jueves, 6 de abril de 2017

El oficio de los incapaces



Por Félix Cesario*

De un tiempo para acá se ha escuchado de ciertas porquerizas el gruñir del animalero, tratando con estos pantanosos chillidos, y salpicando su tufo mal oliente y mal intencionado contra el sacerdote jesuita Ismael Moreno, conocido en su verticalidad en lo moral y en su ética sumada al cariño y el respeto el Padre “Melo”.
El intento de mancillar su nombre ha vuelto al acecho de forma cobarde a través de las redes sociales en las últimas horas. Estos crótalos de sangre azul hasta ahora han fracasado y fracasarán cuanto más arrecien en su veneno. Estos se estrellan ante su nombre paisajista y frente a su humildad y su niñosa sonrisa permanente, ante su imponente indiferencia al silbo de las serpientes.

Lo hemos visto caminar sin prisa, con su andar y desandar distancias a través de más de 30 años de servicios humanista sacerdotal a favor de los humillados, arrinconados allá hacia el final de los olvidos, con su servicios sacerdotales, con el mismo coraje y humildad que nos enseñó San Ignacio de Loyola. Tiene cerca de 20 años y al frente de la única radio, nos referimos a Radio Progreso, la radio “amiga y compañera” cuyas voces rebeldes se originan desde la ciudad de El Progreso, Yoro. Radioemisora significadora de la “voz de los sin voz” de este país con nombre de abismo.

Pero de unos días hasta hoy, el ladrido de la enrabiada jauría ha desatado un ladrar ensalivado de maldad envenenada en contra del Padre “Melo”. Se ha escuchado el gruñir de la porqueriza nacionalista, de quienes le adversan y se escudan a través del ciber-espacio, intentando salpicar su nombre ligándolo a su personaje caligulezco. Es decir que los cerdos no pueden ver un ser límpido porque tratan de enlodarlo. Esa, y no otra es la teoría de los reptiles, envenenar y morder al que los desafía con una actitud serena ¿de un pecador?, pero jamás de un delincuente, y de esto sus detractores están bien sabidos.

Deben de saber una cosa las jaurías y sus porquerizas, que conocemos al padre “Melo”, lo conoce la gente humilde, lo conocen los humillados; ellos y ellas, solamente ellos y ellas; Así se construye la espiritualidad y convivencia en nuestro Cristo-proletario mi hermano Ismael Moreno. Lo demás son cosas de bandoleros, de pandilleros gubernamentales, la pandilla de empresarios y grupos fácticos, por eso Radio Progreso les incomoda, por algo les fue saboteada la señal para Tegucigalpa mientras hacía la denuncia de esta campaña cibernética, la que nunca le ha temblado el pulso y la voz para decir las cosas por su nombre, me refiero a mi compañera Sandra Marybel Sánchez. Esta radio y los compañeros y compañeras periodistas, sumada las y los corresponsales en todo el país, se han convertido en 60 años en la estaca clavada en sus corazones vampirezcos, por tanto sus gruñidos y ladridos no pasarán más allá del corral de sus porquerizas, ni de sus jaulas de mastines amaestrados por la repugnancia que el dinero produce.

Por lo demás, de ese croar de sapos, de los ladridos de la jauría y por el gruñir de la porqueriza nacional, nos tiene muy sin cuidado. Para tormento de los malvados y emponzoñados personajes del patio, han de tener para y por muchos años – Así nos lo ha dicho el hijo del carpintero de Belén- la palabra certera del Padre “Melo” para y por muchos años, desde las madrugadas del Laudato sí hasta gozarnos con sus análisis desde “América Libre…”. Entretanto que bufen, que ladren los cancerberos y que gruñen en la porqueriza nacional. La personalidad, la humildad y el pecado por desear un mundo más justo, es más que suficiente para que fracasen las serpientes de la calumnia. Ese ha sido y será el frustrado oficio de los incapaces.

*Poeta y Periodista, histórico defensor de DDHH

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