Locomapa.
Denunciamos la conducta pasiva del Estado hondureño en su compromiso por capturar a los asesinos de tolupanes. El pueblo Tolupán y el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia no queremos vendetas, ni propiciamos más muertes; pero SÍ pedimos justicia. Negar justicia en este caso implica que más tolupanes seguirán muriendo porque en Yoro y Francisco Morazán es más fácil matar un Tolupán que un zopilote.
Los tolupanes son el pueblo indígena más martirizado de Honduras. En los últimos años, no menos de 22 tolupanes han sido asesinados en la tribu Agua Caliente de Guadarrama, más de 7 tolupanes van siendo asesinados en la tribu Subirana, otros 9 indígenas han sido asesinados en la tribu La Bolsita, y así se ha quitado la vida violentamente a más de 100 indígenas sin que hasta la fecha se haya hecho justicia a las víctimas y se haya castigado a los victimarios. Todos han sido asesinados desempeñando cargo como directivos de la Federación de Tribus, directivos de los Consejos de Tribu o Delegados de la Palabra de Dios comprometidos con el bienestar de sus comunidades. Se les arrebata la vida porque se convierten en obstáculos para los poderosos que quieren seguir despojándoles de sus tierras, de sus bosques, de sus ríos, de sus minerales.
El asesinato de Ricardo Soto Fúnez, Armando Fúnez Medina y María Enriqueta Matute es de sobra conocido por los tribunales, la policía, el ministerio Público, el Comisionado Nacional de derechos Humanos, las secretarías de Estado de Etnias y Derechos Humanos y otras; incluso intervino la Comisión Interamericana de derechos humanos de la OEA. Pero a un año nada ha sido suficiente para que se haga justicia.
A los verdugos de los tolupanes, a los empresarios perversos que quieren expulsarles de sus ríos y montañas, y a las autoridades corruptas que se prestan para el despojo del pueblo Tolupán les decimos que ni el pueblo Tolupán ni el MADJ están de rodillas. La sangre derramada de nuestros hermanos y hermana de San Francisco de Locomapa está más viva que nunca y es antorcha que se ha encendido para clamar y llevar justicia a todo el pueblo Tolupán.
¡Dignidad y Justicia para el pueblo Tolupán!
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