miércoles, 12 de abril de 2017

¿Y la libertad de expresión?



Por Hector Flores *

Chaco te vas cocinar…, y acompañaron el comentario con una imagen alegórica a los genitales masculinos, ¡te van a acusar de terrorismo!… Para contextualizar el comentario, nos encontrábamos en el peaje, a la altura de La Guadalupe en San Manuel, Cortés. Hacíamos canciones y poesía contra el peaje y acompañábamos a las y los de siempre que ahí defienden la dignidad del pueblo progreseño. Pero la referencia al terrorismo no es casualidad en un país como Honduras y en un contexto como el que vivimos contra el peaje, es el futuro seguro, a menos que haya alguna forma de quitar esta dictadura que se consolida alrededor de la figura de Juan Orlando Hernández y de autoritaristas comprobados como Oscar Álvarez. Terrorismo es entonces – y pese a que el comentario no era una acusación – sembrar el miedo para que no se proteste.  Para que no se defienda el derecho y para que no se cuestione las malas actuaciones de los funcionarios con relación al país. 

Pienso que esa ley va dirigida estrictamente a aquellos que usamos otras formas de comunicación que están fuera del control de Juan Orlando y su pandilla de usurpadores del poder. A los que publicamos alejados de sus medios comprados y periodistas tarifados, a los que no le tenemos miedo a decirles lo que hay que decirles. Es contra los que somos usuarios de las plataformas virtuales donde sus controladores mediáticos no pueden ejercer su poder y sobre aquellos medios, como Radio progreso, que no tienen precio, que no se venden al mejor postor. A los que – por poner en contexto – denunciamos el abuso de los peajes y le pedimos explicaciones al gobierno sobre los 20 millones de lempiras para mantenimiento  de carreteras cuando estas están concesionadas y son las concesionarias quienes deberían asegurar esos mantenimientos.

La ley busca ocultar internamente lo que es imposible evitar internacionalmente, el descrédito del gobierno está en su punto más alto y la única forma de mantenerse es condenando todo lo que acá los condena.  Y todos los que digamos algo en contra de esta dictadura vamos a ser señalados desde esa condición, pueden estar seguros. Quedar en evidencia internamente no es un lujo que JOH se quiere dar y sabe que entre más miedo le meta a la gente más impunidad se puede permitir. No quieren que se siga sonando la canción del Cachiro en los EEUU por que los embarra, que se hable de narco-gobiernos por que ellos son el gobierno, de narco políticos por que ellos son políticos y de narco estado por que ellos son el estado. De manera que bloquear esa información es importante si se quiere mantener la farsa que tanto los medios tarifados, empresarios vendidos, y seudo periodistas le hacen a la dictadura en turno.

A la larga me queda claro es que la ley mordaza no es contra los comunicadores y las comunicaciones, a fin que por lo general casi todos estos están alineados con el dinero y quien lo tiene,  pero si lo es contra la población y su derecho a informarse objetiva y éticamente de las cosas que suceden en el país. De manera que - volviendo al comentario - se trata de que tengamos tanto miedo a esta dictadura que no seamos capaces – siquiera – de manifestar nuestros sentimientos. Y se trata de que nosotros mismos seamos transmisores de esa cultura del miedo en la que se ampara la impunidad de este gobierno que nos administra el Estado. Pero mientras tanto, y pese a los riesgos, nosotros vamos a seguir ahí desde el peaje, denunciando esa corrupción aunque nos tilden de terroristas…

* Poeta y gestor cultural

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