lunes, 25 de agosto de 2014

¡AH, LA CUARTA URNA!


Al fin se destapó la olla de la Cuarta Urna. Esperamos que el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia y la Policía Nacional actúen con la severidad que el caso obliga, se recupere el dinero no pagado y se castigue con cárcel penitenciaria a los defraudadores del Estado sean políticos o militares.

Sin el mayor rubor el “flamante“ Ministro de la Presidencia del gobierno liberal de José Manuel Zelaya Rosales, el abogado Enrique Flores Lanza reconoció, después de negarlo reiteradamente, en un canal de televisión de los mismos que durante cinco años lo acusaron de saqueador y ladrón, que él había recibido del militar Jorge Rodas Gamero los 50 millones de Lempiras retirados del Banco Central de Honduras, que se destinarían para la consulta popular llamada “Cuarta Urna”.

Además Flores Lanza dio detalles, también publicados en los medios escritos de Honduras el día 13 de agosto, sobre las personas y montos que recibieron cada uno o una, en promedio 2 millones, todos pertenecientes al actual partido Liberal de Honduras, entre algunos: Rosario Bonano, Roberto Babún, Roland Valenzuela, Raúl Valladares, César Salgado, Karen Zelaya y Doris García.
Nadie duda que este Proyecto fue una gran iniciativa del gobierno del Poder Ciudadano, con el Presidente Mel Zelaya a la cabeza, proyecto que sin ser liberales nosotros como ciudadanos conscientes apoyamos pensando en una verdadera democracia, donde el pueblo opinara sobre aspectos que como soberano le competen.

En nuestro caso participamos en la Cuarta Urna como voluntarios en una mesa instalada en la Escuela Miguel Paz Barahona, en Pinalejo, Quimistán, donde nos tocó coordinar con la profesora Rosaura Sabillón.

Ese día domingo 28 de junio de 2009 llegué un poco retrasado, como a las 5:30 a.m., en vista de que vivo algo distante del pueblo, para recibir las instrucciones y comenzar el proceso a las 6.am.
Al llegar a la Escuela mencionada, siendo ahí el lugar de concentración de todos los “voluntarios” de mesas, con presencia de casi una veintena de jóvenes y algunos mayores, el señor Guillermo Dubón Vásquez, supongo Coordinador directo del proceso en Pinalejo, me llamó públicamente para hacerme entrega de Quinientos Lempiras  (L. 500.00) que entiendo le pagaban a todas personas que participaban en este proyecto ciudadano. Ante la oferta del señor Dubón Vásquez me limité a decirle con mucho respeto: “Don Mito, yo participo en este proceso por patriotismo, porque sueño con una nueva sociedad, porque estoy convencido que al pueblo debe consultársele e invito a los jóvenes que están aquí, a hacerlo de la misma forma”. Así que no recibí un tan sólo centavo. Recuerdo que algunos muchachos decían: “Don Rodolfo que me los den a mí…”.

A las 7 a.m. habiendo iniciado y avanzado el proceso, llegaron de manera prepotente al aula donde estábamos, un grupo de unos 6 militares del II Batallón de Artillería de Pinalejo y un hombre civil que dijo ser representante del Ministerio Público que nos leyó una nota sobre la “ilegalidad de la consulta” y la autorización para recoger las urnas y todo el papeleo en mesa. Varios ciudadanos y ciudadanas enardecidos que estaban fuera de la escuela gritaban al comando de militares “traidores y vende patria”. Lo demás ya es de sobra conocido por el pueblo.
Así terminó esta noble gesta popular que lo único que buscaba era consultar el derecho del pueblo a opinar sobre la Constitución, lo que no toleraban en lo más mínimo los oligarcas y conservadores dueños de este país.

Pero esto de la Cuarta Urna no queda sólo en los 50 millones que según Enrique Flores Lanza entregó a terceras personas. Se habla además de 40 millones que recibieron las Fuerzas Armadas en la persona de Romeo Vásquez Velásquez, ex Jefe del Estado Mayor, que debe ser investigado.

Creemos que cometen un error histórico los Liberales y Nacionalistas que quieren mezclar y dañar en estos actos de indecencia y corrupción al novel partido LibRe, que no estaba ni en ciernes cuando se dio ese escándalo.

Pedimos se castigue con todo el rigor de la Ley a todos los civiles o militares, del color que sean, que hayan defraudado al Estado.

Rodolfo Cortés Calderón
Ingeniero agrónomo hondureño


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