viernes, 5 de junio de 2020
Empleado de terrateniente amenaza integrante de ADEPZA
Por Sandra Rodríguez
Retén Las Pilazs, Zacate Grande
En reiteradas ocasiones la dirigente campesina y beneficiaria de Medidas Cautelares, Elía Hernández, ha recibido amenazas de parte de un supuesto empleado de la familia Facussé, denunció la víctima ante el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Siendo parte del equipo de comunicadores y comunicadoras sociales de la radio comunitaria “La Voz de Zacate Grande”, Hernández goza de la Medida Cautelar MC 115-11 otorgada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a favor de la estación radial de la Asociación para el Desarrollo de la Península de Zacate Grande (ADEPZA), al sur del país.
COFADEH como representante de la MC 115-11 ante la CIDH, que beneficia a 18 defensores y defensoras de Zacate Grande, afirmó que las Medidas continúan abiertas y bajo el monitoreo del Mecanismo Nacional de Protección.
En este caso, hay un patrullaje constante. Los policías llegan a cada casa de los y las beneficiarias para que les firmen el libro de registro y justificar el cumplimiento de dichas medidas; pero, cuando Elia fue a interponer la denuncia por amenazas, el pasado 21 de mayo, y no la quería atender el policía encargado de la posta en Puerto Grande, a la orilla del Golfo de Fonseca, hasta que ella lo exigió.
Desde que inició el tiempo de emergencia sanitaria por el COVID-19, a mediados de marzo, Elia como parte del Patronato Comunal de Puerto Grande y el Patronato Sectorial de la península, se ha integrado a la vigilancia de medidas de bioseguridad en el desvío de Las Pilas, que conecta a Puerto Grande y otras comunidades con la carretera hacia Nacaome, en el departamento de Valle, al sur del país.
La defensora de la tierra, territorio y playas libres de terratenientes, a sus 34 años de edad, se enfrenta no solo a poderes fácticos, sino a los maltratos de quienes no quieren cumplir con las medidas establecidas como le sucedió el martes 12 de mayo.
Ese martes -detalló a Defensores en Línea- “todo el día estuvo excelente ya como a las 5:10 de la tarde que se activó el toque de queda, un compañero de nombre Arturo iba a cerrar el retén. En eso llegó un muchacho (se omite su identidad), quien solicitó permiso para salir con destino a Coyolito”, el joven procedía de Puerto Grande, y ya no iba a volver.
Y replicó que, él iba a salir cuantas veces quiera, porque trabaja con los Facussé -a modo de intimidación- detalló Elia.Pero, llegó otro de nombre Pedro Luís Lazo, a bordo de una motocicleta con una mujer en la parte de atrás, y en tono de voz muy fuerte pidió que le abriéramos el portón, por que iba a salir. Le dijimos que “´ese no era modo de pedir el paso”.
Dirigiéndole palabras soeces a la defensora, le dijo “… desde que andás con los garroteros (campesinos organizados) te crees dueña… ahora que andás con ese patronato te crees dueña de Zacate Grande”. Elia pertenece al grupo campesino de Puerto Grande, compuesto por unos 60 miembros, que también han sido atacados, amenazados y detenidos por empleados de terratenientes y policía.
También me dijo –Pedro Lazo- “te voy a matar, ni sabes dónde te voy a ir a enterrar en pedazos”, esa amenaza me hace sentir vulnerable, porque las intimidaciones han continuado, agregó Elia.
Para el 20 de mayo, yo estaba en un solar que compró mi hermana y está a mi cuidado. Se ubica frente a la casa de la familia de Pedro. Un pariente de este muchacho me dijo que tengo que pedir permiso antes de meter de la piocha, le respondí que no debo pedir permiso por que es mi terreno. Hay un palo de madriado en medio por donde va a pasar el zanjo (desagüe) y el señor (abuelo de Pedro) dijo que no va a dar permiso para cortar el palo.
Todo esto me llevó a denunciar las amenazas y hostigamiento, el 21 de mayo, y una persona de la comunidad me dijo que la familia Lazo ya sabía que yo fui a poner la denuncia a la posta.
“Aunque al inicio el Clase I de la policía, Juan Euceda, de la posta de Zacate Grande, no me quería atender personalmente, aunque al final sí lo hizo, probablemente es que no se quiera involucrar. Y me tuvo que atender”.
Pese a que la policía va los lunes o martes a la casa de Elia, para hacer la ronda, ella teme por su familia e hijo, ya que la Policía no les brinda seguridad. Hace una semana la denuncia de la defensora, se registró en el Folio 15-2020, pero no hay un resultado en cuanto a sus peticiones, la policía no le ha informado nada, aunque no ha observado otro percance.
Los casos recientes de violaciones a derechos humanos en Zacate Grande, refieren al ataque contra Derlin Roberto Corea Cabrera, golpeado por un agente de apellido Lagos, que se negó a cumplir las medidas de bioseguridad el 24 de abril; y el arresto contra Faustino Mejía, el 16 de mayo cuando recogía leña seca en un predio supuestamente de la familia Facussé, pero que está en proceso de recuperación por el grupo campesino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario